SEGUNDO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Enero 19 de 2025
Entrada: Con la celebración de la fiesta del Bautismo del Señor hemos iniciado el “tiempo Ordinario”, sin embargo, la liturgia de este domingo aún se sigue haciendo eco de la manifestación del Señor. De manera especial en el relato del Evangelio que nos ofrece el episodio de las Bodas de Caná. Dispongámonos, pues, a vivir este encuentro con la Palabra, viviendo la gracia de este año jubilar.
Lecturas: El profeta Isaías nos presenta a Jerusalén como la novia con la que el Señor quiere contraer matrimonio. Esos desposorios, anunciados por los profetas, se han hecho realidad en Jesús, que riega su banquete de bodas con el mejor de los vinos para celebrar así que la gloria de Dios habita en medio de este mundo. Escuchemos con mucha atención.
Ofrendas: Con el pan y el vino, ofrezcamos al Señor nuestras tristezas y dificultades, para que, por intercesión de la Santísima Virgen María, se conviertan en gozo para nuestras vidas.
Comunión: Acerquémonos ahora a recibir a Cristo, el esposo que quiere ocupar un lugar privilegiado en nuestros corazones.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: elevemos nuestra suplicas al Padre, con la confianza que nos da sabernos llenos de su amor y miembros de su Iglesia. Digamos: Te rogamos, óyenos.
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Por la Iglesia, pueblo de la nueva alianza para que permanezca siempre fiel a Cristo, su Esposo y Señor. Oremos al Señor
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Por los gobernantes de nuestro país, para que implementen políticas que construyan la unidad, la solidaridad y el progreso de todos los pueblos. Oremos al Señor.
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Por los esposos cristianos, para que testimonien con su vida el amor indisoluble de Cristo a la Iglesia. Oremos al Señor.
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Por los que nos hemos reunido a celebrar esta Eucaristía, para que escuchemos atentamente la petición de la Madre de Dios que nos dice: “hagan los que Él les diga.” Oremos al Señor.
Señor, Dios nuestro, escúchanos. Te lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo, que, movido por la súplica de su Madre, remedió la falta de vino en las bodas de Caná. A él la gloria por los siglos de los siglos.
TERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
DOMINGO DE LA PALABRA DE DIOS
Enero 26 de 2025
Entrada: Celebramos el domingo de la Palabra de Dios, dirigimos nuestra mirada al Señor que nos convoca para actualizar su obra salvífica en nosotros, por eso nos disponemos al encuentro fraterno en torno a la mesa de la Palabra y del fracción del. Participemos con alegría de este encuentro con el Señor.
Lecturas: El pueblo restaurado tras el exilio inicia su nuevo caminar con la lectura del libro de la ley. Tanto Nehemías como Jesús insisten en el “hoy” como día consagrado a Dios, como tiempo de salvación, como ocasión para la alegría y la celebración. Formando un solo cuerpo con Cristo, escuchemos con fe esta palabra.
Ofrendas: Al llevar los dones a la mesa del altar, comprometámonos al trabajo que hace crecer el pan de nuestra mesa cotidiana.
Comunión: Acerquémonos ahora a recibir a Cristo, que se nos da en la comunión, renovando nuestra fe en el Sacramento del Cuerpo del Señor, que nos da vida en abundancia.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: la bondad del Padre nos ha insertado, por el bautismo, en el grande proyecto de la salvación. Supliquémosle ahora para que también nos ayude a leer los acontecimiento de cada día a la luz de su providencia. Oremos diciendo: Padre, escucha nuestra plegaria.
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Oremos por el Papa y por todos los ministros de la Palabra para que sean instrumentos eficaces en la proclamación de la buena noticia de la salvación. Oremos al Señor.
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Oremos por los gobernantes para que trabajen a favor de los más pobres y vulnerables mediante el respeto a la dignidad de la persona humana. Oremos al Señor.
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Oremos por quienes se dedican al estudio de la Sagrada Escritura, para que, iluminados por la efusión del Espíritu Santo, nos ayuden en la comprensión de la Palabra de Dios. Oremos al Señor.
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Oremos por esta asamblea reunida en torno al altar, para que seamos constructores del reino de Dios, según los dones que cada uno haya recibido. Oremos al Señor.
Tu sabiduría, oh Padre, nos ayude a seguir tus caminos para que, en toda situación de la historia y del mundo, estemos firmemente afianzados en la esperanza que resplandece en Cristo el Señor. Que vive contigo por los siglos de los siglos.
FIESTA DE LA PRESENTACION DEL SEÑOR
Febrero 2 de 2025
Entrada: Nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía en este domingo, hoy celebramos la Fiesta de la Presentación del Señor y la Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Cuarenta días después de su nacimiento, Jesús fue llevado al templo por María y José, un acontecimiento con el que cumplen la ley de Moisés y se convierte en un encuentro con el pueblo creyente y gozoso, manifestándose así como luz para alumbrar a las naciones y gloria de su pueblo, Israel. Con esa alegría nosotros comenzamos esta gran celebración.
Lecturas: El evangelio nos muestra a María y José cumpliendo la ley y presentando al niño Jesús, a quien la carta a los hebreos nos muestra como Sacerdote misericordioso y fiel. Escuchemos atentos estas lecturas.
Ofrendas: Como María presentó a Jesús al templo, nosotros llevemos las ofrendas de pan y vino, junto con nuestras ilusiones y esperanzas.
Comunión: Cristo, que hoy es presentado en el templo, en esta Santa Misa se nos ofrece para ser nuestra luz y alimento que nos da vida eterna. Acerquémonos con piedad y devoción.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: Presentemos, hermanos, a Dios nuestras peticiones universales y por nuestra comunidad particular, lo hacemos diciendo todos: Señor, escucha la oración de tu pueblo.
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Por la Iglesia, para que, como la profetisa Ana, en la humilde y confiada oración encuentre la fuerza para alabar al Señor incluso en las situaciones más dolorosas y difíciles, y sea signo de esperanza para todo hombre que busca la a paz y la verdad. Oremos.
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Por el Santo Padre Francisco, para que, guiado por la fuerza del Espíritu Santo, pueda vivir en plena libertad su misión profética del anuncio del Evangelio en todas las naciones. Oremos.
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Por todos los religiosos y por cuantos han recibido el don de la llamada a la vida consagrada, para que sigan a Cristo, renunciando al poder del mundo y sirvan a Dios y a los hermanos con espíritu de pobreza y humildad de corazón. Oremos.
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Por todos nosotros, para que tengamos los ojos atentos para reconocer al Señor en los hermanos, y manos dispuestas a dar testimonio de Él y a servirlo en todos los ámbitos de nuestra vida. Oremos.
Padre misericordioso, mira con benevolencia a tu pueblo que hoy festeja la Presentación de Jesús en el Templo, escucha sus oraciones y guíalo por la vía del bien. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
QUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Febrero 9 de 2025
Entrada: Queridos hermanos, nos alegra recibirles nuevamente en la casa de Dios para celebrar la Santa Misa dominical. Dejemos que la Palabra y el sacramento nos pongan en la dinámica de la escucha atenta de la voluntad del Señor para discernir lo que más conviene y salir fortalecidos al compromiso misionero. Participemos con fe en esta celebración.
Lecturas: Hoy como ayer, la Palabra de Dios, sigue resonando en la asamblea y transforma la vida de la comunidad cristiana. escuchemos y obedezcamos para que seamos verdaderos discípulos en una Iglesia en salida, una Iglesia en camino de unidad.
Ofrendas: Con el pan y el vino, ofrezcámonos también nosotros, para servir a Dios ahí donde él nos mande.
Comunión: Nos ponemos en movimiento para ir a recibir el Cuerpo del Señor. Esa vida deberemos llevar al mundo para ser “pescadores de hombres”. Vayamos a comulgar con fe y devoción.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: En este domingo en el que Dios nos ha hablado sobre su llamado, dirijamos nuestras plegarias a Dios de manera especial por las vocaciones. Unámonos, diciendo: Muéstranos tus caminos, Señor.
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Por la Iglesia, necesitada de vocaciones misioneras, para que el Señor mueva los corazones de los discípulos y lleven el evangelio allí donde se necesita. Oremos.
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Por nuestro obispo Orlando, los presbíteros y diáconos de nuestra Iglesia diocesana, para que alcancen santidad en la caridad pastoral expresada en la entrega cotidiana, y con ello despierten en los jóvenes el deseo de servir a Dios en el sacerdocio. Oremos.
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Por los que han sido llamados a dirigir los destinos de los pueblos, para que gobiernen dejándose orientar por Dios. Oremos.
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Por nosotros, para que sepamos responder al llamado que Dios nos hace cada día. Oremos.
Escucha, Padre, nuestra oración y conserva en nosotros los dones de tu Espíritu; haz que todos los hombres te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a tu enviado Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
SEXTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Febrero 16 de 2025
Entrada: Queridos hermanos, nos reunimos nuevamente para la Eucaristía dominical. Sean todos bienvenidos a la casa de Dios. Al estar aquí ya hemos tomado una buena decisión. Hoy el Señor nos prepara, a través de las lecturas, para tomar el camino correcto, que nos conduce a la felicidad plena. Celebremos con fe y alegría.
Lecturas: Cuando resuena la Palabra de Dios, nuestro corazón se llena de gozo porque nos sabemos amados por el Señor. Abramos nuestros oídos y recibamos esta que es la auténtica buena noticia de salvación.
Ofrendas: Hay más felicidad en dar que en recibir, enseña el Señor. Por eso, al presentar los dones de pan y vino, renovemos el llamado a ser don para los demás.
Comunión: Recibir el Cuerpo del Señor alimenta nuestra felicidad, porque nos une a él y nos hace ser pan partido para la vida del mundo. Acerquémonos a comulgar con profunda fe.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: la Palabra de Dios que hemos escuchado es fundamento de nuestra fe, alimento de nuestra esperanza y fermento de fraternidad. Presentemos nuestras súplicas, diciendo: Dios de amor, escúchanos.
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Por la Iglesia, mensajera de la felicidad del Reino, para que sea fuerte en su opción de estar al lado de los infelices de la tierra y promueva su dignidad humana. Oremos.
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Por quienes tienen en sus manos los destinos de nuestro país, para que gobiernen buscando siempre el bienestar de todos. Oremos.
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Por los que sufren en el mundo y carecen de motivos para ser felices, para que hoy el Señor les lleve consuelo en su pobreza y les permita ver un mejor futuro. Oremos.
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Por esta asamblea liturgica, para que, llena del gozo de su Señor, no busque seguridades en cosas pasajeras y ponga toda su seguridad en los verdaderos tesoros de la existencia. Oremos.
Extiende, Padre, tu mano sobre la humanidad cansada y oprimida; concédenos a nosotros una fe firme y valiente en el testimonio profético de tu reino. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
SEPTIMO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Febrero 23 de 2025
Entrada: Nos hemos reunido en esta celebración eucarística en el domingo, día del Señor. El «mandamiento» que Jesús da a sus discípulos sobre el amor a los enemigos es lo que más caracteriza la Palabra de Dios de este domingo, por eso manifestemos nuestro amor a los hermanos y juntos, como una sola familia. Celebremos con amor y en la paz que nos da el ser llamados a la misericordia en esta Eucaristía.
Lecturas: El Señor nos enseña a través de las lecturas, cómo ser imagen de Dios: siendo compasivos y misericordiosos, como nos lo reconocerá también el salmo. Atentos escuchemos este mensaje.
Ofrendas: Para recibir el alimento celestial del Cuerpo y Sangre del Señor, presentemos ahora el alimento material del pan y vino.
Comunión: El Señor nos llama a buscar el reino de Dios y su justicia. Lo haremos si somos hombres y mujeres celestiales, por eso, vayamos a comulgar con fe.
ORACIÓN UNIVERSAL
Invoquemos, hermanos, la misericordia de Dios Padre, y oremos por necesidades de todos los hombres. Unámonos diciendo: Dios del amor, escucha nuestra oración.
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Por el Papa Francisco, para que siga difundiendo los valores de la fraternidad, en un mundo dividido por las discordias y el odio. Oremos.
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Por los que gobiernan las naciones, para que luchen por la paz en el mundo entero, buscando entendimientos y tendiendo puentes que nos unan cada vez más. Oremos.
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Por los que sufren por las guerras, para que este domingo se encuentren con la paz que nos regala el Señor. Oremos.
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Por nosotros, reunidos como hermanos, para que vivamos el mensaje que Dios nos ha dado y practiquemos la misericordia con los demás, aún con nuestros enemigos. Oremos.
Acompaña Señor a nuestra comunidad, para que, contagiados del amor de Jesús, amemos a nuestros enemigos y reconozcamos en ellos las semillas de tu reinado de amor. Por Jesucristo nuestro Señor.
OCTAVO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Marzo 2 de 2025
Entrada: Bienvenidos hermanos a esta celebración dominical, en la que Dios quiere alimentarnos y seguirnos instruyendo. Muchas veces confirma Jesús con su autoridad lo que la sabiduría humana y el sentido común consideran ya como virtudes: el respeto a los demás, la prudencia, la discreción. Con imágenes agrícolas, muy accesibles para todos, Dios quiere darnos su mensaje hoy. Celebremos juntos esta liturgia del amor de Cristo por la humanidad.
Lecturas: Escuchemos con atención cómo nuestras palabras reflejan nuestros sentimientos, pues de esta forma seremos reconocidos por nuestros frutos. Acojamos esta palabra con fe y obediencia.
Ofrendas: Acerquemos los dones de pan y vino al altar para que en ellos entreguemos nuestro deseo de transformar nuestra mente en Jesús, que es la verdad.
Comunión: La Palabra nos ha dicho hoy que de la abundancia en nuestro corazón habla la boca. Acerquémonos a comulgar y llenémonos de la presencia de Dios en nuestros corazones.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: al Dios de la vida que nos llama a ser reconocidos por los frutos, pidámosle en nuestra oración para que seamos cada día más coherentes con nuestras palabras y acciones. Digamos: Escucha, Señor, nuestro clamor.
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Oremos por el Papa, para que sus obras sean el reflejo del evangelio que predica, y así, sus enseñanzas sean testimonio del amor que anuncia al mundo. Oremos al Señor.
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Oremos para que la Iglesia sea una comunidad que refleje los frutos de la abundancia del corazón, y por medio de la caridad, pueda atender las necesidades de los más débiles de la humanidad. Oremos al Señor.
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Oremos por los que gobiernan el mundo de la política, para que antepongan la construcción del bien común a los intereses egoístas, que son la fuente de la malversación de los recursos públicos. Oremos al Señor.
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Oremos por nuestra comunidad eclesial, para que cada día nos esforcemos por construir una Iglesia atenta a la escucha y el clamor de los pobres, excluidos y necesitados del amor fraterno. Oremos al Señor.
Escucha Padre de amor estas y todas las plegarias que te dirigimos humildemente, para que seamos escuchados y sintamos siempre tu amor misericordioso y compasivo. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.