EL MINISTRO EXTRAORDINARIO DE LA COMUNIÓN
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Escrito por Pedro María Reyes Vizcaíno. El ministro extraordinario de la comunión de acuerdo con el canon 910 § 1, son ministros ordinarios de la comunión el obispo, el presbítero y el diácono. Además, en la reforma litúrgica posterior al Concilio Vaticano II se incorpora al derecho de la Iglesia un concepto, novedoso respecto al derecho anterior, y es el de ministro extraordinario.
MINISTROS EXTRAORDINARIOS DE LA EUCARISTÍA. Documentos magisteriales
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INSTRUCCIÓN SOBRE ALGUNAS CUESTIONES ACERCA DE LA COLABORACION DE LOS FIELES LAICOS EN EL SAGRADO MINISTERIO DE LOS SACERDOTES
CIUDAD DEL VATICANO 1997 PREMISA
Del misterio de la Iglesia nace la llamada dirigida a todos los miembros del Cuerpo místico para que participen activamente en la misión y edificación del Pueblo de Dios en una comunión orgánica, según los diversos ministerios y carismas. El eco de tal llamada se ha sentido constantemente en los documentos del Magisterio, sobre todo del Concilio Ecuménico Vaticano II(1) en adelante. En particular en las últimas tres Asambleas generales ordinarias del Sínodo de los Obispos, se ha reafirmado la identidad, en la común dignidad y diversidad de funciones propias, de los fieles laicos, de los sagrados ministros y de los consagrados, y se ha estimulado a todos los fieles a edificar la Iglesia colaborando en comunión para la salvación del mundo.
Una navegación histórica: Unción de lo enfermos
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Autor: Cristian Camilo Cárdenas Aguirre. Seminarista Arquidiócesis de Ibagué, Colombia. teología. La unción de enfermos, es un sacramento que la Iglesia celebra en la situación de la enfermedad grave, con el fin de significar la oferta y presencia de la salvación de Dios en el momento del dolor. Frente a ello, la Iglesia, muestra su solidaridad misma con la Iglesia buscando ayudarlo a:
JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO. MENSAJES
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11 de febrero 2018. Mensaje del santo Padre Francisco, XXVI Jornada mundial del enfermo «Ahí tienes a tu hijo... Ahí tienes a tu madre. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa» (Juan 19,26-27) Queridos hermanos y hermanas: La Iglesia debe servir siempre a los enfermos y a los que cuidan de ellos con renovado vigor, en fidelidad al mandato del Señor