DECIMOCTAVO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Agosto 4 de 2024
Entrada: En la Eucaristía nos alimentamos de la Palabra que se ha hecho carne para la vida del mundo y del cuerpo y la sangre del Señor entregados para el perdón de nuestros pecados. En la liturgia de este Domingo, anunciaremos que Jesús es el verdadero pan de la vida que sacia nuestra hambre y nuestra sed para siempre. Dispongámonos a vivir plenamente esta celebración.
Lecturas: En las lecturas de este Domingo meditamos el tema del pan, el que Dios concedió a Israel en el desierto y el que Cristo multiplicó también para la multitud. Que el Señor hoy también nos sacie con el pan de la palabra, escuchando atentamente.
Ofrendas: Presentémosle al Señor el pan y el vino, como símbolo de nuestro agradecimiento por el pan que día a día recibimos.
Comunión: Comulguemos con Cristo, pan vivo bajado del cielo, y vivamos cada vez más comprometidos con la edificación del Reino de Dios.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: Alabemos a Dios nuestro Padre, que en Cristo ha amado a su Iglesia y por medio de Él la alimenta y acompaña, acudamos a Él confiados en su infinita bondad y digámosle todos: Señor, sé el alimento y la vida del mundo.
- Que la Iglesia, sacramento universal de salvación, con sus ministros ordenados, religiosos y laicos continúe ofreciendo a los hombres de todos los tiempos el Pan de la Palabra y la Eucaristía, sustento para la vida del mundo. Oremos.
- Que los gobernantes de Colombia y del mundo entero, procuren siempre trabajar con rectitud y ética, para que sus acciones estén siempre orientadas a fomentar el bienestar de los pueblos. Oremos.
- Que los que sufren enfermedad, abandono, rechazo y discriminación, encuentren en la Palabra y la Eucaristía sustento y alivio para sus penas, a fin de que manifiesten al mundo la solicitud de Dios por sus hijos. Oremos.
- Que los que participamos de esta Eucaristía, nos convirtamos en promotores y defensores, de una nueva sociedad, donde reine la justicia y la paz. Oremos.
Escucha, Padre, nuestras plegarias para que, fortalecidos con el pan de tu misericordia seamos testigos de tu amor en medio de los hermanos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén
DECIMONOVENO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Agosto 11 de 2024
Entrada: Nuevamente nos encontramos en asamblea eucarística, para dar gracias a Dios nuestro Padre. La liturgia de este domingo nos invita a celebrar ahora con una alegría muy especial, porque Cristo se nos ofrece en su cuerpo y en su sangre para darnos vida eterna. El pan que hoy comeremos es el mismo cuerpo del Señor, por eso, unidos como un solo cuerpo, celebremos con fe y esperanza.
Lecturas: Escuchemos verdaderamente la Palabra que es vida para el mundo, porque no solo de pan vive el hombre : ¡el que cree tiene vida eterna!. El pan que el Señor nos da es cuerpo y sangre, vida para el mundo.
Ofrendas: Jesús es el pan que desciende del cielo, pero se hace presente en el pan humilde que presentamos y en el vino que llevamos al altar, para que se haga nuestro alimento.
Comunión: “Yo soy el pan de vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre”. Con alegría por este gran don que Cristo nos ofrece, vayamos a comulgar.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: Alabemos a Dios nuestro Padre, que en Cristo ha amado a su Iglesia y por medio de Él la alimenta y acompaña, acudamos a Él confiados en su infinita bondad y digámosle todos: Escucha Señor, nuestra oración.
- Para que la Iglesia siga nutriéndonos con el Pan que baja del cielo y da vida al mundo. Roguemos al Señor.
- Para que los que se ocupan del gobierno de las naciones, especialmente por los de nuestro país, luchen por la satisfacción de las necesidades básicas de los más excluidos de la sociedad. Roguemos al Señor.
- Por los que pasan hambre y se sienten agobiados y desesperados, para que en su angustia, Dios se manifieste con poder dándoles la fuerza para seguir adelante. Roguemos al Señor.
- Por nosotros que hoy comeremos de ese pan que da vida eterna, para que reanimemos a aquellos que desfallecen en el camino de Dios. Roguemos al Señor.
Dios, dador de vida, escucha las oraciones que te dirigimos con confianza y aumenta en nosotros el deseo de recibirte con fe y amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN DE SANTA MARIA VIRGEN
Agosto 15 de 2024
Entrada: Celebramos en este día la solemnidad de la Asunción de la Virgen María, esta celebración nos da la oportunidad de encontrar en nuestra Madre del cielo un modelo digno de seguir en nuestro camino de santificación. Que la sagrada eucaristía nos ayude en el encuentro con Dios a fortalecer nuestra fe. Celebremos con devoción.
Lecturas: María mujer de fe y de profunda esperanza, modelo de santidad, mujer de caridad y servicio. Que la palabra nos muestre el camino que, como a María, seguidora de su Hijo nos abra la puerta de la salvación. Escuchemos.
Ofrendas: A Dios le agrada que siempre vivamos preparados anhelando que vuelva nuestro Señor y Maestro, Jesús. Esta es nuestra ofrenda.
Comunión: Nuestra mayor riqueza es Cristo Jesús que nos sirve ahora este alimento espiritual. Que nuestro corazón se centre en Él.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: En este día en que conmemoramos la asunción de la Madre del Señor, le pedimos por su intercesión que atienda las necesidades de su pueblo, digamos: Por intercesión de María, escúchanos, Señor
- Pidamos al Señor por el Papa Francisco, para que siga cuidando de su pueblo como María cuidaba de Jesús. Oremos.
- Pidamos al Señor por los gobernantes para que en sus dudas y decisiones imiten a María que todo lo meditaba en su corazón. Oremos.
- Pidamos al Señor por todos aquellos que se han alejado de la Iglesia, para que bajo el amparo de una madre como María vuelvan pronto a la casa del Padre. Oremos.
- Pidamos al Señor, por mediación María Santísima, que la paz llegue a todos los corazones de los hombres de este mundo. Oremos.
Señor, que ante todos los problemas de esta vida llevemos como guía a aquella que guío a Jesús y que hoy presenta por nosotros estas plegarias ante ti. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.
VIGESIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Agosto 18 de 2024
Entrada: Cada domingo el Señor nos brinda la oportunidad de encontrarnos con Él en la celebración eucarística; busquemos el estar siempre unidos a Cristo alimentándonos frecuentemente de este pan de vida eterna. Demos inicio a ésta celebración participando dignamente.
Lecturas: El recibir el cuerpo y sangre de Cristo con buena disposición, nos da la sabiduría para vivir atentos a los signos de los tiempos, ayudándonos a vivir conforme al Espíritu. Escuchemos con atención.
Ofrendas: El Pan y el Vino que compartiremos, han de ser el germen de un mundo nuevo y fraterno, en donde todos aprendamos a compartir. Pongamos en el altar nuestros dones, dejando que Cristo tome posesión de nuestras vidas.
Comunión: Recibamos el regalo que Cristo nos ha hecho de sí mismo en el banquete de la Eucaristía. Al recibir con fe este alimento espiritual, tendremos la fuerza necesaria para entregarnos generosamente a nuestros hermanos.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: «Los que buscan al Señor no carecen de nada», así lo hemos escuchado de labios del salmista hoy. Nosotros estamos aquí buscando al Señor y confiadamente dirigimos a Él nuestras súplicas diciendo todos: Señor, escucha nuestra oración.
1. Por el papa, obispos y sacerdotes, para que, alimentados con el Pan que da la vida eterna, se fortalezcan día a día en la misión que les ha sido encomendada por Dios. Roguemos al Señor.
2. Por los que gobiernan las naciones, especialmente por los de nuestro país, para que luchen por la erradicación de la pobreza, la falta de empleo y la escases del alimento básico en cada uno de los hogares más pobres. Roguemos al Señor.
3. Por los que pasan hambre y viven en la miseria, para que el mensaje de hoy sirva de esperanza para ellos y que nosotros aprendamos a compartir el pan. Roguemos al Señor.
4. Por los que este día nos congregamos en torno al altar de Dios, para que, alimentados con el Pan que ha bajado del cielo, podamos seguir buscando el retorno de todos aquellos que se han alejado de Dios. Roguemos al Señor.
Señor Dios, que cada domingo nos invitas como comensales y amigos a tu mesa, fortalece nuestra fe, para que, con valentía, proclamemos al mundo la confianza de participar en el banquete festivo de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.
VIGESIMOPRIMER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Agosto 25 de 2024
Entrada: Queridos hermanos, con espíritu de piedad iniciemos esta Santa Eucaristía. La liturgia de este domingo nos pondrá ante dos opciones para que decidamos: estar con Dios o alejarnos tras otros dioses. Que el Espíritu Santo nos guíe para optar por seguir y servir al Señor. Celebremos con fe viva.
Lecturas: Ante la murmuración de los discípulos, Jesús les ofrece la posibilidad de que cada cual tome una decisión libre y responsable. Los Doce, a diferencia de otros discípulos que prefieren abandonarle, también se acogen a la revelación de vida que Jesús, el Santo de Dios, les ha hecho. Escuchemos atentos.
Ofrendas: Unamos nuestra vida al sacrificio redentor de Cristo, para que ligados íntimamente a Él demos frutos de fe, esperanza y caridad
Comunión: Acerquémonos confiadamente a Cristo, y que al recibirlo nos haga participes de la vida que Él nos ofrece.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: La Palabra que nos ha congregado y el pan y el vino que vamos a comulgar nos motivan a dirigirnos a nuestro Padre Dios seguros que nos seguirá dando lo mejor que necesitamos cada día, por eso con fe y esperanza digamos: Dios de la Vida y del amor, acompaña nuestro caminar.
- Por nuestra Iglesia, servidora del Dios vivo, para que siga iluminándonos con determinación y valentía ante las opciones que el mundo nos presenta para alejarnos del Señor. Oremos.
- Por los gobernantes de las naciones, especialmente por aquellos que han decidido servir a intereses que alejan al hombre del camino del Señor, para que enderecen sus políticas para el bien de todos. Oremos.
- Por los que sufren la marginación social, para que encuentren acogida en nuestras comunidades cristianas. Oremos.
- Por nosotros, para que la palabra que hoy hemos escuchado nos ayuda a decidirnos sin reservas a servir al Señor. Oremos.
Dios de infinita bondad y misericordia, seguros que nuestra esperanza no quedará frustrada, haznos cada día merecedores de tu gracia y así un día entrar todos juntos en tu presencia. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
VIGESIMOSEGUNDO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Septiembre 1 de 2024
Entrada: Nos reunimos hoy en torno al altar para alabar y bendecir a Dios, nuestro Padre, quien desde siempre se ha manifestado grande en medio de nuestra historia, pidámosle nos conceda la gracia de descubrirnos obra de sus manos y que podamos unirnos como familia de Dios. Celebremos con fe.
Lecturas: Las lecturas de este domingo convergen en un mismo tema: la Palabra de Dios siempre es portadora de vida y liberación para el ser humano. No debemos limitarnos a escucharla, sino que hay que llevarla a la vida por los caminos del amor y el servicio a los demás. Escuchemos este mensaje.
Ofrendas: Ofrezcamos a Dios el deseo sincero de vivir cada vez con mayor profundidad el mensaje que Él nos regala en su palabra.
Comunión: Que al comulgar con Cristo, palabra de Dios hecha carne, asumamos en nuestra vida, la vida que el Padre Dios nos propone.
ORACIÓN UNIVERSAL
Hermanos en Cristo, Dios Padre se ha revelado en nuestra vida, pidámosle nos conceda ser cada día auténticos discípulos de su Hijo y, confiados en su amor infinito, presentemos nuestra suplicas diciendo: Escucha, Padre y ten piedad.
- Por nuestra Iglesia, depositaria de la Palabra revelada, para que la siga difundiendo por todo el mundo. Roguemos al Señor.
- Por el Papa Francisco, para que sepa conducir con sabiduría a nuestra Iglesia en estos momentos difíciles y de incertidumbre que atraviesa la humanidad y la Iglesia. Roguemos al Señor.
- Por nuestros gobernantes, para que legislen siempre con rectitud y actúen sin favoritismos. Roguemos.
- Por los que sufren las injusticias de la ley, para que la gracia de Dios les favorezca ahora y siempre. Oremos.
- Por nosotros, para que nos preocupemos siempre de hacer vida la Palabra escuchada. Roguemos al Señor.
Dios bueno y santo que te revelas al hombre como la fuente del amor perfecto, acoge nuestras oraciones y permítenos sentirte siempre a nuestro lado. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
VIGESIMOTERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Septiembre 8 de 2024
Entrada: La liturgia de este domingo nos confirma que Dios sigue siendo el cercano, y su proyecto salvador continúa, y su poder curativo sigue manifestándose, aunque también nos invitan a que colaboremos nosotros con nuestro esfuerzo para vencer al mal en todos los órdenes. Iniciamos también la semana por la paz en nuestra arquidiócesis, pidamos al Señor príncipe de la paz que nos conceda la gracia de ser instrumentos de la paz y la reconciliación en Colombia. Celebremos con Fe.
Lecturas: Hoy el Señor nos habla a cada uno de nosotros y viene a ofrecernos una palabra gozosa, liberadora y llena de esperanza. Escuchémosla con mucha atención.
Ofrendas: Junto al pan y al vino presentemos nuestro deseo sincero de ser coherentes en nuestra vida de cristianos comprometidos.
Comunión: "Jesús proclamaba el Evangelio del reino, curando las dolencias del pueblo". En el Pan que hoy comeremos también sigue obrando con poder, con su presencia real. Acerquémonos con fe y devoción a comulgar.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos, con esta oración queremos expresarle a Dios que, cuando dos o más se reúnen en su nombre y piden una gracia, Él la concederá. Oremos juntos, diciendo: Que tu Palabra Señor sea luz para nuestras vidas.
- Por la Iglesia, para que siga anunciando el Evangelio por todo el mundo, a pesar de que éste no lo quiera oír. Roguemos al Señor.
- Por los gobernantes de las naciones, para que abran sus oídos y escuchen el clamor de los más necesitados y atiendan sus demandas. Roguemos al Señor.
- Por los enfermos, especialmente los que padecen sordera espiritual, para que en este día Dios pueda abrir sus oídos y se abran a la escucha del mensaje de salvación. Roguemos al Señor.
- Para que nuestro país, superados los horrores de la violencia y de la guerra, alcancemos la paz y tengamos un futuro de tranquilidad y bienestar. Roguemos al Señor.
- Para que nosotros, que celebramos los santos misterios, seamos dignos de saludarnos mutuamente en la paz y vivamos siempre unidos con los lazos del amor. Roguemos al Señor.
Danos, Señor, un corazón sensato, para saber escucharte, y crea en nosotros un espíritu nuevo para dejarnos corregir y saber corregir a nuestros hermanos. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.
VIGESIMOCUARTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Septiembre 15 de 2024
Entrada: La liturgia de este domingo nos deja ver al verdadero Mesías, anunciado por los profetas, y lo que implica seguirle. Abramos nuestro corazón para comprender su mesianismo y recibirle en nuestras vidas. Participemos con alegría y piedad.
Lecturas: El evangelio de este domingo inicia una intensa instrucción a los discípulos. Jesús es el Mesías, pero su mesianismo pasa por el sufrimiento, la condena y la muerte. Creer, como lo descubre el evangelio y lo apunta Santiago, es aceptar un compromiso vital que lleva a dar incluso la vida por seguir al Señor. Escuchemos atentos.
Ofrendas: "El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga". Con el pan y el vino ofrezcamos nuestra fe y confianza en Dios, para que la aumente y estemos dispuestos siempre a seguirle.
Comunión: «Tú eres el Mesías», ha confesado Pedro hoy. Ese Mesías se nos ofrece hoy en su cuerpo para nuestro alimento. Acerquémonos con fe a comulgar.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: presentemos a nuestro Padre estas súplicas con la fe puesta en su santa voluntad y la esperanza de que nos concederá solo aquello que conduce a nuestra santidad. Oremos diciendo: Te rogamos, óyenos.
- Por nuestra Santa Iglesia, para que siga dando testimonio de Cristo en el mundo. Oremos.
- Por aquellos en quienes hemos depositado nuestra confianza para que gobiernen a nuestro país, para que lo hagan con justicia igual para todos. Oremos.
- Por los desamparados, por aquellos que claman el auxilio divino, para que Dios venga pronto en su auxilio. Oremos.
- Por nosotros, para que estemos dispuestos a seguir al Señor, aceptando los riesgos que implica nuestra decisión. Oremos.
Escucha, Dios de misericordia, la oración de tu pueblo; que tu bondad nos conceda lo que nuestras acciones no merecen. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
VIGESIMOQUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Septiembre 22 de 204
Entrada: Ser un buen cristiano no es fácil. Una persona justa es siempre un silencioso reproche de aquellos que no lo son. También vivir según Dios es morir, pero la muerte del cristiano es nacer a una vida sin término, es resucitar. Tomemos fuerza en esta Eucaristía para seguir a Cristo. Dispongámonos para vivir con alegría este encuentro de vida y salvación.
Lecturas: El Evangelio nos ofrece el segundo anuncio de la pasión de Cristo, pero los discípulos no lo comprenden. Cristo puso como ejemplo a un niño, para ilustrar su enseñanza de humildad y servicio. Escuchemos con atención.
Ofrendas: Unamos nuestra vida al sacrificio redentor de Cristo, para que ligados íntimamente a Él, demos frutos de fe, esperanza y caridad
Comunión: Acerquémonos confiadamente a Cristo, y que al recibirlo nos haga participes de la vida que Él nos ofrece.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: Llenos de confianza en el Padre Dios que sostiene nuestras vidas, presentemos las súplicas y necesidades que surgen de lo profundo de nuestro corazón agradecido. Unámonos diciendo: Oh Señor, escucha y ten piedad.
- Te rogamos Señor, por la Iglesia, especialmente por el Papa, los Obispos y sacerdotes, para que en su tarea evangelizadora se presente a todos los hombres como fiel servidora de Dios y de la humanidad. Roguemos al Señor.
- Te pedimos Señor, por los gobernantes de las naciones, especialmente por los de nuestro país, para que guiados por la sabiduría que viene de lo alto, conduzcan nuestros pueblos por los caminos de la paz y de la justicia. Roguemos al Señor.
- Escucha Señor nuestra oración por todos los que sufren, los enfermos, los desplazados, los secuestrados y los perseguidos por su fe, para que se mantengan firmes y confiados en tu auxilio y por nuestra solidaridad experimenten tu cercanía y fortaleza. Roguemos al Señor.
4. Te pedimos Señor, por los que celebramos esta Eucaristía, para que aumenten los lazos de unión y nos sintamos responsables los unos de la suerte de los otros. Roguemos al Señor.
Padre misericordioso y clemente atiende bondadoso las súplicas que te presentamos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
VIGESIMOSEXTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Septiembre 29 de 2024
Entrada: Bienvenidos todos a la eucaristía dominical. Los hijos de Dios venimos a celebrar con gozo el amor que redime, llena y salva, el amor de Dios. Demos gracias al Espíritu que nos ha traído a su casa, estemos atentos a la Palabra que vamos a proclamar, y dejémonos inundar por la presencia serena y amorosa del Señor Jesús.
Lecturas: El Espíritu de Dios trabaja siempre y trabaja a través de todos los que se dejan guiar por él. Nadie es dueño del Espíritu. Nuestra misión es abrir las puertas del Reino de Dios a todos y eliminar todo lo que nos impide entrar y experimentar su poder. Escuchemos atentamente.
Ofrendas: Ofrezcamos a Dios el deseo sincero de vivir cada vez con mayor profundidad el mensaje que Él nos regala en su palabra.
Comunión: Que al comulgar con Cristo, palabra de Dios hecha carne, asumamos en nuestra vida, la vida que el Padre Dios nos propone.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: Al Padre bueno y providente, que siempre está dispuesto a escuchar nuestras plegarias, presentemos nuestras súplicas e invoquémoslo confiadamente diciendo: Renuévanos con tu Espíritu Santo, Señor.
1. Oremos por la Iglesia de Dios y por todos sus pastores para que se dejen guiar por el Espíritu y lo comuniquen a todos los fieles. Oremos.
2. Oremos por los enfermos cuyos gritos nadie escucha, por los que viven en la soledad y el dolor. Oremos.
3. Oremos por los catequistas de nuestra parroquia para que transmitan el Espíritu de Jesús a los niños y jóvenes. Oremos.
4. Oremos por nuestra comunidad parroquial para que el Espíritu siga suscitando en medio de nosotros servidores del Evangelio. Oremos.
Padre bueno, que no abandonas a tu pueblo suplicante, concédenos la fuerza de tu Espíritu Santo para que fieles a las enseñanzas de tu Hijo, edifiquemos su Cuerpo Místico que es la Iglesia, por medio del testimonio y la entrega generosa. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.