21 November 2024
 

INGENIERÍA GENETICA

Jorge Humberto Peláez s.j.[1]   El Proyecto Genoma Humano

  • ¿Qué es el«genoma humano»? Es el conjunto de cromosomas y los genes que ellos contienen, que están localizados en cada célula humana.
  • Objetivo de este proyecto: encontrar la localización precisa en los cromosomas de los 50.000 o más genes, y determinar la secuencia de los nucleótidos, que son 4: A= ademina; C = citosina; G = guanina; T = Thymina.  La secuencia completa de los nucleótidos se estima que representa 3 billones de pares de base.
  • Este proyecto ha sido posibilitado por dos revoluciones: la revolución biológica, o del DNA, y la revolución informática, o de los computadores

[1]  El Padre Peláez es licenciado en Filosofía  (Universidad Javeriana),  Magíster en Ciencias Políticas (Universidad Javeriana), Doctor en Teología Moral (Universidad Gregoriana).  Es profesor titular de bioética de la Facultad de Medicina de la Javeriana y es Vicerrector Académico de la Pontificia Universidad Javeriana.

  • Presupuesto del Proyecto Genoma Humano: el presupuesto total es de 3.000 millones de dólares, lo cual significa 200 millones anuales.
  • Fechas importantes de este proyecto:

¬  Planeación: 1985 a 1990.

¬  Comienzo oficial: 1 de octubre de 1990.

¬  Fecha prevista de finalización: 30 de septiembre de 2005

  • ¿Para qué va a servir el Proyecto? Una vez que se conozca la localización del gene:

¬  Será posible hacer un diagnóstico preimplantatorio o prenatal.

¬  Será posible detectar a los portadores de enfermedades transmisibles.

¬  Será posible un diagnóstico específico de tumores.

¬  Será posible la identificación de predisposiciones a ciertas enfermedades.

  • ¿Qué no dirá este Proyecto?  Suponiendo que se logre levantar el mapa de los genes, el Proyecto Genoma Humano no dirá cuáles son las funciones de ellos, no dirá qué variaciones se presentan entre los 6.000 millones de habitantes de la tierra, no dirá qué correlaciones se dan al producirse variaciones en esos genes.  El Proyecto Genoma Humano proporcionará material de estudio para muchísimos años!
  • Algunas inquietudes éticas que suscita el Proyecto Genoma Humano:

¬  Habrá una brecha muy amplia entre lo que se puede diagnosticar y las terapias disponibles.  Hoy se plantea un nuevo derecho, el «derecho a no saber», pues se pregunta para qué imponer a una persona el peso enorme de un diagnóstico para algo que no tiene solución o terapia conocida?  ¿para qué plantear dilemas morales que se apoyan en probabilidades.

¬  Reduccionismo: algunos optimistas ingenuos creen que cuando se haya identificado el último nucleótido se sabrá todo sobre el ser humano.

¬  Determinismos: algunos pueden creer que existe una relación directa e inevitable entre la constitución genoma y las enfermedades o las características del comportamiento, como si no intervinieran otros factores.

¬  Privacidad y confidencialidad de la información genética:  puede ser que esa información traiga como consecuencia estigmatización y ostracismo.  ¿Qué pasará si esa información llega a manos de los empleadores y de las compañías de seguros?

¬  Desde una perspectiva utilitarista hay quienes se preguntan si el proyecto no es un despilfarro de recursos que podrían emplearse mejor en otras necesidades de la salud.

¬  Están en juego el hombre y el mundo en cuanto creación de Dios: ¿Qué posibilidades de intervención puede reivindicar el científico cristiano y qué riesgos puede asumir sin comprometer el proyecto de Dios?

¬  Puede afectar el curso de la evolución:  al descifrar el Genoma Humano se crean las condiciones para que el hombre pueda intervenir sobre el curso de la evolución ya que puede introducir modificaciones en ella, aunque permanezca impotente ante las consecuencias de su acción.

¬  Tentación de la eugenesia: existe la posibilidad real de mejorar el genotipo humano.  Esta posibilidad no puede rechazarse de manera absoluta siempre que no se apoye en una concepción materialista y racista del ser humano y no atente contra la igualdad fundamental de los seres humanos.

Diagnóstico prenatal

  • Técnicas médicas para el diagnóstico prenatal:  estas técnicas permiten descubrir, en el curso del embarazo, un cierto número de anomalías o de malformaciones.  Y cuando el diagnóstico se revela positivo se sigue, de hecho muy a menudo, la decisión de interrumpir el embarazo.
  • Dos problemas éticos que plantea el diagnóstico prenatal:  el riesgo y la finalidad con que se hace:

¬  Riesgo: Este riesgo siempre debe ser valorado en el interés exclusivo del feto.  Diagnósticos prenatales arriesgados pueden ser de gran interés para el progreso de la ciencia médica y, en consecuencia, para la comunidad; pero cuando pueda ser contrario al interés del feto singular, entonces no es aceptable: el feto se encuentra en la situación de un sujeto de experimentación no terapéutica, y falta el requisito del consentimiento libre e informado.  No vale el consenso de los padres (...):  la libre disponibilidad de sí mismo para el bien de la comunidad no se puede presumir ni delegar.

¬  Finalidad:  es lo más problemático, desde el punto de vista ético.

  • De hecho, una de las principales finalidades, si no la principal, es la eugenésica: las instituciones médicas que ponen en práctica estas técnicas de diagnóstico de malformaciones congénitas lo hacen (.....) con fines eugenésicos.  Para muchas de ellas se trata de determinar la calidad del niño que va a nacer y de hacer abortar los embriones o fetos que tienen un riesgo importante de estar afectados de malformaciones graves.
  • El diagnóstico prenatal, tal como se está usando en la actualidad, implica un giro profundo en el ejercicio de la medicina:  El ejercicio de la medicina ha tenido como eje la curación.  En el caso del diagnóstico prenatal el conocimiento médico conduce actualmente a la supresión de un ser vivo.  Este hecho parece cambiar la realidad de la medicina.  Surge aquí una contradicción difícil de superar:  un ser humano es eliminado porque está enfermo, lo cual cuadra mal con las perspectivas tradicionales de la medicina.
  • La Organización Mundial de la Salud habla de la salud reproductiva:  se entiende la salud como el completo bienestar físico, sicológico y social del ser humano.  Para la mujer, este completo bienestar incluye no sólo la prevención de las enfermedades, de las infecciones que pueden afectar al niño y a la madre, sino también la contracepción, el aborto y la esterilización.  Este concepto de salud reproductiva es profundamente ambiguo y oculta implícitos inaceptables desde el punto de vista ético.

Diagnóstico preimplantario

  • Ampliación de las enfermedades diagnosticables:  cada día son más numerosas las enfermedades que se pueden diagnosticar mediante las técnicas genéticas: no sólo las enfermedades más graves, sino las dolencias leves o predisposiciones hacia ciertas enfermedades.
  • Surgirán muchos tests para diagnosticar enfermedades genéticas.  Estos medios diagnósticos cada día serán más accesibles.  Este diagnóstico se convertirá en una de las fases de la fecundación invitro: si se tienen los embriones, ¿por qué no hacerles las pruebas antes de transferirlos? Hoy en día es posible separar una célula de un embrión preimplantario, estudiarla y así seleccionar su sexo para evitar el nacimiento de un niño afectado por una enfermedad ligada al sexo...
  • Usuarios: este diagnóstico preimplantario no sólo se aplicaría a parejas de alto riesgo genético, sino que podría llevar a un espiral de necesidades crecientes y así se buscaría esta información genética para tener un embarazo y un parto libre de todo riesgo de anomalías... (y esto no es posible).
  • Peligros de un recurso masivo a estas técnicas: sería como abrir una caja de pandora que aporta más dificultades que soluciones.
  • Dudas que hacen surgir los altos costos de este diagnóstico: siendo escasos los recursos de la salud, ¿qué prioridad deberá darse a este tipo de diagnóstico?  Las enfermedades genéticas no son el principal problema de morbimortalidad infantil; son peores las consecuencias de la pobreza, de la desnutrición, etc.
  • Si se llega a un diagnóstico cada vez más precoz y perfecto, ¿quién se arriesgará a tener un niño? Nunca se tendrá el niño perfecto.

Criterios éticos y jurídicos sobre la investigación en seres humanos

  • Por qué la experimentación con seres humanos?

¬  El ser humano es un ser que se pregunta el por qué, el para qué, el cómo.  La capacidad de preguntar y de preguntarse lo distingue de los demás seres que lo rodean.  Las respuestas que va encontrando constituye los diversos tipos de conocimiento: respuestas elaboradas mediante el sentido común, conocimiento ilustrado, conocimiento científico.

¬  Las ciencias tienen su camino propio para aumentar el caudal de sus conocimientos.  Este camino propio y sistemático se llama investigación.  Ahora bien, hay muchos tipos de investigaciones, dependiendo de la índole del conocimiento científico.  Es diferente la metodología que siguen el historiador, el lingüista, el astrónomo, el biólogo, el teólogo... Por eso la investigación no puede ser entendida de manera unívoca sino análoga.  Y una de las formas de investigar, aunque no la única, es la experimentación.

¬  Al hablar de la experimentación como camino que conduce al progreso, no podemos caer en el optimismo del siglo de las luces, optimismo que la experiencia se ha encargado de derrotar.  Toda experimentación comporta riesgos, y el mayor de los riesgos consiste en que se vuelva contra el mismo hombre: la primitiva hacha de piedra sirvió como instrumento de civilización, pero también sirvió para cortar cabezas.

¬  Pero, ¿cómo justificar que la experimentación se haga con seres humanos?

¬  La experimentación en el ser humano, con todos sus riesgos y posibles abusos, es imprescindible.  Deberá insistirse siempre en la necesidad de una experimentación previa en el laboratorio y en animales, pero siempre tiene que llegar un momento en que hay que dar el salto hacia la experimentación humana.  Y en este salto pueden surgir complicaciones que no se habían detectado en los animales, aun en los más próximos.

¬  El bien común: ya que la investigación trae el progreso y éste interesa a la sociedad, la experimentación humana ha llegado a ser un interés social.

Tipos de experimentación con seres humanos

¬  Dentro de la experimentacón con seres humanos se presentan situaciones muy diversas con implicaciones éticas diferentes y que, por tanto, exigen un análisis cuidadoso y un manejo diferenciado.

¬  Entre los diversos tipos de experimentación, encontramos, en primer lugar, la autoexperimentación, cuyo valor científico es muy discutible.  ¿Cuáles son los argumentos para cuestionar la validez científica de la autoexperimentación? Al ensayar un tratamiento o una nueva droga, se necesita un número significativo de personas, así como la comparación con un grupo de control.  Además no se puede hablar de la imparcialidad del investigador, al ser éste juez y parte.

¬  En segundo lugar, existe la experimentación clínica.  Es el caso de pacientes para quienes no existen terapias médicas experimentadas; en estas situaciones, se recurre a nuevos procedimientos que puedan ofrecer alguna esperanza.

¬  En tercer lugar, se da la experimentación no clínica.  Es la que se lleva a cabo en personas sanas.  Plantea los interrogantes éticos más serios.

¬  La administración Federal de Alimentos y Fármacos (FDA) de los Estados Unidos ha establecido los requisitos para poder realizar experimentos con personas sanas; que se hayan llevado a cabo extensos estudios sobre animales; que el investigador se distinga por sus credenciales científicas; que el experimento haya sido diseñado cuidadosamente.  Además, la FDA ha fijado las tres fases que deben ser respetadas en todo experimento terapéutico y no terapéutico.  La primera fase es el momento más arriesgado, pues se trata de establecer la toxicidad, metabolismo, absorción, principales efectos secundarios; no se trata de medir el valor terapéutico, sino que es una prueba de seguridad.  Después de superar exitosamente la prueba de seguridad, viene la segunda fase, en la que el nuevo fármaco es probado sobre un limitado número de pacientes que sufren la enfermedad para cuya cura está proyectado el fármaco.  Finalmente, en la tercera fase, el fármaco experimental es suministrado a un gran número de pacientes para comprobar todavía más su seguridad y eficacia, así como para determinar los esquemas de dosis óptimas.

  • Algunos documentos internacionales sobre la experimentación con seres humanos:

¬  La comunidad médica internacional ha producido unos documentos que ofrecen unas pautas éticas para la experimentación con seres humanos.  Estos documentos son respuesta a situaciones que cubrieron de luto a la humanidad y de vergüenza a unos médicos indignos de su profesión, que pisotearon el juramento hipocrático.

Código de Nuremberg

¬  El juicio de Nuremberg es tristemente célebre.  Su desarrollo ha quedado consignado en libros, películas, etc.  Para que la humanidad no olvide la locura del nazismo, que costó tantos millones de muertos.

¬  Durante el juicio, los defensores de los médicos nazis argumentaron que éstos estaban ejecutando las órdenes que venían de sus jerarcas.  Con un cinismo escalofriante afirmaron que los experimentos se habían realizado con prisioneros que de todas maneras iban a morir.  ¿Por qué no obtener algún beneficio para la humanidad de su muerte anticipada?  En coherencia con su filosofía política, afirmaron que la adquisición del conocimiento y el avance de los fines sociales debían estar por encima del individuo.

¬  Después de los juicios de Nuremberg, el tribunal judicial, con la ayuda de expertos médicos redactó un borrador de código de conducta.

¬  Veamos algunas de las pautas éticas que establece el código de Nuremberg: el consentimiento voluntario excluye cualquier tipo de coacción y no permite la investigación en niños ni en deficientes mentales.  El consentimiento debe ir precedido de una adecuada información y de una suficiente experimentación animal.  Debe ser realizada por investigadores idóneos.  No puede causar la muerte o la incapacidad física del paciente.  Durante la realización del experimento, el sujeto es siempre libre para retirar su consentimiento.

Declaración de Helsinki

¬  Fue aprobada en 1964, en la XVIII Asamblea Médica Mundial, en Helsinki.  Y fue revisada en 1975, en la XIX Asamblea Médica Mundial, realizada en Tokio.

¬  Al comparar la Declaración con el Código, se advierte que tienen en común lo referente al consentimiento informado y la exigencia de que la experimentación animal preceda la humana.

¬  Como aportes originales están la distinción entre investigación clínica y no clínica, y el reconocimiento de la licitud del consentimiento vicario.

¬  Algunos criterios éticos para la investigación en seres humanos, que son más o menos aceptados por la comunidad internacional.

Primer criterio: considerar a la persona humana como una totalidad

¬  Víktor von Weizäcker analiza los abusos cometidos por los médicos nazis en los campos de concentración y llega a la conclusión de que estos abusos fueron el resultado de la formación que recibieron en las Facultades de Medicina.  Allí asimilaron, principalmente a través del comportamiento de los docentes, un enfoque naturalista –cientifista que hace ver al hombre como un objeto que se administra, una máquina que se hace funcionar o detener.

¬  ¿A dónde conduce este reduccionismo mecanicista?  A una vivisección de la persona humana, que es despojada de su totalidad.  Se puede decir que el ser humano es excluido, como persona, del campo de la investigación y de la terapéutica.  Se queda fuera de la puerta del hospital y del laboratorio.  Ahí entran solamente su cuerpo, sus órganos, sus funciones biológicas.

¬  La preocupación por la formación ética impartida en las Facultades de Medicina no es un problema histórico que se circunscribe a la Alemania nazi.  No. Es una preocupación de enorme actualidad.

Segundo criterio: ver la investigación médica como un quehacer ético

¬  Lo primero que hay que clarificar es la relación entre investigación y ética:  ¿son dos realidades totalmente ajenas? ¿o se da una subordinación de una respecto de la otra?  Detrás de estos interrogantes hay una discusión muy profunda y es la relación entre ciencia y valores, sobre la cual se ha escrito mucho...

¬  Para poder responder a esta compleja pregunta, hay que distinguir entre la investigación como saber y la investigación como actividad.  La ética debe ser profundamente respetuosa de la investigación como saber, pues éste es autónomo con la autonomía propia de la ciencia, en cuanto tiene sus propias leyes y métodos

¬  Después de afirmar sin reticencias la autonomía de la investigación en cuanto saber, podemos expresar otra proposición:  la autonomía no significa necesariamente desconocimiento mutuo.  La ética puede prestar un servicio a la investigación entendida ésta como actividad.  ¿Cuáles serían las modalidades de este servicio?

¬  La ética puede ayudar a clarificar el punto de partida, el itinerario y el punto de llegada de la investigación, de manera que sea para el bien de la persona y de la comunidad humana.

¬  La ética puede ayudar a formular la pregunta adecuada, porque hay preguntas éticas y preguntas antiéticas.  Los nazis fueron tristes maestros de la pregunta antiética.  Recordemos sus experimentos con prisioneros: ¿cuánto tiempo puede sobrevivir alguien en agua helada? ¿cuál es la máxima resistencia al dolor?

¬  En un momento determinado, la ética podría sugerir detener la investigación porque ésta pudiera poner en peligro los valores de la persona y/o los de la comunidad.

¬  También la ética tendría una palabra que decir en cuanto a la destinación de los fondos otorgados para la investigación, de manera que se tengan en cuenta criterios tales como el bien común y la justicia social.

¬  Al diseñar y realizar una investigación, entran en juego motivaciones e intereses que pocas veces se explicitan.  Motivaciones e intereses que deben ser revisados críticamente pues caben verdades a medias, agendas encubiertas.  Detrás de todo esto hay una jerarquía de valores.

¬  El primer valor que debe ser considerado es el científico.  El rigor científico en el diseño y realización de un experimento lo califica éticamente.  Este criterio debe hacer pensar en el rigor con que se manejan aspectos tales como el tamaño de las muestras, la significación estadística, etc.  Algunos seudoinvestigadores tropicales manejan con ligereza la metodología científica sin caer en la cuenta de la gravedad de sus acciones y omisiones.  Este deseo miope de economizar tiempo y de ganarse sin mayor esfuerzo unos honorarios es un grave atentado contra la salud de la comunidad.

¬  También hay que tomar conciencia de la presión que ejercen las instituciones sobre sus miembros.  Estas presiones para que se investigue y se publique pueden conducir a un desplazamiento de la ética.

¬  Las presiones ejercidas sobre el médico, el afán del prestigio, del éxito y del dinero están conduciendo a una desfiguración de los valores.  ¿Qué hacer ante este hecho?  Iniciar un proceso de toma de conciencia de manera que se descubra que, además de los valores científicos y económicos, hay otros aspectos igualmente importantes, o quizás más importantes, como son los relacionados con la ética, por ejemplo la dignidad de la persona, la verdad, la justicia, la honestidad...  Hay que superar el horizonte de lo estrictamente científico–profesional para abrirse a otras realidades y para acoger lealtades más amplias.  La única lealtad no puede ser con el propio éxito profesional.

¬  Dentro de la ética de la experimentación, los Comités de Investigación están llamados a desempeñar un papel insustituible tanto en la aprobación de los proyectos como en su seguimiento, de manera que se salvaguarden el rigor científico y la transparencia en las relaciones médico – paciente.

Tercer criterio:  la relación riesgo–beneficio

¬  Es obvio que el riesgo es una condición inherente a los procesos humanos.  Aunque es posible reducirlo mediante la experimentación previa en animales, siempre estará presente.  De lo contrario no se trataría de una auténtica investigación, es decir, de una exploración de nuevas áreas del conocimiento científico.

¬  Por eso la relación riesgo–beneficio debe ser analizada mediante premisas rigurosamente científicas, de manera que la esperanza de resultados positivos se presuma incuestionablemente superior a los riesgos.

¬  Cuando se habla de sopesar la relación riesgo–beneficio existe el peligro de darle a este análisis una impronta excesivamente cuantitativa y pragmática, a la manera de los cálculos económicos.  Por eso sería más adecuado hablar de una proporción entre los riesgos e incomodidades, y los resultados positivos que se esperan.  Este vocabulario de la “proporcionalidad” toma distancia de la mentalidad puramente numérica para sugerir un análisis axiológico.

  • En consecuencia, la investigación en el campo de la genética deberá respetar las líneas éticas que son comunes para cualquier tipo de investigación en la que entren los seres humanos como objeto de estudio.

Criterios éticos y jurídicos sobre la investigación genética

-           Los diversos Estados y los organismos internacionales están desarrollando numerosos instrumentos jurídicos sobre asuntos concernientes a la Biomedicina ¿Por qué estos intentos de «normatización» política y jurídica?

¬  Porque se cree que el impacto que puede tener la tecnología genética es tal que no se puede dejar a la libre iniciativa de los investigadores, sino que debe tener unos cauces fijados por la sociedad.

¬  Porque las consecuencias de sus acciones trascienden a los individuos y afecta a la sociedad como un todo.

¬  Porque se puede afectar la naturaleza misma del hombre al modificarse el «pool» genético.

¬  Porque el enorme pluralismo ético de hoy hace prácticamente imposible ponerse de acuerdo sobre valores fundamentales.  Entonces se acude a la ley para que resuelva el asunto... Ahora bien, los «consensos jurídicos y políticos» no garantizan la verdad.

  • De la lectura de estos documentos emergen unas líneas–fuerza sobre la ética de la Ingeniería Genética:

¬  Se han disipado los temores iniciales.  En consecuencia, las regulaciones se han flexibilizado.

¬  Se reconoce la libertad de investigación, la cual se debe conciliar con los valores humanos y sociales.

¬  Se aceptan los grandes beneficios médicos, alimenticios e industriales de las técnicas de la Ingeniería Genética, pero cada vez son más fuertes las voces de los grupos ecológicos.

¬  Se admite la terapia génica de las células somáticas, siguiendo los grandes principios éticos que rigen la investigación biomédica en seres humanos.  Se rechaza la manipulación de las células germinales, así como la manipulación con significado eugenésico o social.

¬  El análisis del genoma humano, sólo podrá hacerse voluntariamente, con el máximo de confidencialidad.  Y no podrá usarse con fines negativos o discriminatorios.

¬  La Ingeniería Genética es de tal importancia para la sociedad que no se puede dejar en las solas manos de los científicos.

  • Decálogo de la Manipulación Genética, según Javier Gafo:

1)       Las investigaciones en la naturaleza están permitidas, pero han de realizarse con un gran sentido de la responsabilidad y con una ponderación de sus posibles consecuencias para el presente y el futuro de la humanidad.

2)       La nueva genética nos lleva a ver a todos los seres vivos, incluido el hombre, de una forma más cohesionada, como formando parte de la misma biosfera y del mismo destino común.  La responsabilidad del hombre y de la ciencia sobre la bioesfera constituye hoy una exigencia ética fundamental.

3)       La libertad de investigación no es absoluta; tiene como límite el bien de la humanidad.  No se trata de un derecho absoluto e ilimitado, ya que puede entrar en conflicto con otros valores y derechos humanos.

4)       Los objetivos de la investigación genética deben tener una orientación terapéutica en sentido amplio; hay que buscar siempre un aumento en humanidad.

5)       La Ingeniería Genética hace posible modificar los seres vivientes y producir alteraciones para cuya realización la naturaleza ha necesitado centenares de miles de años.  Esta enorme posibilidad exige un alto sentido de la responsabilidad y una continua evaluación de sus consecuencias.

6)       La biotecnología y la Ingeniería Genética constituyen un importante motivo de esperanza para la humanidad.  Los temores iniciales se han disipado y, en las actuales circunstancias, es necesario probar a priori que tales investigaciones son peligrosas.

7)       Los experimentos genéticos no pueden lesionar o poner en peligro la vida, la salud y la integridad personal del ser humano, incluido el no-nacido.  En la experimentación hay que recordar que el hombre no puede convertirse en medio para obtener un fin.

8)       El análisis del genoma puede realizarse con el presupuesto de la voluntariedad y el bien del individuo y no para una eventual discriminación.  Eso lesionaría los derechos fundamentales.  Tampoco puede admitirse su aplicación para conocer la intimidad biológica.

9)       La terapia génica de las células somáticas en principio está permitida.  Debe valorarse como se valoran las técnicas de trasplantes.  Hay que ponderar los riesgos.  Se excluye la terapia génica de las células germinales.

10)   Hay que excluir éticamente la utilización de la manipulación genética para la producción de «hombres óptimos», ya que atentaría contra la no-disponibilidad de la individualidad humana.  No se puede caer en el dominio del hombre sobre el hombre.

  • Lo portadores de enfermedades genéticas

¬  Existe el peligro de estigmatización y de discriminación.  Frente a esta situación, la sensibilidad de la sociedad no es tan tolerante como uno quisiera...

¬  Muchos olvidan que todo ser humano es portador de determinados defectos genéticos.  De ahí que las únicas actitudes son el respecto y la solidaridad.

¬  Desafío educativo:  hay que favorecer una educación que promueva el respeto hacia el otro: de las parejas entre sí, de padres e hijos, de médicos y pacientes, etc.  Esta educación para el respeto implica el reconocimiento de la finitud de nuestra existencia, reconocimiento que es básico para poder ser felices.

Sugerencias para la acción pastoral de la Iglesia

1. Diálogo entre Iglesia y la comunidad científica

-       Hay que favorecer los encuentros entre la Iglesia y la comunidad científica.  A este propósito nos permitimos hacer las siguientes sugerencias.

-          Es necesario encontrar áreas comunes de interés:  para que puedan sentarse a dialogar los miembros de la comunidad científica y los representantes de la Iglesia, es necesario individuar intereses comunes y preocupaciones compartidas.  A manera de ejemplo, podemos hablar del reconocimiento de la dignidad del ser humano que no es medio sino fin, la importancia de la familia para la marcha de la sociedad, la preocupación por el futuro de la humanidad, la toma de conciencia sobre el deterioro de la calidad de vida, etc.  Hay muchos puntos comunes que conviene explicitar como punto de partida de este diálogo interdisciplinario.

-          Este diálogo exige una gran claridad epistemológica:  Cada uno de los participantes en este diálogo entre la Biomedicina y la Teología Moral necesita criterios muy claros sobre el significado y los alcances de una sana autonomía, tal como nos la presenta la Constitución Pastoral Gaudium et Spes, n. 36:

    Si por autonomía de lo terreno entendemos que las cosas y las sociedades tienen sus propias leyes y su propio valor, y que el hombre debe irlas conociendo, empleando y sistematizando paulatinamente, es absolutamente legítima esa exigencia de autonomía, que no sólo la reclaman los hombres de nuestro tiempo, sino que responde además a la voluntad del Creador.  El cual, por el hecho mismo de la creación, dio a las cosas una propia firmeza, verdad, bondad, propias leyes y orden que el hombre está obligado a respetar, reconociendo el mérito propio de cada una de las ciencias o artes.

Pero si autonomía de lo temporal quiere decir que la realidad creada no depende de Dios y que el hombre puede disponer de todo sin relacionarlo con el Creador, no hay ni uno solo de los que admiten la existencia de Dios que no vea la falsedad envuelta en tales palabras.  La creatura sin el Creador se esfuma.  Más bien, cuantos creen en Dios, sea cual fuere su religión, escucharon siempre esa voz de Dios cual revelación suya en el lenguaje de la creación.  Más aún, el olvido de Dios puede volver opaca a la creatura.

-          El reconocimiento del valor de realidades tales como la ciencia y la tecnología, así como de su sana autonomía trae como consecuencia un profundo cambio en las relaciones entre la Iglesia y la comunidad científica.  Ya no se trata del encuentro, muchas veces problemático entre dos poderes, no se trata de competir con, sino de servir a un segmento importante de la sociedad – los científicos – que trabajan y luchan por obtener un futuro mejor para la humanidad. En esta perspectiva es más fácil para la Iglesia llevar a cabo su acción evangelizadora.

-          La claridad epistemológica, que supone criterios precisos sobre la autonomía, exige que cada uno de los participantes en ese diálogo sea consciente de los alcances y de los límites de su disciplina.  Dicho con otras palabras, que sepa cuál es el aporte específico que le corresponde y en qué no es competente y por tanto debe escuchar humildemente las luces de los otros interlocutores.

-          El reconocimiento de las competencias y de los límites supone una apertura mental y afectiva, dejando a un lado sospechas y prejuicios.

-          Para este encuentro entre la comunidad científica y la Iglesia es necesario explicitar las dificultades provenientes del lenguaje y de la manera propia de argumentar de cada una de las disciplinas.  Cada ciencia tiene un lenguaje especializado que le es propio, lenguaje que es incomprensible para los no iniciados.  Sin sacrificar la precisión conceptual, hay que buscar un lenguaje lo más universal y comprensible posible...  Algo semejante se puede decir sobre la manera de argumentar que tiene cada una de las ciencias.  Para que este encuentro entre la Biomedicina y la Teología Moral sea fecundo hay que buscar una «tierra común» en cuanto a la forma de analizar y de argumentar.  Pienso que esa  «tierra común»  no es otra que la  «recta razón».

2.         En este encuentro con la comunidad científica, la Iglesia tiene una palabra muy importante que decir sobre la dignidad del ser humano

-          La Gaudium et Spes, n. 22 nos recuerda cómo  «el misterio de hombre no se aclara de verdad sino en el misterio del Verbo encarnado».

-          Los grandes misterios de nuestra fe (la creación, la encarnación, la muerte y la resurrección de Cristo, Pentecostés, la comunicación de la vida divina a través de los sacramentos de la Iglesia) impregnan de trascendencia la comprensión del hombre, la familia, el trabajo, el sentido de la vida, la sexualidad, la investigación, la historia.

-          Desde su Antropología trascendente, la Iglesia tiene una palabra profética que anunciar frente a todos los intentos por manipular al hombre, frente a todas las formas de reduccionismo que amenazan su dignidad sagrada.

-          Desde su Antropología trascendente, la Iglesia deberá apoyar todas aquellas iniciativas de la ciencia y de la tecnología que conduzcan al progreso integral del ser humano y deberá denunciar aquellos caminos equivocados que conducen a la degradación del hombre.

3.         En este encuentro con la comunidad científica, la Iglesia tiene una palabra muy importante que decir sobre la objetividad del juicio ético:

-          La civilización de la técnica ha producido el naufragio de las certezas morales sobre las que se apoyaban las grandes culturas, las cuales ahora están a la deriva...

-          Los valores morales aparecen como frágiles y discutibles cuando se confrontan con los absolutos de la ciencia y de la técnica.

-          En el campo de la investigación existe la tentación de lograr los objetivos sin importar los medios.  Los principios que tienden a imponerse son la eficiencia, la racionalidad, el descubrimiento de nuevos horizontes.  La obtención de nuevos conocimientos es el fin que justifica todos los medios.

-          La Iglesia tiene una palabra muy importante que decir a este respecto.  Precisamente la encíclica Veritatis Splendor, de Juan Pablo II, pretende desenmascarar el relativismo y el subjetivismo imperantes.

-          La clave de lectura de la encíclica se encuentra en la relación entre libertad–verdad:  La moral tiene una objetividad.  No todo está en la intención, no todo está en las consecuencias de la acción.  Hay comportamientos que en sí mismos son contrarios a la dignidad del hombre.  ¿Cuál es el papel que juega la verdad frente a la libertad y a la conciencia?  La verdad llama a la libertad y a la conciencia.  Sin este llamado, la libertad no sería libertad sino libre arbitrio en la total indeterminación.  La libertad humana jamás es pura indeterminación, sino que es atraída por un bien.  Así como la libertad es atraída, la conciencia es una escucha a ese llamado de la verdad.  La afirmación del papel central de la verdad frente a la libertad y la conciencia sale al paso de un individualismo radical que cree que puede tomar decisiones sin ninguna referencia superior.

4.         En este encuentro con la comunidad científica, la Iglesia tiene una palabra muy importante que decir sobre la justicia:

-       La Genética, utilizada sin criterios éticos, puede conducir a graves injusticias.

-       La primera gran injusticia es la que se comete contra los embriones y fetos que son abortados porque padecen alguna anomalía.

-       La Iglesia, que siempre ha asumido la defensa de los más débiles, debe continuar denunciando los atentados contra la vida en cualquiera de sus fases de desarrollo: derecho a la vida de los nacidos, de los ancianos, de los enfermos, de los “desechables”, de los niños de la calle...

-       También la Genética atenta gravemente contra la justicia cuando se pone al servicio de ideologías, que buscan la construcción del superhombre...  En estos días conmemoramos los 50 años de la liberación de Auchwitz y vuelven a la memoria los experimentos del Dr. Mengele.

-       La Genética puede conducir a una injerencia de los poderes públicos en la intimidad de las parejas.  El anuncio profético de la Iglesia debe continuar denunciando estos intervensionismos inaceptables.

-       El conocimiento del genoma humano puede convertirse en un instrumento en contra de los portadores de deficiencias genéticas al dar argumentos para que los empleadores les nieguen el acceso al trabajo y las aseguradoras les nieguen la cobertura.  El profetismo de la Iglesia defiende la intimidad de las personas y tutela sus derechos fundamentales.

-       El valor evangélico de la justicia que proclama la Iglesia debe desenmascar aquel postulado del consumismo materialista que propone como ideal la «uniformidad de los productos en serie».  Frente al concepto de uniformidad, que favorece el aborto eugenésico, hay que proclamar la diferencia como valor profundamente humano.  Los seres humanos no pueden ser vistos como productos en serie que reproducen un modelo que se considera perfecto.  Cada existencia humana es única e irrepetible con sus fortalezas y debilidades.  Una mentalidad de comunión descubre en el otro, en el corazón de su diferencia, una multitud de valores y de perspectivas ricas de complementariedad.  Esta mentalidad acoge a los marginados, a los débiles, como seres con los que se puede establecer una relación.  Sus diferencias revelan facetas ocultas de la realidad humana.  Su diferencia acentúa ciertos valores de humanidad.

5.         Un escenario privilegiado para este encuentro entre la comunidad científica y la Iglesia son las Universidades Católicas

-       A este propósito quisiera recordar la sentencia de George Bernard Shaw, quien afirmaba que la expresión  «Universidad Católica» era una contradicción en los términos.  ¿Qué quiere decir este autor?  Este autor sostiene que el sustantivo Universidad es sinónimo de apertura y de libertad; y que el adjetivo Católica dice todo lo contrario siendo sinónimo de dogmatismo, de autoritarismo y de sumisión.

-       Frente a esta posición, viciada por los prejuicios anticatólicos, se yerguen airosas las realizaciones de las Universidades católicas o de inspiración católica, ampliamente respetadas en el concierto nacional e internacional.  Conviene, pues, preguntarnos cómo hacer respetable una Universidad Católica en el concierto nacional e internacional?  La respuesta es muy simple:  una Universidad Católica que quiera ser respetada deberá ser, ante todo, una excelente Universidad que también es católica.  En concreto, esto significa que una Universidad Católica que quiera ser respetada como Universidad deberá caracterizarse por la calidad y dedicación de sus profesores comprometidos con la investigación, la docencia y el servicio a la sociedad; una Universidad Católica que quiera ser respetada como Universidad deberá favorecer la creación de espacios en los que se formulen todas las preguntas y se busquen respuestas en una atmósfera de seriedad, libertad y responsabilidad; una Universidad Católica que quiera ser respetada como Universidad buscará la excelencia científica y tecnológica, e igualmente deberá garantizar un lugar digno a las humanidades, a la filosofía y a la teología, recogiendo así una venerable tradición que se remonta al nacimiento de las primeras Universidades en el siglo XII.