Monseñor Flavio, destacó la oración del discípulo misionero, la cual recita así: Señor, tú me llamaste para ser instrumento de tu gracia, para anunciar la Buena Nueva, para sanar las almas. Instrumento de paz y de justicia, pregonero de todas tus palabras, agua para calmar la sed hiriente, mano que bendice y que ama. Señor, tú me llamaste para curar los corazones heridos, para gritar, en medio de las plazas, que el Amor está vivo, para sacar del sueño a los que duermen y liberar al cautivo. Soy cera blanda entre tus dedos, haz lo que quieras conmigo. Señor, tú me llamaste para salvar al mundo ya cansado, para amar a los hombres que tú, Padre, me diste como hermanos. Señor, me quieres para abolir las guerras y aliviar la miseria y el pecado; hacer temblar las piedras y ahuyentar a los lobos del rebaño. Amén (Liturgia de las horas, himno de laudes, jueves II semana).
NUESTRO OBJETIVO GENERAL
Responder al apremiante envío de Jesús, el Señor: "Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda creatura" (Marcos 16,15), actuando como sus discípulos misioneros, creciendo con alegría en la escuela de Nazareth y guiados siempre por la fuerza misionera del Espíritu Santo.
NUESTRA JURISDICCIÓN ECLESIÁSTICA
LA REALIDAD NOS HABLA
Nuestra jurisdicción eclesiástica comprende 6.044 km2 del departamento del Tolima. La población es la suma de los habitantes comprendidos en los siguientes trece municipios del departamento: Ibagué, Alvarado, Anzoátegui, Cajamarca, Coello, Piedras, Roncesvalles, Rovira, San Antonio (Inspección de Playarrica), San Luis (Corregimiento de Payandé), Santa Isabel, Valle de San Juan y Venadillo. La mayoría de las parroquias se encuentran ubicadas en la ciudad de Ibagué.
La población urbana de Ibagué representa el 76,14% de toda la jurisdicción eclesiástica. Nuestra Arquidiócesis limita eclesiásticamente por el Norte con la Diócesis de Líbano - Honda, por el Suroriente con la Diócesis de El Espinal, por el Occidente con las Diócesis de Armenia y de Buga y por el Oriente con la Diócesis de Girardot. La población de la Arquidiócesis de Ibagué es resultado de la múltiple composición etnográfica colombiana. El tolimense nativo se ha complementado con la presencia de antioqueños, caldenses, cundi-boyacenses; en los últimos años se ha incrementado la presencia de personas de otras regiones del país como costeños, santandereanos, huilenses, vallunos y nariñenses. Las estadísticas sobre población y desarrollo socioeconómico y político varían continuamente, por lo cual es necesario mantener una lectura continua y una observación pastoral que permitan ajustar las acciones de la Iglesia a las nuevas realidades.
La visión de los numerosos necesitados es un reto a concretar hechos de caridad y solidaridad poniendo en juego la creatividad caritativa. "La opción preferencial por los pobres está implicada en la fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros para enriquecernos con su pobreza" 4. "Los rostros sufrientes de los pobres son rostros sufrientes de Cristo”. Es necesario recordar que" la mayor pobreza es la de no reconocer la presencia del misterio de Dios y de su amor en la vida del hombre, que es lo único que verdaderamente salva y libera. En efecto," quien excluye a Dios de su horizonte falsifica el concepto de realidad y, en consecuencia, solo puede terminar en caminos equivocados y con recetas destructivas
Todos los factores de la realidad social y cultural se convierten en retos para la evangelización. De manera especial nos preocupa el alto índice de desempleo que padece la ciudad de Ibagué y que desafía la solidaridad para con los pobres y necesitados, que reclama acciones y proyectos de justicia y equidad en cooperación con el gobierno y las empresas con posibilidad de abrir nuevas fuentes de trabajo.