22 November 2024
 

 

 

 

 

Historia

Desde los antiguos ermitaños que se establecieron en el Monte Carmelo, Los Carmelitas han sido conocidos por su profunda devoción a la Santísima Virgen. Ellos interpretaron la nube de la visión de Elías (1 Reyes 18, 44) como un símbolo de la Virgen María Inmaculada.  Ya en el siglo XIII, cinco siglos antes de la proclamación del dogma, el misal Carmelita contenía una Misa para la Inmaculada Concepción.

CENTRO PASTORAL DE COMUNIÓN ECLESIAL

Departamento de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada

 

SUBSIDIOS PARA LAS CELEBRACIONES

JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR LA SANTIFICACIÓN DE LOS SACERDOTES 28 DE JUNIO DE 2019

Un don para el bien de todos

Desde el momento en que la vocación al sacerdocio es un don que Dios hace a algunos para el bien de todos, quisiera compartir con vosotros algunos pensamientos, precisamente a partir de la relación entre los sacerdotes y las demás personas, siguiendo el n. 3 de Presbyterorum ordinis, en el que se encuentra como un pequeño compendio de teología del sacerdocio, sacado de la Carta a los Hebreos: «Los presbíteros han sido tomados de entre los hombres y constituidos en favor de los hombres para las cosas que se refieren a Dios, para ofrecer dones y sacrificios en remisión de los pecados; viven pues en medio de los demás hombres como hermanos en medio de los hermanos». Consideremos estos tres momentos: “tomados entre los hombres”, “constituidos en favor de los hombres”, presentes “en medio de los demás hombres”.

En la solemnidad del Corpus Christi aparece una y otra vez el tema de la memoria: «Recuerda todo el camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer […]. No olvides al Señor, […] que te alimentó en el desierto con un maná» (Dt 8,2.14.16) —dijo Moisés al pueblo—. «Haced esto en memoria mía» (1 Co 11,24) —dirá Jesús a nosotros—. El «pan vivo que ha bajado del cielo» (Jn 6,51) es el sacramento de la memoria que nos recuerda, de manera real y tangible, la historia del amor de Dios por nosotros.