24 de diciembre 2017. El Papa Francisco reflexionó sobre el Evangelio de la Anunciación antes del rezo del Ángelus y ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro. “Es una gran revelación que abre perspectivas inauditas”, aseguró Francisco. “El niño que nacerá de esta humilde joven de Nazaret será llamado Hijo del Altísimo: no es posible concebir una dignidad más alta que esta”, afirmó. El Papa destacó que la respuesta de María “es una frase breve, que no habla de gloria o de privilegio, sino solo de disponibilidad y de servicio”.
“María no se exalta frente a la perspectiva de convertirse en la madre del Mesías, sino que permanece modesta y expresa la propia adhesión al proyecto del Señor”.
En su opinión, “este contraste es significativo” porque “nos hace entender que María es verdaderamente humilde y no busca mostrarse. Reconoce ser pequeña ante Dios y está contenta de ser así”. Pero también “es consciente de que su respuesta depende de la realización del proyecto de Dios, y que entonces ella está llamada a adherirse en toda sí misma”. “María se presenta con una actitud que corresponde perfectamente a aquel Hijo de Dios cuando viene al mundo: Él quiere ser el Siervo del Señor, ponerse al servicio de la humanidad para cumplir el plan del Padre”. Además, “María se revela colaboradora perfecta del proyecto de Dios” y con su respuesta “humilde y generosa ha obtenido una gloria altísima”. Francisco invitó a todos a “acoger el proyecto de Dios en nuestra vida, con sincera humildad y valiente generosidad”. Fuente: Aciprensa.