Para los católicos, la Biblia –Antiguo y Nuevo Testamento– está formada por 73 libros: 46 del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo Testamento. Los protestantes de las principales denominaciones, sólo aceptan una lista bíblica de 66 libros: 39 del Antiguo Testamento y 27 del Nuevo.
Como se ve, la diferencia entre católicos y protestantes se encuentra, no en el canon o lista de los libros del Nuevo Testamento, sino del Antiguo.
Antes se manejaba la hipótesis de que en el judaísmo había dos cánones, el largo (o alejandrino) y el corto (o palestinense). De acuerdo a esto, la Iglesia había seguido el canon largo o alejandrino, mientras que los judíos a partir del siglo I ó II después de Cristo, se habrían quedado con el canon corto o palestinense.
Hoy en día esta hipótesis es rechazada por las siguientes razones:
a) Por un lado, la traducción de la Biblia hebrea al griego no fue una obra unitaria en su finalidad o proyecto, ni fue traducida simultáneamente.
b) Por otro lado, conocemos la mayor parte de la Biblia de los Setenta a través de códices cristianos del siglo IV y V después de Cristo. Por lo tanto, ellos reflejarían, en todo caso, el uso cristiano de este tiempo. Y aún allí mismo, podemos comprobar la variabilidad que existía en algunos puntos.
c) Además, entre los judíos de Palestina no había una uniformidad en lo que respecta al canon; por esto, tampoco podremos hablar de un canon palestinense.
Por todos estos motivos, no podemos conocer las fronteras exactas de los libros reconocidos por los judíos de Alejandría.
Seguramente, además de los libros que habían surgido en Palestina, tenían libros propios compuestos en Alejandría, en lengua griega, como por ejemplo el de la Sabiduría.
La Iglesia católica, lo mismo que la ortodoxa, a partir del Concilio de Hipona en el año 383 después de Cristo, admitió como inspirados no sólo los protocanónicos (o aceptados primero, por eso se llaman de la primera ley) sino los deuterocanónicos (o de la segunda ley), lista que fue confirmada solemnemente por el Concilio de Trento, en 1546.
Hemos de mencionar, como argumento irrefutable para afirmar que la Biblia consta de 73 libros y no de 66, lo siguiente:
La primera comunidad cristiana (Comunidad de los Apóstoles y discípulos del Señor) usó esta traducción de la Biblia griega de los Setenta, es decir el Antiguo Testamento con 46 libros.
Jesucristo, al señalarle a san Pedro: "Te daré las llaves del Reino de Dios; así, lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo" (Mt 16, 19), nos obliga a hacer y a aceptar lo que los primeros cristianos creían, hacían o usaban (sea de palabra o de viva voz).
Los argumentos que los judíos usaron para no aceptar los libros deuterocanónicos como parte del canon del Antiguo Testamento aceptado por ellos, no gozan de la autoridad divina, en virtud, de que en ese momento (año 100 después de Cristo), la Comunidad cristiana ya existía y gozaba de plena autoridad en la materia.
Como vemos, la Iglesia tiene la razón al afirmar que la Biblia consta de 73 libros y no de 66 como dicen las sectas.
No hay que olvidar que la Biblia es la Palabra de Dios puesta por escrito en un momento privilegiado de la Tradición, por lo tanto nada puede añadirse, ni nada puede quitarse "La economía cristiana, por ser la alianza nueva y definitiva, nunca pasará; ni hay que esperar otra revelación pública antes de la gloriosa manifestación de Jesucristo nuestro Señor" (La Divina Revelación, # 4).
Por otro lado, siendo sinceros y honestos descubriremos que: la única institución, la única Iglesia que transmitió por más de 1500 años la Palabra de Dios al mundo entero, es la Iglesia Católica: en sus monasterios, los monjes copiaban fielmente a mano el texto sagrado, la Iglesia en su Liturgia, en sus celebraciones la veneraba de manera especialísima, la vida de la Iglesia gira en torno a Cristo y éste contenido en la Biblia.
¿Cómo aceptar la Biblia y no aceptar a la Iglesia que ha sido fiel custodio y madre para que nada de lo que hay en ella se pierda?
¿Con qué autoridad puede alguien quitar o añadir algo a la Palabra de Dios, si la Iglesia Católica fundada por Jesucristo, haciendo uso de su autoridad divina ha declarado que nada puede añadirse ni nada puede quitarse:
"Ante todo, tened presente que ninguna predicción de la Escritura está a merced de interpretaciones personales; Porque ninguna predicción antigua aconteció por designio humano; hombres como eran, hablaron de parte de Dios movidos por el Espíritu Santo" (2 P 1, 20-21)?.
Los libros que no aceptan las sectas y los Nuevos Movimientos pseudo-religiosos son los siguientes: Tobías, Judit, Sabiduría, Eclesiástico, Baruc y 1 – 2 de Macabeos.
Usando una fórmula fácil de aprender, podemos citar estos libros de la siguiente manera: "ToJuSaEBa Mabis".
4. División temática
Teniendo en cuenta los distintos temas que nos ofrece la Biblia, podemos dividirlos en varios grupos:
Antiguo Testamento
En tiempo de Cristo –y aún ahora-, los judíos clasificaban las Escrituras en tres partes:
la Ley, los Profetas otros Escritos.
La Ley y los Profetas eran los más importantes. El mismo Cristo los cita, por ejemplo, en Mt 7, 12. Los escritos se empleaban en las asambleas. El Eclesiástico los cita en el prefacio de su libro.
Hoy dividimos las Escrituras, así:
Los libros que componen la Biblia
Antiguo Testamento
l Antiguo Testamento comienza con un conjunto de cinco libros, a los cuales los traductores griegos dieron el nombre de Pentateuco (penta = cinco; teuco = instrumentos, de donde provino luego la expresión "estuches" para los rollos de papiro y finalmente "libros"). Los judíos llaman a estos cinco libros la Torah o la Ley y los cinco libros eran cada uno un "quinto" de la Ley.
Estos cinco libros son :
Pentateuco
Éxodo
Génesis
Levítico
Números
Deuteronomio
Libros sapienciales
Salmos
Job
Proverbios
Eclesiastés
Cantar de los Cantares
Sabiduría
Sirácide (Eclesiástico)
Libros históricos
Josué
Rut
I Samuel II Samuel
I Reyes II Reyes
I Crónicas II Crónicas
Esdras
Nehemías
Tobías
Judit
Ester
I Macabeos II Macabeos
Los judíos llaman "profetas anteriores" a Josué, Jueces, Samuel y Reyes ya que en ellos se encuentra la historia de los grandes profetas: Elías, Eliseo y aún Samuel.
A los que nosotros llamamos profetas, los judíos los llaman profetas posteriores
Digamos también que para la Biblia griega, los libros de Samuel y Reyes formaban una sola unidad y los llamaban libros de los Reyes. Del mismo modo, los libros I y II de Crónicas, formaban uno solo con Esdras y Nehemías, por considerarse como obra del mismo autor.
La Biblia griega y la Vulgata de san Jerónimo llaman a Crónicas con el nombre de Paralipómenos.
Libros proféticos
Isaías
Jeremías*
Lamentaciones
Baruc
Ezequiel
Daniel
Oseas
Joel
Amós
Abdías
Jonás
Miqueas
Nahum
Habacuc
Sofonías
Ageo
Sofonías
Zacarías
Malaquías
En algunas ediciones de la Biblia, los libros de Jeremías y Lamentaciones vienen unidos como un solo libro.
Nuevo Testamento
Evangelios
Mateo
Marcos
Lucas
Juan
Hechos de los apóstoles
Pertenecen a este grupo 21 Epístolas o Cartas:
Cartas del Nuevo Testamento
Romanos
I Corintios
II Corintios
Gálatas
Efesios
Filipenses
Colosenses
I Tesalonicenses
II Tesalonicenses
I Timoteo
II Timoteo
Tito
Filemón
Hebreos
Cartas Católicas
Santiago
I Pedro
II Pedro
I Juan
II Juan
III Juan
Judas
Apocalipsis