20 April 2024
 

El relativismo práctico. En el relativismo todo se vuelve irrelevante si no sirve a los propios intereses inmediatos (122).  Degradación ambiental y social se alimentan al mismo tiempo, siguiendo una lógica egoista.  Presenta el papa ejemplos de cómo en la cultura del relativismo la persona es tratada como objeto o medio para un fin (créditos usureros, explotación sexual infantil, abandono de los ancianos, crimen organizado, aborto, consumismo, etc.).  Ante esto no valen los esfuerzos políticos ni las leyes, que se verán como imposiciones y como obstáculos a evitar (123).

Necesidad de preservar el trabajo.  El libro del Génesis indica que Dios puso al ser humano en el mundo para preservar y hacer producir frutos mediante el trabajo, para cuidar y labrar (124).  Es necesaria una correcta comprensión del trabajo humano, es decir, de la finalidad de la acción humana sobre la realidad.  El recogimiento unido al trabajo nos hace respetuosos del ambiente y sobrios en el uso de las cosas (125-126).  Es necesario buscar el acceso al trabajo por parte de todos, para que desarrollen sus capacidades y creatividad, la proyección del futuro, el ejercicio de sus valores, la comunicación con los demás y una actitud de adoración (127).  El trabajo es una necesidad, ayuda a la realización personal; la caridad con dinero es una solución provisoria a la pobreza; el objetivo debe ser permitir una vida  digna a través del trabajo.  “Dejar de invertir en las personas para obtener un mayor rédito inmediato es muy mal negocio para la sociedad” (128). 

Innovación biológica a partir de la investigación.  El catecismo de la Iglesia recuerda que el poder humano tiene límites y que en la experimentación con vegetales y animales hay que respetar la integridad de la creación, v.gr. no causar dolor inútilmente a los animales (Catecismo 2415-2418).  No debemos caer en una indiscriminada manipulación genética, recordaba San Juan Pablo II.  El papa manifiesta que es difícil emitir un juicio general sobre el desarrollo de organismos genéticamente modificados.  Recuerda que muchas mutaciones genéticas las ha producido la naturaleza misma, aunque a un ritmo lento, mientras que la biotecnología les impone un ritmo más acelerado (133).

Debemos estar atentos a los daños que podrían causar las cereales trangénicos, en la salud y en la organización social (concentración de las tierras productivas en pocas manos, empobrecimiento de pequeños productores o su emigración a las ciudades. 134).

Termina el papa mostrando cómo algunos movimientos ecologistas piden límites a la investigación científica en defensa de la integridad del ambiente, pero no exigen lo mismo cuando se trata de la vida humana (embriones), cuya valor no depende del grado de desarrollo.  Sin  principios éticos se termina considerando legítima cualquier práctica (136).

CAPÍTULO CUARTO

UNA ECOLOGÍA INTEGRAL. números 137- 162

Ponente:  Padre, Diego Fabián Pulido. 

Teología:  Universidad Regina Apostolorum en Roma (Italia) Maestría en teología Moral, Universidad Regina Apostolorum.  Magister en Bioética

 

El núcleo de la propuesta de la Encíclica es una ecología integral como nuevo paradigrna de Justicia, una ecología  que «incorpore el Jugar peculiar del ser humano en este mundo y sus relaciones con la realidad que lo rodea» (1 5). Porque no podemos «entender la naturaleza como algo separado de nosotros o como un mero marco de nuestra  vida» (139). Esto vale para todo lo que vivimos en los distintos campos: en la economía, la política, en las distintas culturas -especialmente las más amenazadas- y hasta en todo momento de nuestra vida cotidiana.

Hay un vínculo entre cuestiones ambientales y cuestiones sociales y humanas que no puede romperse. «Hoy el 
análisis de los problemas ambientales es inseparable del análisis de los contextos humanos, familiares, laborales, urbanos, y de la relación de cada persona consigo misma» (141); por lo tanto es «fundamental buscar soluciones 
integrales que consideren las interacciones de los sistemas naturales entre sí y con los sistemas sociales. No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social. sino-una SOI'1 y compleja crisis socio-ambiental» (139).