21 September 2024
 

14 Octubre 2013.  EL REIKI ES INCOMPATIBLE CON LA FE CRISTIANA  Los católicos son invitados a tomar distancia del Reiki. Lo advierten sacerdotes, la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES) y autoridades de Iglesia.

La afirmación del titular se desprende de lo establecido en el Catecismo de la Iglesia y refrendado en marzo del 2009 mediante un documento específico sobre el Reiki difundido por los obispos de Estados Unidos. Fuente: religión en libertad.

La curación por el uso de "energía" tiene una antigüedad milenaria en Asia, pero el Reiki surgió a principios del siglo XIX con Mikao Usui (1865-1927), decano de una pequeña universidad en Kyoto (Japón). “Un maestro con carisma de gurú, quien tuvo visiones místicas y creó este nuevo sistema que proponiendo ser curativo, no es sólo una técnica, sino un camino espiritual”, informa en una de sus publicaciones de abril de 2009 la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES).

La verdad sin rodeos

RIES señala en esa misma publicación que la cosmovisión del Reiki es incompatible con la fe cristiana no sólo porque defiende la creencia en el “dualismo cósmico” de origen Taoísta asentado en la teoría de los opuestos (Ying-Yang), sino pues “reduce a Dios a una energía que se puede canalizar si uno se concentra y aprende las técnicas para ello”.

Las afirmaciones de RIES se apoyan en los números 1507, 1508 y 1509 del Catecismo de la Iglesia Católica donde se establece que la curación -mediada por la oración y, o, la acción sacramental- es posible sólo por la Gracia Divina… tal como también se desprende al leer diversos pasajes sobre esta realidad en el Evangelio.

Esta certeza de Fe deja en evidencia entonces el error fundamental en que incurren los defensores del Reiki, señalan en RIES, pues siguiendo los escritos de Usui, su creador, esta sería una técnica que canaliza la energía universal de la vida administrable al arbitrio humano y sin identificar el real origen de esa supuesta energía.

El fondo ´oscuro´ del Reiki

Pueden parecer extremas estas afirmaciones cuando incluso médicos bien formados científicamente en universidades laicas incorporan al Reiki como parte de la terapia complementaria para personas que padecen dolor y no pocos católicos se aventuran a probar.

Sin embargo para el sacerdote Salvador Hernández, valorado exorcista de la Iglesia en España, en apariencia benéfica oferta de curación que propone el Reiki, entraña riesgos para la salud espiritual de las personas… “Muchas ofertas de la Nueva Era, como el reiki, consisten en que alguien te impone las manos. ¿Qué garantías tienen de esa persona? Puede ser un brujo camuflado. He tratado muchos que vienen del reiki, de recibir esa imposición de manos, de abrirse a guías, a entes, ¡es como el espiritismo, es abrir una puerta a los espíritus malignos! También puede darse en pseudo-meditaciones trascendentales. La Conferencia Episcopal de EEUU ya explicó que el Reiki y otras técnicas de Nueva Era no son eficaces según comunidad científica, no tienen rigor… Pertenecen al mundo de la superstición. Pero yo he visto varios casos de demonios introducidos por reiki o por invocaciones.” (Extracto entrevista publicada por Forum Libertas el 8 de mayo de 2012)

Más recientemente la postura de la Iglesia sobre el Reiki fue abiertamente zanjada en una dolorosa situación, cuando el 11 de mayo de 2011 la Congregación para la Doctrina de la Fe ordenó que se emitiese un decreto penal contra el hoy ex-sacerdote Gumersindo Meiriño, por difundir su denominada terapia ‘Reiki crístico’.

El catecismo de la Iglesia católica al respecto dice: 1507 El Señor resucitado renueva este envío ("En mi nombre [...] impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien", Mc 16,17-18) y lo confirma con los signos que la Iglesia realiza invocando su nombre (cf. Hch 9,34; 14,3). Estos signos manifiestan de una manera especial que Jesús es verdaderamente "Dios que salva" (cf Mt 1,21; Hch 4,12).

1508 El Espíritu Santo da a algunos un carisma especial de curación (cf 1 Co 12,9.28.30) para manifestar la fuerza de la gracia del Resucitado. Sin embargo, ni siquiera las oraciones más fervorosas obtienen la curación de todas las enfermedades. Así san Pablo aprende del Señor que "mi gracia te basta, que mi fuerza se muestra perfecta en la flaqueza" (2 Co 12,9), y que los sufrimientos que tengo que padecer, tienen como sentido lo siguiente: "Completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia" (Col 1,24).

1509 "¡Sanad a los enfermos!" (Mt 10,8). La Iglesia ha recibido esta tarea del Señor e intenta realizarla tanto mediante los cuidados que proporciona a los enfermos, como por la oración de intercesión con la que los acompaña. Cree en la presencia vivificante de Cristo, médico de las almas y de los cuerpos. Esta presencia actúa particularmente a través de los sacramentos, y de manera especial por la Eucaristía, pan que da la vida eterna (cf Jn 6,54.58) y cuya conexión con la salud corporal insinúa san Pablo (cf 1 Co 11,30).