revolución de la ternura» (EG 88) y espera que renunciemos a todo lo que nos distancia de los otros para que conozcamos de verdad la fuerza que emana de ella (EG 270).
Ante una sociedad que cada vez más propaga una «cultura del desencuentro y del descarte» que va excluyendo y aislando a las personas, y en donde el influjo de las redes sociales es cada vez mayor, hasta el punto que «se pretenden relaciones interpersonales sólo mediadas por aparatos
sofisticados, por pantallas y sistemas que se pueden encender y apagar a voluntad» (EG 88),
el Santo Padre nos invita a desarrollar una cultura del encuentro (EG 220), en donde, como pide el Evangelio, corramos el riesgo del encuentro con el rostro del otro, con su dolor, con sus
reclamos, con su alegría, para así aprender a valorar ese encuentro, como también hallar la compañía y amor de Jesús. Es por tanto urgente acabar con lo que Francisco llama «la globalización de la indiferencia» (EG 54).
Finalmente, entre muchas otras recomendaciones, Francisco no se cansa de insistir que es necesario ser creativos, puesto que la creatividad es como la cultura vertebral de quien anuncia el
Evangelio26. Tenemos que seguir la huella del actuar de Dios que es siempre creativo (EG 11), sale
al encuentro, no está encerrado. Para ser creativos es necesario responder al amor de Dios que
quiere valerse de nosotros como seres vivos y libres, tenemos que dejarnos penetrar por su Palabra
y no tener miedo de cambiar para adecuarnos a las circunstancias en las que hay que anunciar
el Evangelio (EG 151.156).
26 Cf. Papa Francisco, Discurso a los participantes en el Congreso Intern
INFORME SOBRE EL PROCESO, S.I.N.E, sistema integral para la nueva evangelización, en la Arquidiócesis de Ibagué, año 2014. El 25 de Enero del año 2014, Monseñor Gustavo Vásquez Montoya, Vicario de Pastoral de nuestra Arquidiócesis, se reunió con todas las delegaciones del proceso SINE, en el Colegio Tolimense de la ciudad de Ibagué. los participantes recibieron formación, la temática estuvo centrada en el tema de la importancia de la catequesis de adultos como etapa primordial en el proceso de la evavngelización. A continuación un extracto de esas catequesis.
CATEQUESIS DE ADULTOS ETAPAS EN EL PROCESO DE EVANGELIZACIÓN EN LA ARQUIDIÓCESIS DE IBAGUÉ. COLOMBIA S.I.N.E MINISTERIO CATEQUESIS DE ADULTOS ESTRUCTURA
- INTRODUCCIÓN:
La renovación de la catequesis de adultos es relativamente reciente; la catequesis estaba centrada en las etapas de la niñez y en la preparación a la primera comunión.
Un alto porcentaje de adultos no están suficientemente evangelizados, son poco practicantes y se mantienen alejados.
Es necesario cambiar, y dar a la catequesis la importancia que se merece: “esta catequesis debe ser considerada como la forma principal de la catequesis, a la que todas las demás, ciertamente necesarias, se ordenen. Esto implica que la catequesis de otras edades debe tenerla como punto de referencia y articularse con ella en un proyecto catequético coherente de pastoral diocesana”. (DGC 59; Cfr. CT 43).
En la tradición cristiana la catequesis propiamente dicha ha sido la de adultos; ejemplo de ello fue la catequesis catecumenal de los primeros siglos.
Las personas adultas son responsables de la familia, de la sociedad, por lo tanto, la catequesis, con la Palabra de Dios, vendrá a ser la que dé sentido, unidad y esperanza a la vida familiar y social. (Cfr. DGC 173).
El proceso evangelizador está estructurado en etapas o momentos: acción misionera, acción catequética y acción pastoral.
El momento de la catequesis es una etapa de la evangelización que trata de conducir a la adultez en la fe a quienes han optado por el Evangelio o se encuentran deficientemente iniciados en la vida cristiana (Cfr. CT 18). Va dirigida a los necesitados de un proceso de iniciación y a llenar vacíos en su iniciación.
Esta acción se orienta a las personas que, mostrando interés por el Evangelio les falta una experiencia de encuentro profundo con Jesucristo, una síntesis orgánica y significativa del contenido de la fe, no tienen un suficiente conocimiento y manejo de la Palabra de Dios, adolecen de un nivel adecuado de experiencia comunitaria, les falta proyección apostólica y poco influyen en la transformación cristiana de su entorno.
Se necesita un trabajo serio de educación de adultos (Cfr. ChL 57) para que la totalidad de la acción evangelizadora funcione bien. Su papel es de fundamentación que consolidará la vida comunitaria y su proyección misionera.
2. MARCO DOCTRINAL
2.1 La catequesis debe inspirarse en la manera como Jesús formaba a sus discípulos. Jesús realiza una enseñanza especial con sus discípulos (Mc 4, 10), les enseña a orar (Lc 11, 1), los acompaña, los estimula a imitar sus actitudes (Mt 11, 29) y los envía a evangelizar (Lc 10,1; Mc 16,15).
2.2 La adhesión de la fe reclama el conocimiento de la fe; la catequesis entonces debe ofrecer una síntesis orgánica y significativa del mensaje cristiano, que tenga como fuente principal la Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia. Además debe ofrecer una capacitación básica para orar y celebrar en la liturgia. La fe se proclama, se celebra, se confiesa y se hace oración; es muy importante la vinculación a Jesucristo a través de la oración y la liturgia.
2.3 Los pasos de la catequesis de adultos nos hablan de una gradualidad inspirada en la misma tradición cristiana y en la naturaleza misma de la catequesis que acompaña el proceso de conversión de la persona. La conversión es permanente, no se da de una vez para siempre y de forma definitiva. (Cfr. DGC 89). Dicha gradualidad debe tener en cuenta: