24 September 2024
 

27 Mayo 2012  Autor:  Alfonso Llanos SJ.  Fuente, el tiempo Colombia. "Espíritu Santo: reconozco y agradezco tu presencia activa y consoladora, desde mi remota infancia hasta mis recientes horas de soledad y vejez."

Hoy es Domingo de Pentecostés. Hoy celebra la Iglesia Católica la venida del Espíritu Santo sobre los primeros creyentes en Jesús resucitado. El Espíritu Santo es el Espíritu del Padre, el Espíritu de Dios, la presencia personal de Dios en el mundo, en cada uno de nosotros. El Espíritu Santo es el amor de Dios, el consuelo de Dios, la acción de Dios.

La abundancia de su presencia, que inundó los corazones de los primeros creyentes en Cristo, es el fruto ubérrimo de la pasión, muerte y exaltación de Jesús. Cuando se apareció Jesús, ya exaltado, a sus discípulos y a las santas mujeres -María santísima, María Magdalena, María la de Cleofás- derramó desde su seno la plenitud de su Espíritu. Sopló sobre ellos -símbolo visible de que el Espíritu salía del fondo del corazón de Dios-, les comunicó su perdón, su amor y su paz. Recibid al Espíritu Santo. Perdonad los pecados e id por todo el mundo predicando la fraternidad, la solidaridad y el amor.

Hoy, todo colombiano se encuentra sediento de Dios. Necesitamos conversión, perdón, sinceridad, vida nueva, honestidad.

Necesitamos todos de la efusión del Espíritu Santo:

-Que allí donde haya corrupción, haya honestidad; -donde hay guerrilla, que haya diálogo, reconciliación y paz; -donde hay frialdad e indiferencia, que haya calor de Dios; -donde hay división, que haya unión y fraternidad; -donde hay discordia matrimonial, que haya unión y haya hogar; -donde hay fragilidad, que haya fortaleza y valor; -donde hay fracaso, que haya confianza y superación; -donde haya envidia, que haya comunicación, solidaridad y amor.

-Ven, Espíritu Santo: ilumina a nuestros gobernantes para que cuiden de los pobres, de los afectados por las calamidades públicas, de los desocupados y enfermos. Ilumina a los padres de familia para que sepan educar a sus hijos en el respeto a la autoridad, en la responsabilidad y en la fe en Dios. Ilumina y fortalece a los sacerdotes para que haya en ellos castidad, celo, sensata y sólida predicación.

Ven, Espíritu Santo, sobre la Iglesia, humillada y avergonzada por los pecados de algunos de sus sacerdotes, pero siempre dispuesta a resucitar y servir. Ven, Espíritu Santo, atrae a los fieles para que no se retiren, defraudados, del seno de la Iglesia, y permanezcan fieles a Jesucristo hasta la hora de la muerte.

Danos tus siete dones:

Entendimiento, para comprender las verdades de la fe;Ciencia, para conocer las Sagradas Escrituras; Sabiduría, para gustar de la presencia de Dios en nuestras vidas y cultivar los valores del espíritu; Consejo, para orientar al que vaga fuera del Camino, Verdad y Vida, que es Jesús, y no encuentra el sentido de la vida, de la muerte y del dolor; Fortaleza, para vencer las tentaciones del Maligno y perseverar en el camino del bien, y Piedad para orar y fomentar la humilde entrega al cumplimiento de la voluntad de Dios.

Y Santo Temor de Dios, para que aprendamos a respetarlo a él, presente en el anciano y el mendigo, en el niño y la mujer.

Espíritu Santo: reconozco y agradezco tu presencia activa y consoladora, desde mi remota infancia hasta mis recientes horas de soledad y vejez. Tus siete dones me han acompañado siempre para realizar mis 55 años de sacerdocio con fidelidad, alegría y generosidad. Has alejado de mí el odio, la envidia y la amargura; me has enseñado a perdonar, a olvidar, a amar y a ser feliz. Me consuela tu palabra, que me enseña a decir con el salmista: "Solo tú mantienes alta mi cabeza". O bien: "Solo tú me ayudas a vivir tranquilo". "Solo tú me haces libre y feliz". Gracias por haberme enseñado, desde niño, a conocer, amar y adorar a Jesucristo. Guía mis pasos, ya débiles y vacilantes, para que no me aparte del camino que conduce al encuentro con Dios.

Espíritu Santo: danos tu bendición, tu perdón y tu paz.

ALFONSO LLANO ESCOBAR, S. J.