9 November 2024
 

ARQUIDIÓCESIS DE IBAGUÉ

DELEGACIÓN DE PASTORAL FAMILIAR “La Familia, es Discípula y Misionera”

MODULO I CARTILLA DE FORMACION PARA MISIONEROS

MISIÓN POR LAS FAMILIAS 2011 INTRODUCCION

La Familia está en el corazón de Dios y en este año 2011, estará de una manera especial en el corazón de toda nuestra Arquidiócesis, puesto que ha llegado la misión de la familia y con la misión buscamos llegar a cada familia, llevándoles el Anuncio del Evangelio y, por tanto, a un Encuentro personal con Cristo. °°°

Esta misión tiene un interés especial para todos, pues en Aparecida se nos dice que “la Familia es uno de los tesoros más preciados de la humanidad”, además se nos invita para que cada Iglesia particular tenga una pastoral familiar intensa y vigorosa. Vemos claramente, que debemos hacer una opción prioritaria por la familia, ya que ésta viene atravesando por situaciones difíciles, con las cuales se le ataca y se le pone en crisis. Más aún, nosotros, debemos tomar conciencia de que nos falta muchísimo trabajar por la familia, esa familia que “es palestra de valores, cuna de la vida, escuela del más rico humanismo, Iglesia doméstica y educadora de la fe”.

Este año es la oportunidad que se nos da, para que desde nuestras parroquias, colegios, comunidades religiosas y otros grupos e instituciones, realicemos un trabajo serio por la familia y hagamos de ella una familia de Nazaret, en donde se viva el mandamiento verdadero del amor, haciendo de ellas comunidades de vida y amor.

Me permito presentar este primer elemento de trabajo: la “CARTILLA DE FORMACION PARA MISIONEROS”. Es un instrumento básico para su formación, pues su finalidad es hacer tomar conciencia de qué es la misión, qué es la familia. Qué podemos y vamos a hacer por y con nuestras familias.

Todos nosotros, obispo, párrocos, sacerdotes, religiosos, religiosas, diáconos permanentes, misioneros y misioneras, somos responsables de la misión como miembros de la Iglesia que peregrina en Ibagué; todos debemos colaborar de la mejor manera, sin escatimar esfuerzos, haciendo todo lo que esté a nuestro alcance.

Echemos las redes y comencemos éste trabajo de misión con la familia, encomendando todo el trabajo a la Sagrada Familia de Nazaret y a La Inmaculada Concepción patrona de nuestra Arquidiócesis.

FELIX MARIA GARCIA ANGARITA Pbro. Delegado Episcopal de la Pastoral Familiar

PRIMER ENCUENTRO

La misión de la Familia 2011

1. OBJETIVO

Lograr que el discípulo misionero tome conciencia de lo que es la misión de la Familia para nuestra Arquidiócesis.

En el primer día se hace una presentación de los misioneros, se pueden hacer algunas dinámicas de integración, para romper el hielo y luego se procede al Canto y la Oración (Oración de la Familia).

2. VER LA VIDA

LA ESPIGA Y LA VIDA

La misión de la espiga no es ser el lugar definitivo para la semilla. Cada semilla debe asumir la vida de una manera tan suya y personal, que pueda vivirla independientemente de la espiga en la que maduró. Toda semilla que quiera cumplir con su vocación de vida, y con su misión por los demás, debe aceptar la desgranada. Sólo si ha asumido su vida en plenitud y de una manera personal, será capaz de seguir viviendo luego de la desgranada. Y así podrá incorporarse al gran ciclo de la siembra nueva.

Si su vida es auténtica y acepta hundirse en el surco de la tierra fértil, su lento germinar en el silencio aportará al sembrado nuevo una planta absolutamente única, pero que unida a las demás, formará el maizal nuevo. No es el maizal el que valoriza la identidad de las plantas. Es el valor irremplazable de cada planta en su riqueza y fecundidad lo que valoriza al maizal. No es la familia nueva la que creará los hombres nuevos. Son los hombres nuevos quienes formarán la nueva familia.

PREGUNTAS PARA EL DIALOGO

¿Puedes relacionar lo que el autor cuenta de la semilla con la vida de una persona y de un misionero?

¿Qué situaciones vivimos que puedan ser semejantes al proceso de la semilla y un misionero?

¿Qué significa "estar en la espiga", "aceptar la "desgranada”? Coarar con momentos o etapas de la vida de un misionero.

¿Cuál es el sentido de la vida de la semilla? ¿En qué se esconde su "ser"?

Aplicando el cuento a la vida de todos, ¿de qué depende la construcción de una nueva familia? ¿Qué puedes aportar a ella?

¿Qué aprendes del cuento para tu vida? ¿Cómo puedes aplicar el mensaje del cuento?

3. ILUMINACION BIBLICA: Mt 28, 16 – 20

Comparte el texto con tus propias palabras

¿Cuál es la orden de Jesús?

¿Por qué, Jesús envía a Misionar?

4. REFLEXION – CATEQUESIS

El documento conclusivo de la V Conferencia de Aparecida, recordando el mandato del Señor de “Ir y hacer discípulos entre todos los pueblos”, desea despertar un gran impulso misionero en la Iglesia en América Latina y El Caribe. Esta es, sin duda alguna, una de las principales conclusiones de ese gran encuentro eclesial. Este impulso misionero se puede desglosar en cuatro consecuencias prácticas:

Aprovechar intensamente esta hora de gracia;

Implorar y vivir un nuevo Pentecostés en todas las comunidades cristianas;

Despertar la vocación y la acción misionera de los bautizados, y alentar todas las vocaciones y ministerios que el Espíritu da a los discípulos de Jesucristo en la comunión viva de la Iglesia;

Salir al encuentro de las personas, las familias, las comunidades y los pueblos para comunicarles y compartir el don del encuentro con Cristo, que ha llenado nuestras vidas de “sentido”, de verdad y amor, de alegría y de esperanza.

El Espíritu Santo nos precede en este camino misionero. Por eso confiamos en que este testimonio de Buena Nueva constituya, a la vez, un impulso de renovación eclesial y de transformación de la sociedad.

Se trata de despertar en los cristianos la alegría y la fecundidad de ser discípulos de Jesucristo, celebrando con verdadero gozo el “estar-con-Él” y el “amar-como-Él” para ser enviados a la misión. “No podemos desaprovechar esta hora de gracia. ¡Necesitamos un nuevo Pentecostés! Nuestra Iglesia Arquidiocesana reclama una acción mancomunada que haga cada vez más real el Reino de Dios en medio de todos, es por eso, que la Misión por las familias se convierte en una oportunidad para celebrar la fiesta de la vida y renovar así los hogares tan necesitados de la Gracia de Dios.

Así, la misión nos lleva a vivir el encuentro con Jesús como un dinamismo de conversión personal, pastoral y eclesial capaz de impulsar hacia la santidad y el apostolado a los bautizados, y de atraer a quienes han abandonado la Iglesia, a quienes están alejados del influjo del Evangelio y a quienes aún no han experimentado el don de la fe.

A la pregunta ¿para qué la misión? respondemos con la fe y la esperanza de la Iglesia: nuestra misión es compartir la Vida que nos transmite Cristo. “El Amor es el que da la vida”; por eso la Iglesia es enviada a difundir en el mundo la caridad de Cristo, para que los hombres y los pueblos “tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10). De esta manera la Iglesia es misionera sólo en cuanto discípula, es decir, capaz de dejarse atraer siempre, con renovado asombro, por Dios que nos amó y nos ama primero (Cf. 1 Jn 4, 10).

Es por esta razón que en esta oportunidad la misión va dirigida a la familia, tesoro de la humanidad, pero especialmente porque ella, como Iglesia doméstica, viene siendo atacada, y en este sentido se hace necesario proclamar el Evangelio de la Familia y así nuestra Arquidiócesis propone la misión de la familia.

Veamos ahora la manera como será nuestra misión:

¿QUÉ ES LA MISIÓN DE LA FAMILIA?

Es un paso más en el proceso de Nueva Evangelización de nuestra Arquidiócesis de Ibagué, que quiere llegar en esta oportunidad a las familias COMUNIDADES DE AMOR Y VIDA.

Es una oportunidad, para llevar el anuncio de la Buena Nueva a las familias de nuestra Arquidiócesis, fortaleciendo el trabajo pastoral con nuestras familias y por nuestras familias.

Es respuesta, a la invitación de re-evangelizar América con la Misión Continental propuesta en Aparecida.

OBJETIVO GENERAL

Llevar a las familias de nuestra Arquidiócesis a un encuentro personal con Jesucristo, mediante el anuncio Kerigmático, la catequesis, el culto, la promoción y conformación de comunidades de familias, para lograr una renovación de la Iglesia doméstica como comunidad de discípulos misioneros.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

Conformar en cada parroquia un equipo misionero, para que apoye la realización de esta misión.

Iniciar un proceso evangelizador con las familias, que parta del anuncio del Kerigma y que permita conformar comunidades de familias.

Facilitar el encuentro personal con Jesucristo para que las familias descubran la gran misión que tienen de ser verdaderos tesoros de la humanidad.

Promover el valor de la familia a través del anuncio del Evangelio, haciendo re-descubrir que es una institución básica, en donde el hombre nace, crece, aprende y desarrolla todas las virtudes del ser humano.

Alcanzar en las parroquias un verdadero cambio de conciencia, para que se adquiera un compromiso Evangelizador con la familia.

Que en cada parroquia queden conformadas comunidades de parejas de esposos, con quienes se inicie un proceso de post-misión.

ESTRATEGIAS

La misión de la familia la realizaremos teniendo en cuenta las siguientes estrategias:

Crear un Equipo Diocesano para la organización y realización de la misión; conformado por sacerdotes, religiosas y laicos.

Tener y formar en cada parroquia a los misioneros.

Llegar a las familias que hacen parte de los grupos parroquiales; de los niños que se preparan a los Sacramentos de Comunión, Confirmación y las familias de las diferentes instituciones educativas.

Promover la misión desde los centros donde actúan operativamente todos los Movimientos Apostólicos supra-parroquiales.

Impulsar la misión desde las casas religiosas, obras de las comunidades y centros donde los religiosos desarrollan sus apostolados.

Elaborar cartillas, plegables, oraciones, cantorales, esquemas de celebraciones y otros subsidios que puedan ser entregados a las familias con enseñanzas básicas de formación cristiana que respondan a los desafíos de la sociedad actual

PROCESO DE LA MISIÓN

El proceso de la misión tiene tres etapas que designamos con los nombres de:

PREMISIÓN, MISIÓN, POSTMISIÓN.

PREMISIÓN

Tiene el sentido explícito de preparar la misión propiamente dicha y esta preparación consiste en buscar los misioneros y prepararlos para que anuncien el Evangelio a nuestras familias. En otras palabras, es el momento en que se da la formación a los agentes de pastoral y se prepara todo en la parroquia para la misión.

El tiempo de la premisión puede durar varios meses, dependiendo de la situación de cada parroquia y de si la misión se da en la zona rural o en la ciudad. Una misión bien preparada asegura la feliz realización de la misma.

ACCIONES ESPECÍFICAS DURANTE LA PREMISIÓN:

Informar a las fuerzas vivas de la pastoral.

Anunciar a toda la parroquia.

Elaborar el listado de misioneros propios con los que puede contar la parroquia, de los cuales se tiene una base, habiéndose realizado la misión del 2009.

Formar a los misioneros.

Preparar las visitas a las familias.

Conseguir recursos económicos para realizar la misión.

Elaborar propaganda o publicidad: volantes, plegables, pasacalles, cuñas radiales, perifoneo, carteleras, afiches, avisos ACCIONES PROPIAS DE ESTA ETAPA:

Evaluación de la misión: conviene hacerla en la semana posterior a la misión: su fin es revisar la realización del proyecto misionero, cumplimiento de los objetivos, forma en que se actuó, logros alcanzados, vacíos o lagunas que quedaron, así como las sugerencias.

Programar las actividades: con las cuales se continuará el proceso de trabajo pastoral con las familias en cada parroquia: comunidad de parejas, equipo de pastoral familiar parroquial

Encuentro general de familias en la Vicaria. Cada Vicaria escoge la fecha.

CRONOGRAMA DE LA MISIÓN

Octubre a Diciembre de 2010: Etapa de sensibilización de los agentes de pastoral y evangelizadores, campaña de oración en toda la Arquidiócesis.

Noviembre 2010 a Marzo de 2.011: Selección y capacitación de los misioneros.

15 de Noviembre de 2010: Pregón de la Misión de la familia.

28 Noviembre: Pregón de la Misión en las Parroquias.

16 – 24 Diciembre novena de navidad por la familia.

26 Diciembre de 2010: Día de la Sagrada Familia - Celebración, Bendición de las familias. Carta de Monseñor a las Familias.

Enero de 2011 Entrega de materiales a los párrocos.

Febrero y Marzo: (Sábados) Preparación de Misioneros por Vicarias.

Sábado 19 Marzo, Día de los Esposos: Gran Encuentro de Renovación de Compromisos matrimoniales.

25 Marzo, Día de la vida: Bendición de madres gestantes en todas las parroquias).

Abril y Mayo: Misión en la Vicaria de la Inmaculada Concepción y de San Juan Bautista.

2 Abril: Envío solemne por parte del Arzobispo de los misioneros. (Catedral).

6 de Junio: Encuentro con las familias de los sacerdotes.

Junio y Julio: Misión en las Vicarias de Santa Bárbara y Santa Gertrudis.

Agosto – Septiembre: Misión en las Vicarías del Inmaculado Corazón y San Miguel Arcángel.

Octubre – Noviembre: Misión en las Vicarías de Espíritu Santo y San José Obrero.

16 y 17 OCTUBRE “CONGRESO ARQUIDIOCESANO DE FAMILIAS”.

14 de Noviembre: Clausura de la Misión. Día de la Jornada Arquidiocesana de Pastoral.

5. COMPROMISOS

Al terminar este primer tema, el misionero debe estar en la condición de saber compartir las razones por las cuales nos encontramos en este año en misión con nuestras familias, y por ello, debe hacer una opción de vida para trabajar más por la Evangelización de nuestras familias, especialmente en su familia.

6. ORACIÓN

Hacer la oración por la familia que el Señor Arzobispo ofreció.

SEGUNDO ENCUENTRO

La realidad de la Familia

1. OBJETIVO

Tomar conciencia de la realidad en la que viven nuestras familias, para que así nos comprometamos de manera más plena y eficaz a anunciarles el Evangelio de la familia.

2. VER LA VIDA

En esta oportunidad el presentador del tema, comenzaría en hacer una división del grupo de misioneros, para trabajar en varios grupos; cada grupo debe nombrar un secretario o relator, que pondrá en común las respuestas a las siguientes preguntas:

Hacer una lista de cinco principales problemas que afectan a la familia a) a nivel mundial b) a nivel nacional c) en nuestra diócesis (región) (tres problemas de cada uno de los aspectos).

Compartir cuáles son las principales causas de estos problemas.

¿Cuál creen que puede ser la solución que nos ayude a resolver toda esta problemática, desde la realidad de nuestra parroquia o municipio?

Poner en común las respuestas de cada grupo.

3. ILUMINACION BIBLICA: Col 3, 18 – 25.

Dialogo:

Reconstruir el texto para recordar lo que el apóstol dice.

¿Cuál es el mensaje para las familias?

¿Nuestras familias son así como nos la recomienda San Pablo?

¿Qué diferencia hay con nuestra realidad?

4. REFLEXIÖN CATEQUESIS

Por lo que ustedes mismos acaban de decir es evidente que al mundo le pasa algo y ese algo nos afecta también a nosotros, aunque nos encontremos en un sitio apartado y escondido de la tierra. Para hacernos una idea de esa situación del mundo y de cómo es una situación que nos exige dar respuesta, porque la problemática es cada día más fuerte, escuchemos esta breve lectura tomada del Concilio Vaticano II

“He aquí algunos rasgos fundamentales del mundo moderno: El género humano se halla hoy en un período nuevo de su historia, caracterizado por cambios profundos y acelerados, que progresivamente se extienden al universo entero. Los provoca el hombre con su inteligencia y su dinamismo creador; pero recaen luego sobre el hombre, sobre sus juicios y deseos individuales y colectivos, sobre sus modos de pensar y sobre su comportamiento para con las realidades y los hombres con quienes convive. Tan esto es así, que se puede ya hablar de una verdadera metamorfosis social y cultural, que redunda también en la vida religiosa

Como ocurre en toda crisis de crecimiento, esta transformación trae consigo no leves dificultades. Así mientras el hombre amplía extraordinariamente su poder, no siempre consigue someterlo a su servicio. Quiere conocer con profundidad creciente su intimidad espiritual, y con frecuencia se siente más incierto que nunca de sí mismo. Descubre paulatinamente las leyes de la vida social, y duda sobre la orientación que a esta se debe dar.

Jamás el género humano tuvo a su disposición tantas riquezas, tantas posibilidades, tanto poder económico, y, sin embargo, una gran parte de la humanidad sufre hambre y miseria y son muchedumbre los que no saben leer ni escribir. Nunca ha tenido el hombre un sentido tan agudo de su libertad, y entretanto surgen nuevas formas de esclavitud social y psicológica. Mientras el mundo siente con tanta viveza su propia unidad y la mutua interdependencia en ineludible solidaridad, se ve, sin embargo, gravísimamente dividido por la presencia de fuerzas contrapuestas. Persisten, en efecto, todavía agudas tensiones políticas, sociales, económicas, raciales e ideológicas, y ni siquiera falta el peligro de una guerra que amenaza con destruirlo todo. Se aumenta la comunicación de las ideas; sin embargo, aun las palabras definidoras de los conceptos más fundamentales revisten sentidos harto diversos en las distintas ideologías. Por último, se busca con insistencia un orden temporal más perfecto, sin que avance paralelamente el mejoramiento de los espíritus.

Afectados por tan compleja situación, muchos de nuestros contemporáneos difícilmente llegan a conocer los valores permanentes y a compaginarlos con exactitud al mismo tiempo con los nuevos descubrimientos. La inquietud los atormenta, y se preguntan, entre angustias y esperanzas, sobre la actual evolución del mundo. El curso de la historia presente en un desafío al hombre que le obliga a responder.” (Constitución Pastoral Gaudium et Spes, del Concilio, No. 4).

A esto que decía el Concilio en 1965 le hemos de agregar todos los problemas y situaciones de estos últimos 30 años, como la caída del imperio ruso, la caída de las ideologías, los viajes interplanetarios, las guerras inteligentes (como la del Golfo pérsico o la de Kosovo), la globalización, el Internet, la pornografía infantil, la manipulación genética y tantas otras situaciones que merecen una respuesta, puesto que ni las ideologías como el comunismo, ni las políticas diversas, ni el progreso científico han podido cumplir sus promesas de felicidad y bienestar para todos los hombres, por el contrario, han generado una cantidad de problemas y conflictos totalmente nuevos e inesperados.

¿Qué otros nuevos problemas se podrían añadir a los denunciados por el Concilio? ¿Cómo, toda esta problemática está afectando a nuestras familias?

VALORES

Valoración de la cultura autóctona en aspectos como las tradiciones, la música, el vestido, la comida.

A nivel religioso crece el número de Pequeñas comunidades (sine) y la participación en la vida de la Iglesia, con un buen índice de compromiso serio de evangelización.

Nuestra gente tiene un profundo sentimiento religioso que muestra en sus tradiciones religiosas, en sus prácticas de piedad y en sus devociones.

Temor de Dios en casi todos los aspectos de la vida, aunque sólo a nivel de religiosidad natural necesitada de purificación y de iluminación.

¿CUÁLES MAS SE TE OCURREN?

¿CUALES MAS VES EN TU MUNICIPIO O VEREDA?

¿ENCUENTRAS VALORES EN LA FAMILIA DE NUES-TRA DIÓCESIS? ¿PODRÍAS ENUNCIARLO

ANTIVALORES

Muchas familias se destruyen por el influjo del ambiente, por la irresponsabilidad de los padres, por el alcohol y la violencia.

Se dan situaciones negativas a nivel familiar como la infidelidad, las uniones libres, la poligamia, el adulterio, etc.

Numerosas son las familias incompletas por la falta del padre o de la madre. Muchos niños son abandonados o quedan en manos de las abuelas, las tías, y hasta son regalados a personas extrañas.

Otra causa de divisiones familiares son las venganzas, asesinatos y guerras entre familias, aunque caigan personas inocentes lo importante es vengarse del otro y que le duela esa venganza.

Muchas personas, teniendo cómo ayudar a los que nada tienen, no lo hacen.

Hay pobres, que aún sin tener nada para responder a sus obligaciones, lo que cae en sus manos lo derrochan en parrandas, carnavales y fiestas, de una manera egoísta e irresponsable.

El machismo como fenómeno generalizado. Víctimas de este machismo, son todos en la familia, incluyendo los varones.

La mujer se reduce muchas veces a objeto de placer o a esclava de los caprichos del varón y muchas veces es la misma mujer la que educa a los varones para que sean así.

Alto índice de desempleo, vicio, delincuencia, destrucción de la sociedad, la violencia como medio de subsistencia.

La juventud aparenta alegría pero en el fondo vive triste y resentida por no encontrar espacios de realización y de futuro. Las niñas se lanzan prematuramente a una vida fácil de vanidades, placeres y caprichos.

Influencia muy negativa de los Medios de Comunicación Social manipulados por grupos de poder económico o político que llevan a perder identidad cultural.

Hay quienes se dicen católicos, pero ni van a misa, ni aceptan las enseñanzas de la Iglesia católica, cuestionando muchas cosas por informaciones mal recibidas o infundadas.

Falta de compromiso político y social de nuestros cristianos, que lleva a que la solución aceptada sea la que proponen los violentos.

Secuestros, boleteo, chantaje, amenazas, desplazamientos, depauperización creciente, cierre de fuentes de trabajo, etc. Un grave problema social que ni el estado ni los políticos hacen por resolver.

Indiferentismo religioso y cristianismo vivido a la manera de cada uno (“self service” religioso).

Ignorancia religiosa. Católicos que son fácil presa de los argumentos del proselitismo de las diversas sectas.

No hay conciencia de pertenencia a la Iglesia en la gran mayoría de bautizados. La familia descuida por lo general el deber de formar en la fe cristiana a sus hijos.

Crece el número de adultos que no han recibido los primeros sacramentos y esto, por descuido de los padres

TERCER ENCUENTRO

La Familia en Aparecida

1. OBJETIVO

Lograr que los misioneros comprendan y conozcan la enseñanza que el documento de Aparecida nos presenta acerca de la familia.

VER LA REALIDAD

Dividir el grupo en subgrupos y cada grupo debe trabajar las preguntas para las respuestas en plenaria a través de un vocero.

¿Qué es Aparecida y Cuándo se realizó?

¿Cuál fue la razón fundamental por la cual se realizó Aparecida?

¿Cuál fue el principal compromiso en Aparecida?

¿Saben que enseñó Aparecida sobre la Familia?

. ILUMINACIÖN BÍBLICA: Hch 15, 1- 22

Con tus propias palabras comparte el texto

¿Cómo se llamó a ésta reunión?

¿Cuál fue el fin de este encuentro?

¿A qué conclusión se llegó?

4. REFLEXIÓN CATEQUESIS

Presento aquí algunos numerales que el documento de Aparecida nos recuerda y enseña acerca de la familia.

ALGUNOS ASPECTOS TEOLÓGICOS:

433: “La fe cristiana está fundada en el Sacramento del Matrimonio entre un varón y una mujer, signo del amor de Dios por la humanidad y de la entrega de Cristo por su esposa, la Iglesia”. Allí está la fuente de la paternidad, la maternidad, la filiación y la fraternidad”.

El número 116 dice: “La reciprocidad y complementariedad entre el hombre y la mujer pertenecen a la naturaleza humana”

434: “La familia es imagen de Dios que en su misterio más íntimo no es una soledad sino una familia”. La familia cristiana tiene en la Santísima Trinidad “su origen, su modelo perfecto, su motivación más bella y su último destino”.

114: “La familia es “patrimonio de la humanidad”. “Uno de los tesoros más importantes de los pueblos latinoamericanos y caribeños. Escuela de la fe, palestra de valores humanos y cívicos, hogar en que la vida humana nace y se acoge generosa y responsablemente”.

115,204: La familia fue elevada por Cristo a la dignidad de Iglesia Doméstica”. “Primera y más básica comunidad eclesial”.

117,127: El amor humano encuentra su plenitud cuando participa del amor divino. El amor conyugal fiel y fecundo se parece al amor fecundo de la Santísima Trinidad. Muchas familias perseveran en la fidelidad y el amor.

302,303: “La familia es escuela de la fe” . Pues es en la familia donde recibimos la vida y la primera semilla del amor y de la fe. En nuestros hogares la familia enseña con su testimonio las verdades de la fe, enseñándonos a conocer a Dios, amarlo y seguirlo.

119: “Dios no aparta su amor de las familias” a pesar de tantas heridas y divisiones. La oración sana la familia. La familia eclesial suple en parte los vacíos de familia.

ALGUNAS SOMBRAS:

El documento de Aparecida, nos presenta algunas de las situaciones difíciles por las cuales atraviesan nuestras familias Latinoamericanas, es decir, la realidad que debemos enfrentar y por lo tanto Evangelizar:

Impacto de los “rostros sufrientes” en la estructura y la vida de la familia (familias desplazadas, enfermos, habitantes de la calle, migrantes, adictos dependientes, detenidos en cárceles) (407-430).

La familia ha perdido notablemente la capacidad de transmitir la fe (39).

La ideología de género menoscaba la unidad familiar (40).

Cambios culturales han incidido en la variación de los roles de cada uno de los actores tradicionales de la familia (49).

LÍNEAS PASTORALES:

El documento de Aparecida es muy claro con relación a las líneas pastorales en las que debemos trabajar con nuestras familias, haciendo una pastoral intensa y vigorosa.

Se hace un llamado a una pastoral familiar “intensa y vigorosa” y a un constante anuncio del Evangelio de la familia (435).

Dedicarle el mayor esfuerzo pastoral a la familia porque ella es fuente de discípulos y misioneros (174).

Involucrar más a la familia en la pastoral del Domingo (252).

Cultivo de las oraciones en familia como espacio de encuentro con Jesucristo (259).

Desarrollar la pastoral mariana, teniendo a María, Madre de la Iglesia, como artífice de comunión familiar (267-268).

La vocación específica de cada uno generalmente surge en la familia (285) y continúa en la comunidad cristiana (314).

Más presencia y propuesta de la familia católica en la educación y en los espacios generadores de cultura. Impregnar más de principios cristianos los ámbitos de la vida cotidiana (319).

Los padres de familia deben dedicarse a “rescatar la identidad católica de nuestros centros educativos” con nuevo impulso misionero valiente y audaz. La educación debe ser transversal en todo el currículo” (337).

Reclamar ante el Estado los derechos de la familia en el campo educativo (340).

Educar desde la familia para el uso de los M.C.S y de los contenidos disponibles en Internet (489)

En especial, la Iglesia debe ser más profética en la defensa de la vida y contra el aborto, la eutanasia y otros delitos graves contra la vida y la familia.

Instruir a los fieles sobre la “coherencia Eucarística” y evangelizar a los legisladores, gobernantes y profesionales de la salud (436).

El número 437 señala catorce ámbitos para la pastoral familiar y matrimonial. Se resalta el papel de la familia con los niños (438), los jóvenes (446 a) y los ancianos (448-449).

Llamado a una pastoral actualizada frente a la mujer mientras se canta su dignidad y su importante misión en la familia, en la Iglesia y en la sociedad (451-458).

Se da una mirada al papel del varón y padre de familia y se invita a superar las dificultades tradicionales y nuevas en la vivencia de la fe y en el apostolado de los varones (459-463).

Se sugieren cursos sobre familia y cuestiones éticas para obispos y agentes pastorales, capacitándolos en la defensa y promoción de la vida y la familia (469 a.h).

5. COMPROMISO

Que al saber lo básico sobre la familia en Aparecida el misionero haya podido descubrir, la importancia que tiene la misión de la familia y no dude en ponerse al servicio de éste mandato.

6. . ORACIÓN

Que los grupos que trabajaron el Ver, se reúnan nuevamente y oren durante cinco minutos dando gracias por Aparecida y todas los demás documentos de la Iglesia Latinoamericana.

CUARTO ENCUENTRO

SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

1. OBJETIVO

Lograr que el misionero comprenda el matrimonio como institución natural y como Sacramento, a la luz de la Palabra de Dios, para que descubra como éste, es la base de la familia.

2. VER LA VIDA

Dividir el grupo en varios subgrupos, nombrando un relator que luego compartirá la respuesta a las siguientes preguntas:

¿Qué entendemos por matrimonio?

¿Cuántas clases de matrimonio existen?

¿Cuál es el valor que la gente le da al sacramento?

¿Cuál es la razón por la cual la gente se Casa?

3. ILUMINACIÖN BÏBLICA: Gn 1, 27-29; 2, 23-24; Mt 19, 1s.

Tomar uno de estos textos, o mejor aún los tres y leerlos.

Compartir el texto con las propias palabras

¿Qué nos enseñan los textos con relación al matrimonio?

¿Qué enseña el A.T. con relación al matrimonio?

¿Qué enseña Jesús con relación al Sacramento del Matrimonio?

4. REFLEXIÓN – CATEQUESIS

La institución del matrimonio nace del designio creador de Dios, quien lo creó para el bien de los esposos, de sus hijos y de la humanidad. Su carácter sagrado e indisoluble y los deberes que tienen los esposos de amarse y respetarse, están ordenados a hacer del matrimonio una “íntima comunidad de vida y amor” (GS 48).

El matrimonio es un don y una tarea, pues comporta un acto humano de reciprocidad entre los esposos, fundada en virtud del amor conyugal total, único, exclusivo, irrevocable, fiel y público (Catecismo de la Iglesia Católica 1639). Esta dignidad debe ser respetada a pesar de los cambios culturales.

Sus propiedades son: La totalidad, por la cual los esposos se entregan recíprocamente en lo físico y espiritual. La unidad que los hace “una sola carne” (Gn 2,24). La indisolubilidad y la fidelidad que exige un amor oferente e indigente y la fecundidad que está abierta a la vida (HV 9).

El matrimonio en cuanto sacramento, es una alianza de un hombre y una mujer en el amor (GS 48). “En efecto, mediante el bautismo, el hombre y la mujer son inseridos definitivamente en la nueva y eterna Alianza, en la Alianza esponsal de Cristo con la Iglesia” (FC 13). De ella, y del amor de Cristo por su Iglesia, consumado en la cruz, brota la sacramentalidad del matrimonio.

El amor conyugal capacita y compromete a los esposos a vivir la vocación del cristiano de construir el Reino de Dios, desde su realidad laical, haciendo de su vida de pareja y familiar “un signo de unidad para el mundo y ejercer de este modo su función profética” (FC 48).

Los fines del matrimonio son: La felicidad de los esposos, la procreación y la educación de los hijos.

I. EL MATRIMONIO EN EL DESIGNIO DEL CREADOR. Los dos relatos de la creación terminan con una escena que funda la institución del matrimonio. En el relato yahvista (Gn 2) la intención divina es explícita en estos términos: No es bueno que el hombre esté solo, voy a darle una ayuda que le sea apropiada (2,18).

El hombre, que es superior a todos los animales (2,19s), no podría tallar esta ayuda sino en la que es carne de su carne y hueso de sus huesos (2,21ss). Ésta la creó Dios para él; por eso el hombre, dejando padre y madre, se adhiere a ella por el amor y los dos vienen a ser una sola carne (2,24).

La sexualidad halla, pues, así su sentido traduciendo en la carne la unidad de los dos seres que Dios llama a darse ayuda mutua. Exenta de todo sentimiento de vergüenza en la integridad original (2,25), será, sin embargo, ocasión de turbación a consecuencia del pecado (3,7), y la vida de la pareja humana estará en adelante acechada por el sufrimiento y por las tentaciones pasionales o dominantes (3,16). Pero, a pesar de esto, la fecundidad de la madre de los vivientes (3,20) será para ella un beneficio permanente (4,1.25s). El relato sacerdotal (Gn 1) está menos cargado de elementos dramáticos.

El hombre creado a imagen de Dios para dominar la tierra y probarla es en realidad la pareja (1,26s). La fecundidad aparece aquí como el fin mismo de la sexualidad, que es cosa excelente como toda la creación (1,31). Así se afirma el ideal divino de la institución matrimonial antes de que el pecado haya corrompido al género humano.

EL MATRIMONIO EN EL PUEBLO DE DIOS.

Cuando Dios emprende la educación de su pueblo dándole su educación, dándole su ley, la institución matrimonial no está ya al nivel de este ideal primitivo. La fecundidad se considera como el valor primordial al que está subordinado todo lo demás pero una vez asegurado este punto, la institución conserva la huella de las costumbres ancestrales muy alejadas del matrimonio prototipo de Gn 1-2.

1. Poligamia y monogamia. El ideal de la fecundidad y la preocupación por tener una familia poderosa hacen desear hijos numerosos (cf. Jc 8,30; 12,8; 2Re 10,1), lo que conduce naturalmente a la poligamia. El autor yahvista, cuyo ideal era monogámico (Gn 2,18-24), la estigmatiza atribuyendo su origen a una iniciativa del bárbaro Lamec (4,19). Sin embargo, a lo largo de toda la Biblia se encuentra el uso de tener dos esposas (1Sa 1,2; cf. Dt 21,15) o de tomar concubinas y mujeres esclavas (Gn 16,2; 30,3; Éx 21,7-11; Jc 19,1; Dt 21,10-14). Los reyes contraen gran número de uniones, por amor (2Sa 11,2ss) o por interés político (1Re 3,1); así aparecen grandes harenes (1Re 11,3; 2Cró 13,21), en los que el verdadero amor es imposible (cf. Est 2,12-17).

Pero el afecto exclusivo no es tampoco raro, desde Isaac (Gn 25,19-28) y José (Gn 41,50) hasta Judit (Jdt 8,2-8) y los dos Tobías (Tb 11,5-15), pasando por Ezequiel (Ez 24,15-18) y (Jb 2,9s). Los sapienciales evocan los goces y las dificultades de los hogares monógamos (Pr 5,15-20; 18,22; 19,13; Qo 9,9; Si 25,13-26,19), y en el Cantar de los Cantares el amor de los dos esposos es evidentemente exclusivo. Todo esto denota una evolución real en las costumbres. En la época del NT la monogamia será la regla corriente de los matrimonios judíos.

2. Estabilidad del matrimonio y fidelidad de los esposos. La misma preocupación de tener descendencia pudo también introducir la práctica del repudio por causa de esterilidad. La ley, reglamentando la práctica del divorcio, no precisa qué tara puede permitir al hombre repudiar a su mujer (Dt 24,1s), sin embargo, después del exilio cantan los sabios la fidelidad para con la esposa de la juventud (Pr 5,15-19) y hacen el elogio de la estabilidad conyugal (Si 36,25ss). Relacionando el pacto (berit) matrimonial con la alianza berit) de Yahveh y de Israel afirma Malaquías que Dios odia el repudio (Mal 2,14ss). No obstante este encaminarse hacia un ideal más estricto, el judaísmo contemporáneo del NT admitirá todavía la posibilidad del divorcio y los doctores discutirán sobre las causas que pueden legitimarlo (cf. Mt 19,3).

3. El ideal religioso del matrimonio. Aun cuando el matrimonio es ante todo cuestión de derecho civil y los textos antiguos no hacen alusión a un ritual religioso, el israelita sabe muy bien que Dios le guía en la elección de esposa (Gn 24,42-52) y que Dios asume en nombre de la alianza los preceptos que regulan el matrimonio (Lv 18). El decálogo, ley fundamental de Israel, garantiza la santidad de la institución (Éx 290,14; cf. Pr 2,17). Después del exilio, el libro de Tobías da una visión altamente espiritual del hogar preparado por Dios (Tb 3,16), fundado bajo su mirada en la fe y en la oración (7,11; 8,4-9), según el modelo que trazaba el Génesis (8,6; cf. Gn 2,18), guardado por la fidelidad cotidiana a la ley (14,1.8-13). El ideal bíblico del matrimonio, llegado a este nivel, supera las imperfecciones que había sancionado provisionalmente la ley Mosaica.

MATRIMONIO EN EL NUEVO TESTAMENTO.

La concepción del matrimonio en el NT está inspirada en la paradoja misma de la vida de Jesús: nacido de mujer (Gá 4,4; cf. Lc 11,27), por su vida de Nazaret (Lc 2,51s) consagra la familia tal como había sido preparada por todo el AT. Pero nacido de madre virgen, viviendo él mismo en virginidad, da testimonio de un valor superior al matrimonio

CRISTO Y EL MATRIMONIO.

1. La nueva ley. Jesús refiriéndose explícitamente, por encima de la ley de Moisés, al designio creador del Género, afirma el carácter absoluto del matrimonio y su indisolubilidad (Mt 19,1-9): Dios mismo une al hombre y a la mujer, dando a su libre elección una consagración que los supera. Son una sola carne ante él. La excepción del caso de fornicación (Mt 19,9) no tiende ciertamente a justificar el divorcio (cf. Mc 19,11; Lc 16,18; 1Co 7,10s); se refiere o bien al repudio de una esposa ilegítima, o bien a una separación a la que no podrá seguir otro matrimonio. De ahí el espanto de los discípulos ante el rigor de la nueva ley (Mt 19,10). Esta exigencia tocante a los principios no excluye la misericordia con los hombres pecadores (Lc 7,37; Jn 4,18; 8,3ss; cf. Mt 21,31s; Jn 8,11).

2. El sacramento del matrimonio. Jesús no se contenta con devolver la institución del matrimonio a la perfección primitiva que había empañado el pecado. Le da un fundamento nuevo, que le confiere su significación religiosa en el reino de Dios. Por la nueva alianza que funda en su propia sangre (Mt 26,28), viene a ser él mismo el esposo de la Iglesia. Así para los cristianos, templos del Espíritu Santo desde su bautismo (1Co 6,19), el matrimonio es un gran misterio en relación con Cristo y con la Iglesia (Ef 5,32). La sumisión de la Iglesia a Cristo y el amor de Cristo a la Iglesia, a la que salvó entregándose por ella, son así la regla viva que deben imitar los esposos; esto les será posible, puesto que la gracia de la redención alcanza a su mismo amor asignándole su ideal (5,21-33). La sexualidad, cuyas exigencias normales se deben apreciar con prudencia (1Co 7,1-6), es incorporada a una realidad concreta que la transfigura.

Visión paulina del matrimonio.

El Apóstol Pablo al hablar de la vida matrimonial, sigue en lo general lo prescrito por la moral judía, pero acentuando la perfección del amor. No sólo señala los deberes conyugales, sino que los exhorta a vivir su relación, teniendo como modelo el amor que Cristo tiene por su Iglesia. La esposa es para su esposo como su propia carne, al igual que la Iglesia es cuerpo de Cristo. Pablo establece la reciprocidad en la pareja “que el marido dé a su mujer lo que debe y la mujer de igual modo a su marido. No dispone la mujer de su cuerpo, sino el marido. Igualmente el marido no dispone de su cuerpo, sino la mujer” (1Cor 7,4).

También insiste que el marido debe amar a su mujer y ésta respetarlo…en tanto que los dos le deben sumisión a Cristo (Ef. 5,21-24.33). En la carta a los Efesios, Pablo revela el gran misterio que consiste en que Cristo ha sido constituido en cabeza del universo, y que los incorporados a Cristo, por su muerte y resurrección son familiares de Dios y forman un templo santo.

“La mayor dignidad del texto paulino está en que pide a los maridos que amen y traten a sus esposas como “Cristo amó a la Iglesia” (Ef 5,25). Al proponer a Cristo, cabeza de la Iglesia, como modelo de amor marital, Pablo está elevando el amor conyugal al nivel del amor mismo de Cristo, del amor de caridad que es capaz de sacrificarse por el otro, que busca en todo el bien del otro” (Ef. 5, 25-27)

Habiendo reflexionado sobre el sacramento del matrimonio, hemos podido precisar, como éste es un sacramento que está en el designio original de Dios para la Salvación de los hombres, pero a la vez como base de la familia y de la misma sociedad.

5. COMPROMISO

Cada misionero a partir de hoy, debe valorar más el sacramento del matrimonio y debe asumir una tarea que será catequizar y llevar a muchas parejas que vivan en unión libre a disponerse para la celebración del sacramento, como camino a la santidad y por lo tanto a darle una mayor solidez a su familia.

6. ORACIÓN

Hacer una oración, en donde se le da gracias a Dios por el sacramento del matrimonio y a la vez se le pide, para que todas las parejas que viven en unión libre, sean iluminadas y tomen la decisión de recibir la bendición de Dios a través del Sacramento.

QUINTO ENCUENTRO

LA PASTORAL FAMILIAR EN LA DIÓCESIS Y EN LA PARROQUIA

1. OBJETIVO

Reconocer la importancia que tiene la familia como eje transversal de la pastoral y la necesidad de implementar en la Diócesis una pastoral familiar intensa y vigorosa.

2. VER LA VIDA

Subdividir el grupo y nombrar un relator por cada grupo, para que comparte en plenaria las respuestas a las preguntas.

¿Saben qué es la Pastoral Familiar?

¿En sus parroquias existe la Pastoral Familiar?

¿Han escuchado hablar de la Delegación Diocesana de Pastoral Familiar?

3. ILUMINACIÓN BÍBLICA: 1 Tes 2, 1 – 9.

Compartir el texto con nuestras propias palabras.

¿A qué nos invita San Pablo, especialmente como misioneros de la familia?

¿Cuál es la Buena Nueva? ¿Cómo podemos anunciar la Buena Nueva a la Familia?

REFLEXIÓN CATEQUESIS

LA PASTORAL FAMILIAR

Es la acción de la Iglesia, encaminada a llevar la Buena Nueva a todas y cada una de las familias en las diferentes situaciones en las que se encuentre, para hacerla una verdadera comunidad donde se viva el amor a Dios, al prójimo y a cada uno de sus miembros.

Es un campo esencial en las parroquias y debe ser integral. Integral porque se trata de un trabajo evangelizador que debe incluir explícitamente a los novios, a la pareja de esposos, a los hijos y a los añadidos que viven establemente en casa.

Es promover integralmente a la familia para que llegue a convertirse en verdadera comunidad de amor y de vida y pueda así desempeñar la misión que El creador le ha confiado de custodiar, revelar y comunicar el amor y realizar así en la sociedad y en la Iglesia sus funciones básicas de formación de una comunidad de personas, servicio a la vida, participación en el desarrollo de la sociedad y participación en la vida y misión de la Iglesia.

Con frecuencia la pastoral familiar se reduce a la atención y al acompañamiento de la pareja de esposos, pero se trata de una pastoral familiar no solo conyugal, es la acción pastoral de la Iglesia para ayudar a la familia a mantener vivos los valores esenciales y a promoverlos (G.S. 47.)

La pastoral familiar debe orientarse a buscar soluciones, no solo de los problemas que la familia ha venido sufriendo desde siempre, sino que ha de preocuparse de prever, hasta donde sea posible, las evoluciones futuras (FC 3, 65, 69).

NECESIDAD DE LA PASTORAL FAMILIAR

La Iglesia necesita dedicar una atención especial a la familia en su acción pastoral, dadas las funciones naturales y eclesiales que corresponde cumplir a la comunidad familiar frente a la persona humana, a la sociedad y a la misma Iglesia. “A la luz de la fe y en virtud de la esperanza, la familia cristiana participa en comunión con la Iglesia, en la experiencia de la peregrinación terrena hacia la plena revelación y realización del Reino de Dios. Por ello hay que subrayar una vez más la urgencia de la intervención pastoral de la Iglesia en apoyo de la familia. Hay que llevar a cabo toda clase de esfuerzos para que la pastoral de la familia, adquiera una consistencia y se desarrolle, dedicándose a un sector verdaderamente prioritario con la certeza de que la Evangelización, en el futuro, dependa en gran parte de la Iglesia doméstica” (F.C. 65).

La acción pastoral de la Iglesia será siempre indispensable para ayudar a la familia a mantener vivos los valores esenciales y promoverlos. En un mundo que tiende a deshumanizarse y a secularizarse, la familia asume un compromiso mayor de hacerlo más humano y de mantener los vínculos entre el hombre y Dios

PRINCIPIOS DE LA PASTORAL FAMILIAR

Pastoral Prioritaria:

La necesidad de otorgar un primer puesto a la familia en la pastoral de conjunto deriva del ser y misión de la comunidad familiar. En segundo lugar, es una prioridad de coyuntura, debido a la situación de deterioro en que se encuentra esta pastoral. A pesar de los cambios que se produzcan en la sociedad y de las adaptaciones que la familia tenga que efectuar para sobrevivir, la institución familiar sigue siendo siempre necesaria, exigida por la naturaleza de la persona humana. En este sentido los obispos latinoamericanos en las asambleas generales de Medellín, puebla y Santo Domingo reclamaron que se reconociera a la pastoral familiar esta prioridad.

Pastoral Progresiva:

“La acción pastoral de la Iglesia debe ser progresiva, incluso en el sentido de que debe seguir la familia, acompañándola paso a paso en las diversas etapas de su formación y de su desarrollo” (F.C. 65).

Pastoral Adaptada:

La pastoral familiar ha de tener en cuenta los matices culturales y las diversas condiciones de cada región. Manteniendo la unidad en lo esencial, es necesario reconocer que los valores familiares son vividos de distinta manera según el ambiente humano en que se encarnan. Cada región, cada comunidad presenta además diversas necesidades y carencias que requieren un tratamiento pastoral adecuado, y exige se ponga el acento de uno a otro aspecto.

Pastoral Planeada y Organizada:

Esta debe partir de una reflexión sobre la realidad de la familia, que permita descubrir los valores vividos por ella, pero también los defectos de que adolece, las posibles evoluciones a que se verá sometida en virtud de los cambios sociales previsibles, el papel que debe desempeñar con relación a las personas, a la sociedad, y a la Iglesia y a las acciones urgentes y a largo plazo que es preciso ir emprendiendo para lograr su objetivo. De esta manera surgirá la necesidad de organizar la acción pastoral dotándola de planes adecuados a las necesidades y posibilidades de cada comunidad y su progreso; evaluando periódicamente sus resultados y corrigiendo sus rumbos, a medida que las necesidades actuales y futuras lo vayan exigiendo.

AGENTES DE LA PASTORAL FAMILIAR

La comunidad Eclesial: Se requiere que todos los miembros de la comunidad eclesial tomen mayor conciencia de la gravísima responsabilidad que incumbe a cada uno en la acción pastoral en favor de la familia. (F.C. 69).

El Obispo: En cuanto Padre y Pastor de la comunidad diocesana. “El primer responsable de la Pastoral familiar en la diócesis es el Obispo, como Padre y pastor debe prestar particular atención a este sector, sin duda prioritario de la Pastoral. A él debe dedicar interés, atención, apoyo, tiempo, personas y recursos” (FC 73).

Los Presbíteros y los diáconos: Los sacerdotes tanto diocesanos como religiosos, al igual que los diáconos en su propio nivel en cuanto corresponsables con el Obispo para santificar los hogares por el ministerio de la Palabra, la celebración de la Eucaristía y de los demás sacramentos, el testimonio del amor consagrado, la acogida y servicio para que los esposos y demás miembros de la familia aportan para superar las dificultades en esta formación de la comunidad de amor y vida. G.S 52. F.C 73.

Los Religiosos y las Religiosas: Éstos, según su propio carisma y mediante el influjo de su testimonio de su acción en la Evangelización, el apostolado de la espiritualidad, la educación de la Juventud, el servicio a los enfermos y otras obras de asistencia y promoción de la comunidad.

Los Laicos: Los laicos, especialmente los casados, por su misión específica en la construcción de la Iglesia y su gracia de estado, propia del sacramento del matrimonio, son insustituiblemente agentes de pastoral familiar. “En esta actividad ellos actúan en comunión y colaboración con los restantes miembros de la Iglesia, que también trabajan en pro de la familia, poniendo a su disposición sus dones y carismas. Este apostolado se desarrollará dentro de la misma familia. (F.C. 71).

Los Profesionales: Todos aquellos que por su profesión aportan su ciencia y experiencia para la formación y defensa de la familia. En especial educadores, médicos, abogados, políticos, trabajadores sociales, sicólogos, jueces, etc. Tanto individualmente como por medio de fundaciones o asociaciones e iniciativas.

Los comunicadores sociales: Los encargados de los Medios de Comunicación Social, como responsables en la formación de la opinión en cuanto concierne a los grandes valores del amor, la sexualidad, el matrimonio y la familia.

LÍNEAS DE LA PASTORAL FAMILLIAR

La pastoral familiar es una gran necesidad y necesidad prioritaria. Aquí señalo algunas líneas en las cuales se podría desarrollar un trabajo con ella, desde la Diócesis y la parroquia.

Pastoral Prematrimonial: En nuestros días es más necesaria que nunca la preparación a los jóvenes al matrimonio y a la vida familiar. La preparación al matrimonio ha de ser vista y actuada como un proceso gradual y continuo. En efecto, comporta tres momentos principales. Una preparación remota, una próxima y una inmediata.

Pastoral Matrimonial: Ya los esposos casados y unidos a través del matrimonio, tienen su propia vocación en el pueblo de Dios, corresponde a todos cuantos se ocupan en promover la pastoral familiar, fomentar en ellos la vocación a la vida conyugal y familiar, social y apostólica. De esta manera podrán ser testigos de la realidad salvadora, que es el amor permanente de Cristo a su Iglesia y convertirse en signo de Salvación para los hombres. Es así que con los matrimonios y familias se pueden crear: - Seguimiento a parejas jóvenes. – Retiros espirituales para esposos. – Grupo de asesoría o dirección espiritual familiar.

Creación de la Escuela de Padres o fortalecerla: Es aprovechar el espacio que puedan brindar los colegios, para invitar a los padres y congregarlos para ayudarles constituyéndoles espacios donde ellos puedan creer como familia y pareja o también donde ya se hayan creado ofrecerles la formación espiritual.

ORACIÓN POR LA FAMILIA

Jesús, José y María, en todo tiempo y lugar sed nuestra compañía. Os invitamos a ser huéspedes de amor en nuestras familias. Enseñadnos a vivir como hijos de Dios Padre, a ser hermanos de Jesús y templos del Espíritu Santo. Conceded a los esposos el don del amor fiel y fecundo, a los hijos la obediencia a sus padres, a los hermanos la fraternidad sincera, a los amigos, vecinos y parientes la unidad en la fe y la caridad cristiana. Haced que cada hogar tolimense llegue a ser una “Iglesia Doméstica” bendecida con nuevos hijos, que engrandezcan la Iglesia y trabajen por el desarrollo y la paz de Colombia. Haced, de cada uno de nosotros, auténticos discípulos misioneros de Cristo en medio de nuestros hermanos. Amén.

+Flavio Calle Zapata. Arzobispo de Ibagué

Misión de la Familia 2011