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Lectio Divina V Domingo de Cuaresma
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EL CAMINO DE AMISTAD Y FE QUE RESUCITA
Marta, María y Lázaro de Betania
Juan 11,1-45
Comencemos orando:
Te damos gracias, Padre, por Jesús
“El cual, hombre mortal como nosotros, que lloró a su amigo Lázaro, y Dios y Señor de la vida, que lo levantó del Sepulcro, hoy extiende su compasión a todos los hombres y por medio de sus sacramentos los restaura a una vida nueva” (Del prefacio de este domingo).
Introducción
Cuando la Cuaresma va llegando a su cumbre, el itinerario bautismal que nos propone la Iglesia nos coloca ante uno de los relatos más sublimes de todo el Evangelio de Juan: la resurrección de Lázaro (Juan 11,1-46).
· La cumbre de los siete “signos” reveladores en el Cuarto Evangelio
Éste, que es el último y el mayor de los siete “signos” reveladores de la primera parte del evangelio de Juan, en realidad es toda una historia de amor. Una historia entretejida por una gran riqueza de elementos y cargada de profundas emociones: cada palabra, cada gesto, tiene un profundo significado que sólo se puede captar mediante la lectura atenta y la contemplación amorosa del texto.
Jesús, quien mediante la serie de encuentros narrados por el evangelista Juan, se ha acercado a personas concretas que viven situaciones particulares (la falta de vino de los novios de Caná, la búsqueda de Nicodemo y de la samaritana, la aflicción del funcionario real por el hijo moribundo, los treinta y ocho años de dolencia del paralítico de la piscina de Betesda, el pueblo hambriento, las vicisitudes del ciego de nacimiento), viene ahora al encuentro de la más difícil de todas las situaciones humanas: ¡la muerte!
El don de la vida es el resultado de los encuentros de Jesús en el Evangelio. Los siete signos de Jesús nos han mostrado de qué manera Jesús es dador de vida:
(1) Le ha traído alegría a la pareja que comienza su vida matrimonial (2,1-11)
(2) Le ha dado la salud al niño en peligro de muerte (4,46-54)
(3) Le ha restaurado la salud al adulto sometido por la parálisis (5,1-18)
(4) Le ha dado pan al pueblo hambriento (6,1-15)
(5) Le ha dado ánimo a sus discípulos confundidos en medio de la tempestad (6,16-21) (6) Le ha abierto los ojos al ciego de nacimiento (9,1-41)
Y ahora el signo No.7: le da la vida a un difunto. Jesús no sólo “da vida” en medio de situaciones históricas sino que va más allá, él apunta ahora hacia el futuro y ofrece el don de la vida en la eterna comunión con Dios, esto es, en la resurrección.
Por esto, podemos denominar este pasaje que, como vimos en el del ciego, también consiste en una serie de encuentros, como “el encuentro salvífico con la muerte”. La intención es claramente pascual: en él Jesús arranca al hombre de la desgracia de la muerte y le da el don de la vida.
Muchos más que la resurrección de Lázaro
Es importante que tengamos presente que en este pasaje no todo se reduce al “milagro” de la resurrección de Lázaro sino que hay toda una dinámica interna a lo largo de la cual se ponen a la luz diversas actitudes ante la muerte de los seres queridos y ante la que nos aguarda a nosotros mismos.
Algunas características notables del relato de la resurrección de Lázaro son:
(1) Se trata del llamado de la muerte a la vida, realizado por el poder de su Palabra (2) Jesús lo realiza por un amigo y en medio de un círculo de amigos.
(3) Ocurre en presencia de muchos testigos.
(4) Los testigos participan en la acción misma.
Pero quizás lo más notable de todo sea la manera de proceder de Jesús. En los signos anteriores narrados por el Evangelio, Jesús ha realizado primero el signo y luego, mediante una pedagogía deductiva, el Maestro ha ido conduciendo hacia su comprensión, con la consecuente respuesta de fe. En este signo Jesús procede al contrario: va explicando progresivamente el sentido del signo que va a realizar, mediante diálogos sostenidos con personajes claves, para culminar con la realización del signo. Esta vez Jesús aplica una pedagogía inductiva.
MONICIONES LITÚRGICAS OCTUBRE Y NOVIEMBRE
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VIGESIMOSÉPTIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Octubre 6 de 2024
Entrada: Celebrar la Eucaristía dominical es festejar el amor divino manifestado en Jesucristo. Él ha elevado el vínculo matrimonial del varón y la mujer a la dignidad del sacramento y de esta manera, unidos en una sola carne, la familia cristiana se hace signo concreto de que es posible amar según Dios. Agradezcamos al Padre por todas nuestras familias y pidamos especialmente por ellas, en este día del Señor.
Lecturas: La Palabra de Dios de este domingo nos anuncia la Buena Noticia de la Familia, es decir, el proyecto que el Creador ha pensado para que se realice en la unión del hombre y la mujer. Escuchemos con atención para que nuestras familias descubran el querer de Dios y puedan vivir a plenitud el amor. Escuchemos con atención.
Ofrendas: Ofrezcamos al Padre todo lo que somos, para que unidos al sacrificio redentor de Cristo, seamos para el mundo signos de vida y amor.
Comunión: Comulguemos con Cristo, pan vivo bajado del cielo, y vivamos cada vez más comprometidos con la edificación del Reino de Dios.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: Acudamos a Dios Padre, que salva a la humanidad, por su Hijo hecho carne, y elevemos nuestras súplicas, diciendo: Padre de amor, escúchanos.
- Para que la Iglesia como esposa de Cristo, madre y maestra, siga enseñando a la humanidad el gran valor de la familia constituida por Dios. Roguemos al Señor.
- Para que en todos los pueblos de la tierra se respete el matrimonio sacramento y se le brinde mayor apoyo y respeto a la unión familiar. Roguemos al Señor.
- Para que todos los bautizados, tomen responsabilidad de profundizar en su fe y descubrir en el Evangelio la dignidad de la mujer y que todos nos sepamos valorar como iguales ante Dios. Roguemos al Señor.
- Para que los niños, especialmente los menos favorecidos y atropellados en su dignidad, sean ahora protegidos por los diferentes medios e instituciones. Roguemos al Señor.
Padre bueno que estas siempre atento a las peticiones de tus hijos, depositamos en tu corazón, estas súplicas, seguros de ser escuchados. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén
VIGESIMOCTAVO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Octubre 13 de 2024
Entrada: Nuestra verdadera riqueza es Cristo resucitado, a quien alabamos y adoramos en este día de luz, día de vida, día de la comunidad. Con el propósito de desprendernos de todo lo mundano, para seguir libremente al Señor, celebremos con alegría esta Eucaristía.
Lecturas: La verdadera sabiduría consiste en saber buscar el rostro de Dios, y ello se logra con el verdadero seguimiento de Jesús, descubriéndolo también en el servicio a los pobres. Escuchemos con fe.
Ofrendas: Unamos a la ofrenda del pan y del vino nuestra propia vida, desprendida de todas nuestras posesiones y pertenencias.
Comunión: Con Jesús no podemos comulgar plenamente, si no somos capaces de dejarlo todo. Recibamos vida eterna que es su única recompensa.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: desprendidos de todo y siendo dueños de nada, nos dirigimos a nuestro Padre Dios, con la seguridad de ser escuchados por Él y obtener su Sabiduría, diciendo: A ti, Señor, lo pedimos con fe.
- Por el nuevo pueblo de Dios, conformado por el Papa, los obispos, presbíteros, diáconos, los religiosos y los laicos. Que actúen sin esperar más recompensa que la de obtener la vida eterna. Oremos.
- Por quienes tienen el cuidado de gobernar en el mundo y en nuestra nación. Que nunca pongan su corazón en los bienes materiales, sino que sepan distribuir mejor las riquezas entre los ciudadanos. Oremos.
- Por los jóvenes y niños a veces indiferentes y alejados de los bienes de Dios. Que el testimonio de otros los atraiga y los convierta para poseer, en definitiva, la vida eterna. Oremos.
- Por cuantos conformamos esta asamblea litúrgica. Que la Sabiduría de Dios inunde nuestra vida y podamos seguir fielmente a Jesús que nos hace libres frente a nuestras propiedades y pertenencias. Oremos.
Vuélvete, Señor Dios, hacia nosotros, ten compasión de tus siervos y escúchanos cuando te invocamos, para que poseamos desde ya, como única herencia, la vida eterna que tú nos ofreces. Por Jesucristo nuestro Señor.
JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES
Octubre 20 de 2024
Entrada: Como discípulos y misioneros de Jesucristo, estamos aquí congregados para celebrar esta Eucaristía en la Jornada mundial de las misiones. Cristo Jesús es el Misionero del Padre, su entrega oblativa en la Cruz se actualiza en la celebración de la Eucaristía y aviva en nosotros el espíritu misionero para testimoniar con nuestra vida la alegría de creer y esperar en el Señor. Unidos en oración presentemos al Señor la obra evangelizadora de la Iglesia.
Lecturas: El envío misionero del Señor incluye el llamado al crecimiento de la fe y la fe “se alimenta de la Palabra que se proclama”, Jesucristo el Señor. Dejémonos enseñar por la Palabra de Jesús que es luz en el camino de la Iglesia. escuchemos con atención.
Ofrendas: Son muchas las personas que consagran su vida a la tarea del anuncio del Evangelio, pero muchos no lo conocen. Ofrezcamos todo esto a Dios.
Comunión: El Cuerpo entregado y la Sangre derramada de Jesús por nosotros, se hace realidad en la Comunión Eucarística. Por eso acerquémonos a comulgar.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: Cristo Jesús, habiendo entregado su vida por nosotros, se hizo servidor de la humanidad. Es justo elevar nuestras voces suplicantes a Dios Padre, en esta jornada mundial de las Misiones, diciendo: Escúchanos, Padre misericordioso.
- Oremos por la Iglesia extendida por todo el universo, por sus ministros ordenados, por los religiosos y los laicos. Que, haciendo de su vida una entrega continua, sean evangelizados y evangelicen a sus hermanos. Oremos.
- Oremos por quienes tienen el encargo de gobernar a las naciones. Que no busquen ser servidos, sino servir desinteresadamente, según el modelo que encontramos en la persona de Jesús, misionero del Padre. Oremos.
- Oremos por quienes consagran su vida al anuncio del Evangelio en medio de dificultades y sacrificios diarios. Que, siendo servidores fieles de los demás, reciban desde ya la recompensa que Dios sabe dar. Oremos.
- Oremos por los que peregrinamos en la arquidiócesis de Ibagué. Que trabajemos con ahínco en la difusión del Evangelio, fortaleciendo los valores y las estructuras pastorales. Oremos.
Padre Santo, Que has enviado a tu Hijo al mundo para que nuestros pueblos en Él tengan vida, escucha nuestra oración y danos siempre el fuego de tu Santo Espíritu para anunciar el Evangelio. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
TRIGÉSIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Octubre 27 de 2024
Entrada: En este domingo el Señor nos deja un mensaje lleno de esperanza y alegría por su presencia salvadora, El abre nuestros ojos para veamos con claridad cuál es nuestra misión en este mundo. Pongamos en el altar nuestras plegarias, y con fe participemos en esta Eucaristía.
Lecturas: La Palabra de Dios de este domingo nos habla, cómo el pueblo de Israel y el ciego Bartimeo, viven una experiencia de salvación, simbolizada en la curación de la ceguera. Dejémonos interpelar por este mensaje de salvación y escuchando atentamente, colmemos nuestros corazones de alegría y de esperanza.
Ofrendas: Con el deseo sincero de amar cada vez más al Señor nuestro Dios y amar a nuestro prójimo, ofrezcámonos a Dios en este día y en esta celebración.
Comunión: Comulgar con Cristo es fortalecer mucho más nuestro compromiso de hacer realidad el mandamiento del amor. Recibámoslo con fe.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: Amar a Dios y al prójimo se constituyen en el mandamiento primero y principal de nuestra vida de cristianos. Acojamos este mandamiento y presentemos nuestras peticiones al Señor, unámonos diciendo: Señor, ten compasión de nosotros.
- Por la santa Iglesia de Dios, para que ilumine a los hombres de toda la tierra con la luz que resplandece en el rostro de Cristo. Roguemos al Señor.
- Para quienes son los responsables de la conducción de las naciones y de los pueblos, se esfuercen en acabar tanta guerra y violencia, que entorpece las buenas relaciones entre los habitantes de la tierra. Roguemos al Señor.
- Por quienes, como Bartimeo, caminan por la vida a oscuras, sin fe, sin luz, sin esperanza, para que hallen en Cristo el Salvador que anhelan sus corazones. Roguemos al Señor.
- Para que todos los aquí reunidos, aprendamos a vivir entre nosotros el mandamiento del amor. Roguemos al Señor.
Dios padre nuestro fuente de toda santidad, graba en nuestros corazones, el mandamiento primero y principal de todos, y haz que en todas partes seamos testigos de ese amor verdadero. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS
Noviembre 1 de 2024
Entrada: Bienvenidos a esta celebración festiva de “todos los santos”. Traemos a nuestra celebración a todos los hombres y mujeres de vida ejemplar que nos han precedido en la fe. Lo que Dios ha realizado en los santos lo esperamos para cada uno de nosotros, y lo hacemos confiando en nuestra condición de hijos de Dios. Celebramos la gracia abundante de Dios, que es germen y semilla de todo lo noble, lo bueno, lo justo y hermoso que abunda en la vida de cada creyente.
Lecturas: Estemos atentos con el corazón y oídos abiertos, a la Palabra de Dios que se nos proclamará, porque ella describe y manifiesta el contenido y el sentido de esta hermosa fiesta que estamos celebrando. Escuchemos lo que Dios nos dice.
Ofrendas: Junto al pan y al vino que depositamos en el altar, pongamos en la presencia del Señor nuestro deseo de santidad.
Comunión: Al comulgar nos configuramos con Cristo, que esta comunión nos comprometa a vivir las exigencias del Evangelio.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: En comunión con tantos hermanos nuestros que nos han precedido con la señal de la fe y gozan ya de la claridad de Dios, oremos a Dios Padre diciendo: Dios de misericordia, escúchanos.
- Por la Iglesia, santificada en la sangre de Cristo: para que sea conducida fielmente por sus pastores hasta la santidad de su Cabeza. Oremos.
- Por el Papa, obispos, sacerdotes y laicos: para que el gozo de conseguir el reino de los cielos les infunda valor para vivir según el espíritu de las bienaventuranzas. Oremos.
- Por la justicia y la paz del mundo, por los gobernantes: para que sean ejemplo de honestidad ante los demás ciudadanos. Oremos.
- Por cuantos estamos reunidos celebrando esta solemnidad: para que seamos hombres y mujeres de palabra, manteniendo cada día nuestras promesas bautismales. Oremos.
Concede a tu pueblo, Dios todopoderoso, la protección de todos los santos, a fin de que, por su intercesión, obtenga los beneficios que te implora. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
CONMEMORACION DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS
Noviembre 2 de 2024
Inicial: Conmemoramos hoy en nuestra celebración a todos los fieles difuntos. La Iglesia intercede ante el Señor por cuantos nos precedieron en la fe y duermen en la esperanza de la resurrección; también ora por todos los difuntos desde el principio del mundo, cuya fe solo Dios conoce, para que purificados de todo pecado, puedan gozar de la eterna bienaventuranza. Celebremos con fe y esperanza.
Lecturas: Sólo Dios tiene palabras de vida eterna, preparemos nuestra mente y nuestro corazón para recibir su mensaje, porque en él nos transmite esperanza, serenidad y consuelo. Escuchemos con fe y atención.
Ofrendas: Al acercar estos dones de pan y vino al altar, confiados en su divina misericordia pongamos en manos de Dios a todos nuestros hermanos difuntos para que Él les permita gozar de su presencia eternamente.
Comunión: Sabiéndonos hijos de Dios por la gracia del bautismo. Acerquémonos a recibir a Cristo que se hace presente en este milagro de amor eucarístico. Él es nuestra fortaleza y nuestra salvación.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: Oremos confiadamente al Padre de la misericordia y pidámosle el descanso eterno de nuestros hermanos que han muerto en el Señor. Unámonos diciendo: Señor de la vida, escúchanos.
- Por toda la familia santa de Dios, para que viva en la esperanza de la futura resurrección. Roguemos al Señor.
- Por los que se sienten desolados por la muerte de personas queridas, para que los consuelo la certeza de haber sido creados por amor. Roguemos al Señor.
- Por los que entregaron su vida generosamente por amor a los demás, para que Dios los haga gozar de su presencia. Roguemos al Señor.
- Por los que han muerto violentamente a causa de la guerra, el odio, la venganza y los accidentes viales, para que sean acogidos por el Príncipe de la Paz. Roguemos al Señor.
- Por los miembros de nuestras familias, amigos y bienhechores difuntos, a quienes hoy particularmente recordamos, para que estén con Cristo, a cuya imagen fueron creados. Roguemos al Señor.
Concede, Señor, a los que han muerto el perdón y la plenitud de la vida; y a nosotros vivir en la fe y la esperanza de nuestra resurrección en Cristo. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo, tu Hijo, vencedor del pecado y de la muerte, Señor de vivos y muertos, que vive y reina por los siglos de los siglos.
TRIGESIMO PRIMER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Noviembre 3 de 2024
Entrada: El tiempo de Dios es para Dios, y esto lo queremos significar participando de la mejor forma posible en esta celebración dominical. Jesús nos pide a nosotros, sus discípulos, que seamos capaces de entregarlo todo, sin reserva y a trabajar como auténticos discípulos misioneros en su obra de Amor. Celebremos con fe y alegría.
Lecturas: Que la fuerza de la palabra que escucharemos a continuación reavive nuestra capacidad de amar al prójimo al estilo de Jesús mostrando la incondicionalidad de la entrega y el amor oblativo.
Ofrendas: Nuestra vida tiene sentido cuando comprendemos que todo se convierte en donación a Dios y a los hermanos. Que sea este nuestro ofrecimiento.
Comunión: Jesús nos enseñó a dar la vida total e íntegramente. Es esto lo que acontece cada vez que nos da a comer su Cuerpo. Acerquémonos con alegría.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: nuestra respuesta dada a la Palabra de Dios que ha sido proclamada y explicada, al aplicarla debe dar frutos de generosidad. Dirijámonos a Él en oración confiada: Padre Bondadoso, escúchanos
- Oremos por el Papa Francisco, los obispos, presbíteros, Diáconos, religiosos y laicos, para que se distingan por una vida generosa en todo y con todos. Roguemos al Señor.
- Oremos por quienes tienen a cargo la dirección de las naciones y en especial de nuestro país, para que siempre piensen en el bien de los demás y todo lo realicen entregando lo mejor de sus vidas. Roguemos al Señor.
- Oremos por los huérfanos y las viudas y por quienes se dedican a la evangelización, para que toda su confianza este puesta siempre en el amor de Dios. Roguemos al Señor.
- Oremos por quienes celebramos esta eucaristía, para que crezcamos en la generosidad y desprendimiento especialmente hacia los más necesitados. Roguemos al Señor.
Dios rico en clemencia acudimos siempre a ti, pues nunca nos desamparas. Atiende estas necesidades y haz que nuestro corazón sea generoso como el tuyo; por Jesucristo nuestro señor. Amén.
TRIGÉSIMO SEGUNDO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Noviembre 10 de 2024
Entrada: El Señor en este domingo nos invita, a través de la escucha de su palabra y la celebración de la Eucaristía, para que con alegría experimentemos su presencia entre nosotros. Pues la idea de dejar todas las preocupaciones y entrar en su presencia, debe ser el compromiso que como cristianos estamos llamados a vivir. Por eso dispongamos nuestra mente, nuestro corazón y todo nuestro ser a participar activamente, con fe y devoción.
Lecturas: Dejemos que las lecturas de este domingo nos ayuden a entender que seguir a Jesús implica llevar y vivir la fe con coherencia y en una actitud permanente de solidaridad, escuchemos el mensaje de la Palabra con el corazón dispuesto a llevarla a la vida.
Ofrendas: Ofrezcamos a Dios toda nuestra vida e historia, para que al descubrirlo actuante en medio de ellas, acojamos plenamente su voluntad divina.
Comunión: Unámonos a Cristo Eucaristía y dejémonos llenar de su amor, razón de ser de nuestra vida.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: Los afanes e incertidumbres del mundo en que vivimos a veces nos llevan a perder la esperanza y el horizonte, por eso pedimos al Señor, para que su gracia y su Espíritu nos guíen y nos conduzcan por el camino del bien. Unámonos diciendo: Señor, se nuestra luz en el camino
- Te pedimos por toda la Iglesia, para que en medio de la incertidumbre, del relativismo del mundo de hoy, sea luz y esperanza para los pueblos. Oremos.
- Te pedimos por todos los gobernantes, para que no reine sus intereses particulares, sino que su mente y su trabajo este orientando a la búsqueda de la paz y del bien común. Oremos.
- Te pedimos por los enfermos, los desplazados y todos los que sufren a causa de la injusticia y de la pobreza, para que tú Señor los fortalezcas y despiertes en nosotros el deseo de compartir nuestros bienes. Oremos.
- Te pedimos padre misericordioso, por todos nosotros que participamos en esta celebración, también por aquellos que no han podido participar, para que seamos vigilantes y estemos siempre atentos a tu llamada. Oremos.
Padre te encomendamos estas intenciones y las que quedan en nuestro corazón para que seas tú que nos concedas aquello que necesitamos. Por Jesucristo nuestro Señor.
TRIGESIMO TERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Noviembre 17 de 2024
Entrada: En la Eucaristía entra el mundo nuevo que es una persona, Jesucristo, nuestro Señor, a este mundo caduco y envejecido por el pecado y el mal; entra para renovarnos desde dentro y, de este modo, comenzar ese mundo nuevo que se consumará al final de los tiempos. Vivamos con fe y devoción este encuentro renovador y transformante con Aquel que es la resurrección y la vida.
Lecturas: Nos encontramos próximos a terminar el año litúrgico y la liturgia de la Palabra nos invita a considerar la caducidad de todo lo terreno y a poner la mirada en lo que permanecerá eternamente. Escuchemos con atención.
Ofrendas: Con las ofrendas de pan y vino llevamos también al altar de Dios la vida entera, como un sacrificio unido al de Cristo.
Comunión: En nuestra marcha por el mundo, hacia la Patria Celestial, Jesús es nuestra fortaleza y nos acompañará hasta el fin de los tiempos. Hoy se nos entrega en su Cuerpo y su Sangre para animarnos en nuestro peregrinar. Vayamos con devoción a comulgar.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: A Dios Padre, que nos llama a cada uno de nosotros a realizar con esfuerzo y compromiso nuestra misión, dirijamos nuestra oración diciendo: «Que venga a nosotros tu Reino, Señor».
1. Por el Papa, los obispos y los sacerdotes, para que Dios les conceda la sabiduría necesaria y la fortaleza para dirigir al pueblo santo de Dios, que les ha sido encomendado. Oremos.
2. Por nuestros gobernantes, para que trabajen incansablemente por la paz y favorezcan las iniciativas que contribuyen a la construcción de una sociedad más justa y solidaria. Oremos.
3. Por los que sufren enfermedades físicas y espirituales, para que nuestras oraciones por ellos suban al cielo y puedan encontrar la salud que necesitan. Oremos.
4. Por todos nosotros, que participamos en esta Eucaristía, para que comprendamos la necesidad de buscar, ante todo, tu Reino de justicia y de paz en medio de la caducidad de los bienes de este mundo. Oremos.
Dios nuestro, que has confiado al hombre los bienes de la creación y de la gracia, haz que siempre estemos atentos y en vela, mientras esperamos el regreso de tu Hijo, de manera que podamos alegrarnos de que en el último día nos llame servidores fieles y cumplidores, y entremos así en el gozo de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor
TRIGESIMO CUARTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO
Noviembre 24 de 2024
Entrada: Jesucristo, a quien hoy celebramos como Rey del universo, es el principio y el fin de la historia, es el centro del mundo, por Él hemos sido creados y redimidos; solamente en Él tenemos vida y vida en abundancia; Él se hace presente en la Eucaristía; que esta celebración sea un encuentro vivo con el único que nos puede comunicar plenitud de vida y felicidad.
Lecturas: Jesucristo, Rey del universo, mediante su palabra nos guía y orienta en medio de las vicisitudes de este mundo; acojamos su luz para que podamos caminar por sendas de justicia y verdad.
Ofrendas: En este año litúrgico hemos querido ser testigos del amor de Dios, revelado en Cristo. Presentémosle a Dios el fruto de cuanto hayamos podido hacer.
Comunión: Permitámosle a Jesús que reine en nuestra Patria, en nuestras familias y en nuestro corazón, recibiéndolo en el pan eucarístico con mucha fe.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: rindamos honor, adoración y gloria al Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, quien lo ha constituido Rey de todo lo creado, y, como una sola familia que ora unida, digamos: Rey de la Gloria, escúchanos.
- Te pedimos por tu santa Iglesia extendida por todo el universo, inicio y germen de tu Reino en esta tierra; que viva en la unidad, a imagen de la Trinidad. Roguemos al Señor.
- Por quienes gobiernan las naciones, para que en su tarea imiten a Jesucristo que vino no a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por todos. Roguemos al Señor.
- Por quienes sufren por falta de techo o de alimento, para que sean un vivo reflejo de Cristo que ejerció su autoridad en la entrega hasta la muerte y muerte de cruz. Roguemos al Señor.
- Por todos nosotros que participamos en esta celebración eucarística para que asimilemos el espíritu de tu Hijo que ocupó el último lugar en su nacimiento y en su muerte en cruz por amor y para nuestro bien. Roguemos al Señor.
Dueño y Señor del universo, que has querido que nosotros tus hijos llegáramos al final de este año litúrgico; al celebrar hoy a tu Hijo, Rey de todo lo creado, te pedimos que aceptes nuestra oración y sintamos el efecto de tu poder entre nosotros. Por Cristo nuestro Señor. Amén.