23 April 2024
 

10 de Agosto de 2014.  Autor:  Tebelio Martín Rodríguez.  Fuente Catholic. Las técnicas de reproducción artificial Existen unas 13 técnicas de procreación artificial en la terapia para las parejas con esterilidad, que desesperadamente tratan de tener hijos

El 25 de julio del 2003, se cumplieron 25 años del nacimiento de la primera “niña probeta”, nadie imaginó el desarrollo que tendría esta técnica en tan poco tiempo, los análisis Bioéticos demoraron, dejando tiempo a otros intereses; ejercieron una influencia negativa, como nunca antes en la historia, en el Derecho de la Familia y el Estatuto del Embrión.

Fue en Inglaterra en 1988, que nació Louise Brown después de múltiples esfuerzos de Patrick Septoe y Robert Edwards, ginecólogo y fisiólogo respectivamente. A través de la llamada Técnica de Fertilización in Vitro con Transferencia de Embriones (FIVET), que consiste en lograr la fecundación del óvulo en condiciones de laboratorio (in Vitro) y su posterior traslado a un útero, para su desarrollo como embrión, tuvo en sus inicios un sentido terapéutico para las parejas afectadas de esterilidad. Es la aplicación de lo tecnológico en la esfera de la reproducción, de esta forma se relacionan la vida naciente y la procreación humana.

El presente artículo trata de una reflexión al respecto. Tomaremos como principio que las técnicas que pueden realizar la concepción de un nuevo ser humano sin la mediación del acto sexual conyugal, y son sustitutivas de este, no son lícitas; sólo en la unión íntima de dos personas de diferente sexo puede concebirse el ser humano.

Desde 1978 a la fecha, la FIVET ha logrado unos centenares de miles de óvulos fecundados, teniendo como resultado el cambio de las legislaciones sobre Derecho de la Familia y el Estatuto del Embrión entre otras.

Existen unas 13 técnicas de procreación artificial en la terapia para las parejas con esterilidad, que desesperadamente tratan de tener hijos; los científicos basándose en el “principio terapéutico”, han tratado de resolver esta patología, aunque ha avanzado mucho en este campo la microcirugía, y el tratamiento farmacológico, existen casos no resueltos, desarrollándose un grupo de técnicas bajo el nombre de “técnicas de reproducción asistida” (T. R. A.), que tienden a sustituir mecanismos biológicos o etapas de un complejo proceso funcional, considerándose que realizan una “función sustitutiva” de la condición pro creativa del acto sexual. De todas, la más usada es la FIVET y con la que es necesario realizar un minucioso análisis. Otras técnicas menos usadas son: la Inyección Intracitoplasmática de espermatozoides, la transferencia de embriones congelados y la donación de ovocitos.

Historia

El método de la inseminación no natural es el más antiguo para combatir la esterilidad. En la antigua Grecia y en el Imperio Romano se probó con animales. Entre los años 1725 y 1729 se intentó con personas, pero sin resultados. En el siglo XIX es cuando se comienza a aplicar con resultados, primero en animales, con buenas intenciones: mejorar las razas, hacerlas mas resistentes a las enfermedades y que tuvieran mayor rendimiento, tenían un objetivo determinado, pero lamentablemente esta experiencia se comenzó a aplicar rápidamente de igual forma a los humanos, no teniendo en cuenta la diferencia de especies y las cuestiones éticas.

De forma resumida la historia se puede ver en dos fases:

Fase de experimentación en animales

• Una fase biológica que comienza en 1899 realizada por Heape, quien hace la primera transferencia de un embrión precoz de una coneja a otra. Ya en el siglo XX, en 1911, Roelheder publicó 65 casos de inseminación artificial en humanos, obteniendo fecundación en 31. En 1927 Shorhowa citó 88 casos logrando 33 embarazos. Inicialmente era una técnica fácil, consistía en depositar semen con una jeringuilla en el útero de la mujer

La primera publicación fue en 1937, un editorial anónimo aparecido en la revista The New England Journal of Medicine sugiere teóricamente la FIVET. En 1944 los logros de fecundación de óvulos humanos en probeta son escasos, pero en 1949, Hamond logra que embriones de ratón extraídos muy precoz sobrevivan y se desarrollen en el laboratorio, hasta estadios bastante avanzados, aproximadamente hasta la mitad del ciclo de embarazo.

En 1953 se logra que un embrión fecundado in Vitro sobreviva hasta el estado de mórula.Más tarde en 1959, ocurre la primera fecundación in Vitro de ovocito de coneja con transferencia al útero y crecimiento hasta el nacimiento, Chang, Thibaud y Dauzier, logran demostrar la viabilidad de la fecundación extracorpórea.Steptoe en 1970 realiza la recolección de ovocitos humanos mediante laparoscopia, técnica quirúrgica poco invasiva.

No es hasta 1972 que Whittnghan logra el nacimiento de ratones después de criócongelación del embrión durante cierto tiempo y su posterior transferencia al útero.

Finalmente en 1978, se realiza el nacimiento de Louise Brown, la técnica: ovocito ovulado espontáneamente y FIVET. Unos meses después, se logra en Australia.

Como tratamiento de infertilidad

• Después comenzó la segunda fase de desarrollo de esta tecnología, realizándose en las clínicas de tratamiento de la infertilidad.En 1980 se realizó la inseminación de una mujer donadora de ovocito con semen del padre de la estéril, luego en el sexto día de la inseminación se exportó el embrión mediante lavado uterino y transferencia de embrión en el útero de la madre portadora ( See y Seed).

Un año después se realiza el primer embarazo mediante FIVET en ciclos ovulatorios controlados con la administración de gonadopina; con este logro de Trouston y otros, se inicia la fase de experimentación y de fecundación in Vitro de más embriones respecto a los que se pueden colocar en el útero. Aparecen lo que se llamaría mas tarde “embriones sobrantes”. En ese mismo año nace el primer caso en Francia y en EE.UU. Este mismo equipo logra dos años después , en 1983, la crióconservación y reutilización de embriones humanos para embarazos posteriores.

Se tardó sólo un año para lograr 3 adelantos en esta fase:

a) la donación de ovocitos y transferencia del embrión obtenido mediante FIVET en una mujer con menopausia precoz, con útero preparado mediante administración hormonal en la instalación del embrión. (Lutjen).

b) el Profesor Asch propone el primer embarazo mediante introducción de gametos en la trompa de Falopio (GIFT) por laparoscopia y

c) poco más tarde se realiza la recolección ovocitaria por control ecocardiográfico por vía vaginal sin recurrir a la laparoscopia, (Dellenbach y Nisand).En 1985 nacen Gemma y Sergio los primeros gemelos españolesDos años después Devroey realiza la transferencia intratubárica de un embrión que había sido producido in Vitro.En 1988 Bustillo logra la GIFT únicamente con la guía de ecocardiografía, sin laparoscopia, y en ese mismo año la disección de la zona pelucida del ovocito mediante micro- manipulación in Vitro y fecundación con esperma de hombre subfertil, es realizado por Gordon y colaboradores.

En la literatura, sólo la Ciencia Ficción había mencionado este fenómeno de manera profética mucho antes que sucediera, el gran escritor W Goethe en su obra Fausto, expone la idea de crear un ser humano en el laboratorio, (acto segundo, diálogo entre Mefistófeles y Wagner), otra obra que lo menciona es Frankestein en la que con fragmentos de 7 hombres se fabrica un ser con la fuerza de estos. En la actualidad la película Matrix expresa sentimientos futuristas y de nostalgia, “los seres humanos ya no nacen, se cultivan, parece que nos movemos en un desierto real, con tanto saber de todo, no sabemos lo suficiente”. Ninguno de los autores pensó que sus obras se llevarían a la realidad, con las consecuencias de un mercado de ganancias millonarias y las tormentas éticas que esto motivaría; cuestiones que no estaban en los propósitos de los autores.

Como podemos ver es una carrera tecnológica, cada vez con menor margen de tiempo para el conocimiento de ésta y posterior razonamiento, en ocasiones más de un descubrimiento en un año. No sucede así en otras urgencias médicas, que ayudarían a calmar el sufrimiento humano. No se justifica la investigación sobre el hombre con técnicas de instrumentación en la procreación sin motivos realmente terapéuticos. Si la base para estas aceleradas investigaciones es resolver la esterilidad de las parejas y esta patología afecta solo a un 10 % de la población, no se justifica invertir tantos recursos para lograr descubrimientos en tan poco tiempo.