5 August 2025
 

FIESTA DE LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR

Agosto 6 de 2025

 

Entrada: Hoy celebramos la fiesta de la Transfiguración del Señor, que nos invita a mirar contemplativamente al Señor glorificado, iluminado con la luz plena de la Pascua, y con una proyección escatológica, el triunfo total al final de los tiempos. Con la esperanza de poder nosotros también contemplar la gloria de Dios, ahora dispongámonos a disfrutar de esta gran fiesta.  

Lecturas: En la liturgia de la palabra de esta fiesta nos encontramos con la manifestación de la gloria de Jesús, de la que fueron testigos sus tres discípulos más cercanos, Pedro, Santiago y Juan, y que sirvió a la primera comunidad para entender mejor la identidad de Jesús y encontrarle sentido a toda su historia pascual. Dejemos que también a nosotros se nos manifieste, preparándonos a la escucha de esta Palabra. 

Ofrendas: El sacrificio de Cristo en la cruz se renueva por la fuerza el Espíritu Santo, que transforma las ofrendas de pan y de vino que hoy presentamos, pidámosle que transforme también nuestros corazones. 

Comunión: Cristo glorioso se nos ofrece hoy en su Cuerpo y su Sangre. Con devoción acerquémonos a comulgar.

 

ORACIÓN UNIVERSAL 

Queridos hermanos: Al Padre que nos protege y nos invita a escuchar a su hijo, dirijamos confiados nuestra oración. Unámonos diciendo: Señor, transfigura nuestra vida

1.    Por la Iglesia, llamada a permanecer en atenta escucha de la voz del Padre: que ante las dificultades tenga el coraje de alzar los ojos y contemplar la presencia del Señor que la guía y la protege. Oremos.

2.    Por el Papa, los obispos, los sacerdotes y todos los consagrados: que a través de su vida resplandezca la alegría de haber sido elegidos por el Señor, para dar testimonio en todo tiempo de su belleza y misericordia. Oremos.

3.    Por los gobernantes de las naciones: que puedan contemplar la gloria de Dios en la creación entera, especialmente en los pueblos que los eligieron. Oremos

4.    Para que aprendamos a escuchar a Dios también en la presencia y el clamor de los más necesitados de nuestra sociedad. Oremos.

5.    Por todos nosotros: para que en este día podamos contemplar al Señor en la belleza de la creación y en la vida de los hermanos más solos. Oremos.

Escucha, Señor nuestra plegaria, confórtanos en nuestras luchas y ayúdanos a seguir creciendo en la fe, la esperanza y el amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

XIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Agosto  10 de 2025

 Entrada: Movidos por un corazón entregado al Señor disponemos nuestra vida para esperar en el Señor, por ello, con la convicción de nuestra fe, iniciemos nuestra celebración eucarística disponiendo nuestro ser en actitud expectante y activa para ser testigos del Reino de Dios.

 Lecturas: Con una colección de sentencias y parábolas nos invita la Palabra a buscar el sentido de la vida y afianzar la esperanza en la venida de Jesús. Preparémonos para escuchar esas sentencias y parábolas.

 Ofrendas: Con las ofrendas de pan y vino presentemos al Señor nuestras ilusiones y esperanzas.

 Comunión: «Esten preparados, porque a la hora que menos piensen viene el Hijo del hombre», nos ha dicho Jesús en el Evangelio. Hoy viene a ofrecerse en la Comunión, acerquémonos a recibirle.

 ORACION UNIVERSAL

 Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, para que en su infinito amor incline sus oídos a nuestras oraciones. Digamos todos: Que se haga en nosotros tu voluntad, Señor.

 1.    Por la Iglesia de Dios, para que no olvide su misión de servir a los hermanos sin caer en pretensiones y grandezas, y pueda ser digna de la presencia de Dios. Oremos.

2.    Por quienes dirigen los destinos de las naciones, especialmente los de nuestro país, para que, imitando al Señor que guio al pueblo de Israel, dirijan los pueblos a ellos encomendados con sabiduría y honor, siempre en caminos de solidaridad y justicia. Oremos.

3.    Por todos los hermanos que sufren, especialmente los más pobres y marginados, para que encuentren en nosotros un tesoro de solidaridad y amor. Oremos.

4.    Por todos nosotros, para que nuestra esperanza en el Reino de Dios nos inspire a vivir con vigilancia, servicio y comunión con nuestros hermanos. Oremos.

 Ayúdanos, Señor, a vivir con esperanza activa, vigilante en el servicio y siempre dispuestos a compartir lo que somos con nuestros hermanos. Que tu Espíritu nos guie en cada paso, para que seamos verdaderos testigos de tu Reino. Te lo pedimos por  Jesucristo, nuestro Señor. 

 

SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN DE SANTA MARÍA VIRGEN

Agosto 15 de 2025

 Entrada: Hoy nos reunimos para celebrar la solemnidad de la Asunción de la Virgen María, considerada una de las fiestas más populares de las que la Iglesia dedica a la Virgen María, que aparece además como modelo de lo que es y espera ser toda la comunidad cristiana. La asunción de María es una fiesta que confirma nuestra esperanza cristiana: hay resurrección, hay salvación para el hombre. Con esa confianza puesta en la vida eterna, iniciemos la celebración de esta gran solemnidad mariana

 Lecturas: En el Evangelio de hoy escucharemos un himno de alabanza a Dios, el Magníficat, que Lucas pone en labios de María de Nazaret, es un canto «pascual» que agradece a Dios que sabe enaltecer a los humildes. Como ha resucitado a Cristo Jesús de entre los muertos, así Dios protege al pueblo elegido y, también, ha hecho maravillas en la Madre del Mesías. Escuchemos con atención. 

 Ofrendas: María hizo ofrenda de su Hijo al mundo, para que todos los pueblos en él tengan vida abundante. Del mismo modo, con el pan y el vino llevamos los dones de nuestro trabajo para que haya vida en todos los hogares del mundo

 Comunión: María vivió la plena comunión con Dios uno y trino. Nosotros la imitamos uniéndonos al Cuerpo de Jesús, del que nada podrá separarnos. Con esta intención nos acercamos a comulgar

 ORACIÓN UNIVERSAL

Queridos hermanos: En María Santísima, asunta al cielo, la Iglesia contempla su destino de gloria y belleza. A su intercesión confiamos los deseos y súplicas de nuestro corazón diciendo todos: Renuévanos, Señor, por la gloria de tu amor.

 1.    Por la Iglesia, que en María Santísima contempla reflejada su propia imagen, para que a través de su obra apostólica eduque a sus hijos en la virginidad del corazón. Oremos.

2.    Por los responsables de las naciones, para que, a imitación de María Santísima, sean atentos y solícitos en la búsqueda del bien común y en la custodia de la dignidad humana. Oremos.

3.    Por los que han perdido la alegría de vivir a causa de los acontecimientos de su historia y de las contradicciones de su propia vida, para que encuentren de nuevo el deseo del camino y la esperanza de una vida mejor. Oremos.

4.    Por los aquí reunidos, para que, reconociendo en María el modelo auténtico e ideal de la humanidad redimida, seamos atraídos por su ejemplo y sostenidos en el peregrinaje de la fe hacia nuestra madurez cristiana. Oremos.

 Padre misericordioso, que llevaste en cuerpo y alma al cielo a la Virgen María, haciéndola partícipe ya desde ahora de la gloria que espera a los elegidos al final de los tiempos, escucha nuestras súplicas, y concédenos permanecer fieles a tus designios a ejemplo de María, la humilde sierva del Señor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. 

 

XX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Agosto 17 de 2025

 Entrada: En este domingo el Señor nos reúne para renovar su llamado, revitalizar nuestra existencia, darnos fortaleza y ponernos de pie para vivir en actitud misionera. Que en esta santa Misa renovemos nuestro compromiso de seguir a Cristo con corazón firme, buscando siempre la luz que nos guía en nuestro caminar diario. Participemos con atención y disposición.

 Lecturas: La Palabra del Señor nos mueve a vivir nuestra fe y la misión evangelizadora con valentía, constancia y ánimo. En efecto, nuestra perseverancia en seguir a Cristo debe ser firme, pues Él, a pesar del sufrimiento, mantuvo la mirada en el gozo que le esperaba. Escuchemos con atención.

 Ofrendas: Con el pan y el vino ofrezcamos nuestra entrega firme y fiel para seguir a Cristo en todo momento.

Comunión: En nuestro camino tras las huellas de Cristo, él nos alimenta con su Cuerpo y Sangre. Acerquémonos a recibirle.

ORACIÓN UNIVERSAL

 Queridos hermanos: el Señor nos mira con amor y nos llama continuamente a seguirlo. Conscientes de nuestra fragilidad y de los apegos que habitan en nuestro corazón, invoquemos su ayuda diciendo todos: Señor, escúchanos y fortalécenos.

 1.    Por la Iglesia de Dios, para que no se canse de dar testimonio profético en esta sociedad cada vez más cegada por la indiferencia y el desapego al Señor. Oremos.

2.    Por los gobernantes de las naciones, para que frenen las ambiciones, pongan fin a las guerras y conflictos sociales, y permitan que en todas partes broten la paz y la justicia. Oremos.

3.    Por quienes sufren a causa de las injusticias y de la desigualdad, para que el Señor, que siempre escucha sus plegarias, se apresure en socorrer a estos, sus hijos predilectos. Oremos.

4.    Por las familias que viven en discordia, especialmente los matrimonios que están a punto de separarse, para que el Señor llegue a esos hogares con su amor, los transforme en generadores de paz y sean testigos del amor de Dios. Oremos.

5.    Por todos nosotros, para que el Señor nos haga siempre verdaderos discípulos libres, testigos de la alegría de tenerlo a Él como único bien. Oremos.

 Padre, rico en misericordia, escucha las súplicas y oraciones que te hemos dirigido con fe y esperanza. Por Jesucristo, nuestro Señor.

  

XXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Agosto 24 de 2025

 Entrada: La Iglesia nos acoge a todos por igual, y hoy nos convoca a celebrar ese banquete universal en el que Cristo se nos ofrece como alimento que nos da la vida eterna. Conscientes de ser parte de esta Iglesia que acoge a los hombres de toda raza y cultura, comencemos alegres esta celebración.

 Lecturas:  La Palabra nos recuerda que la salvación exige la respuesta del ser humano, la aceptación del don de Dios, el esfuerzo por vivir según sus planes. Nadie la puede dar por supuesta ni creerse en posesión de ella. Atentos escuchemos.

 Ofrendas: Presentemos el  vino y el pan, y con ellos, nuestra disponibilidad para evangelizar a los que desconocen a Dios.

 Comunión: Cristo es nuestra salvación. Ahora recibámosle en nuestros corazones con fe y devoción.

ORACIÓN UNIVERSAL

 Pidamos,  queridos hermanos, a Dios todopoderoso y eterno, que nos conceda orar con tal confianza que merezcamos obtener lo que pedimos. Digamos todos: Señor, ayúdanos a conocerte.

1.    Por la Iglesia, para que no se encierre en sí misma en los muros de la indiferencia, sino que sea señal de apertura a las diferentes realidades que la circundan y pueda ser fermento de la fe universal. Oremos.

2.    Por los políticos y dirigentes de las naciones, especialmente los de nuestro país, para que no olviden a los más necesitados y ayuden a fomentar la igualdad. Oremos.

3.    Por los más necesitados, para que se encuentren  con nuestras manos generosas y les ayudemos a transitar por el camino estrecho de la salvación. Oremos.

4.    Por nosotros aquí reunidos, para que la semilla sembrada hoy en nuestros corazones nos lleve a la verdadera conversión y al servicio de todos los hermanos, sin importar raza y condición social.

 Señor, tú que nos invitas a entrar por la puerta estrecha al gozo del banquete de tu Reino, escucha nuestras oraciones  y concédenos la fuerza de tu Espíritu en el seguimiento del camino  que nos señalas. por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

 

XXII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Agosto 31 de 2025

 Entrada: Una vez más el Señor nos reúne en torno al altar, con gozo acogemos el mandato  del amor fraterno que Jesús nos regala y que se evidencia en la humildad y sencillez de vida que llevemos, junto con la caridad que manifestemos a los hermanos; oremos para que, con la ayuda divina, podamos vencer la soberbia y orgullo que el mundo nos ofrece y vivamos la humildad que Cristo nos enseña.

 Lecturas: Las lecturas de este domingo ponen ante nuestros ojos el tema de la humildad. El Señor prepara casa y mesa a quienes el mundo se las niega. Y el evangelista insiste: además de sentar a su mesa a los humildes. Con un corazón humilde y sencillo escuchemos atentamente esta Palabra.

 Ofrendas: Con las ofrendas de pan y vino, ofrezcamos al Señor nuestro corazón humilde, sencillo y desinteresado.

 Comunión: Cristo se nos ofrece constantemente como alimento que da vida eterna. Hoy podemos recibirle acercándonos a la Santa Comunión.

 

ORACIÓN UNIVERSAL

Imploremos, amados hermanos, al Dios de misericordia, para que nos enseñe a invocar su nombre con palabras dignas de Él y digamos: Escucha, Señor, nuestra oración.

 1.    Por la Iglesia y sus ministros, para que no olviden la Palabra del Señor y se encarguen siempre de servir a los más necesitados sin enorgullecerse de su misión. Oremos.

2.    Por quienes dirigen el curso de los pueblos, especialmente los de nuestro país, para  que su gestión no esté enfocada en ayudar a una sola clase social, sino que comprendan que los pobres también son parte importante de nuestra nación. Oremos.

3.    Por todos los enfermos y los que sufren por diversas necesidades, para que en las palabras y la cruz de Cristo encuentren un verdadero consuelo para sus sufrimientos y dolencias. Oremos

4.    Por los que este día hemos compartido el banquete del amor, para que no nos llenemos de orgullo por nuestras obras, sino que seamos humildes como el Señor nos lo pide para poder ser auténticos cristianos. Oremos

 Muestra, Padre, tu bondad al pueblo que te súplica, para que reciba sin tardanza lo que te pide con humildad. Por Jesucristo nuestro Señor. 

 

XXIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Septiembre 7 de 2025

 Entrada: Domingo tras domingo, en la escuela de Jesús, vamos escuchando sus consignas para nuestra vida de seguidores suyos. Son estampas concretas, sencillas, pero comprometedoras, que nos obligan a mirarnos al espejo del evangelio y a sacar consecuencias para nuestra vida. Dispuestos a seguir dejándonos instruir por Jesús, comencemos esta celebración.

 Lecturas: La enseñanza de Jesús que escuchamos hoy nos puede parecer bastante sorprendente y hasta radical. Aprendamos del mismo Jesús lo que significa seguirle. Escuchemos con atención.

 Ofrendas: Presentemos ahora como ofrenda agradable a Dios, dispuestos a seguirle siempre, y presentémosle el Pan y el Vino, para que él lo transforme en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

 Comunión: La sabiduría verdadera viene de Dios. Acerquémonos a compartir su Cuerpo y su Sangre.

 ORACIÓN UNIVERSAL

 Oremos hermanos, a Dios nuestro Padre, que escucha la oración del pueblo congregado en su nombre. Digamos todos: Dios de misericordia, escúchanos.

 1.    Por la Santa Iglesia de Dios, para que no se canse de pedir la sabiduría divina para discernir correctamente los signos de los tiempos. Oremos.

2.    Por los ministros de la Iglesia, para que siguiendo el llamado del Señor se desapeguen de todo lo material y se enfoquen en el ejercicio pastoral y en el acompañamiento espiritual. Oremos.

3.    Por los que tienen cargos políticos y administrativos en el gobierno de nuestro país, para que hagan su trabajo con lealtad y rectitud, teniendo siempre en mente el bienestar de la comunidad. Oremos.

4.    Por los privados de libertad, para que encuentren en sus familiares y amigos la fortaleza para asumir este momento de dificultad sin perder la fe y la esperanza. Oremos.

5.    Por todos nosotros, para que seamos fieles al seguimiento del Señor y nos comportemos como auténticos cristianos con las obras dignas de nuestra fe. Oremos.

 Padre bueno, tú que nos revelas tus designios y nos llamas a construir los senderos de la paz, permite que seamos auténticos peregrinos de esperanza y acompaña nuestra oración con tu bondad y tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

 

XXIV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Septiembre 14 de 2025

 Entrada: La infinita misericordia de Dios nos permite reunirnos una vez más en este lugar santo, para celebrar la Santa Misa. Llegamos ya al vigésimo cuarto domingo del tiempo ordinario y les damos una cordial bienvenida a la casa de Dios. Reconociéndonos pecadores y necesitados de la misericordia de un Dios que siempre nos perdona,  comencemos esta celebración con fe y esperanza.

 Lecturas: Creemos que Cristo nos ha traído la paz y nos has reconciliado con el Padre en su misterio pascual. Abramos nuestro oídos  a su Palabra y dejemos que su amor toque nuestra existencia

 Ofrendas: Con las ofrendas de Pan y Vino, ofrezcamos a Dios nuestros corazones para que él los transforme.

 Comunión: Cristo, por amor a nosotros, quiso quedarse en el Pan y el Vino. Ahora vayamos a recibirle.

 ORACIÓN UNIVERSAL

 Elevemos, hermanos, nuestras súplicas a Dios padre misericordioso, seguros de que siempre nos escucha y digámosle confiados: Oh Señor, escucha y ten piedad

 1.    Por el Papa, los obispos y sacerdotes, para que con la gracia de Dios se dediquen con empeño a la difusión de la Palabra y ser verdaderos instrumentos que sanen los corazones afligidos. Oremos.

2.    Por los políticos y todos los dirigentes del gobierno de nuestro país, para que se preocupen por el bienestar del pueblo y no solo del suyo. Oremos.

3.    Por los que se han alejado de la fe a causa de nuestra incoherencia de vida, para que por nuestra conversión sincera y profunda puedan redescubrir la belleza del Evangelio y alimentar de nuevo su deseo de seguir al Señor. Oremos.

4.    Por quienes causan grandes males a la sociedad, para que crezca en ellos el deseo de conversión y busquen acogerse a la misericordia y al perdón de Dios. Oremos.

5.    Por todos los que participamos en esta celebración, para que, alimentados con la Palabra y la Eucaristía progresemos en la santidad y crezcamos en la conciencia de ser hijos de Dios. Oremos.

 Señor Dios, compasivo y misericordioso, que siempre perdonas a los que perdonan, escucha nuestras oraciones y crea en nosotros un corazón nuevo que olvide las ofensas y que recuerde a los demás hasta qué punto Tú nos amas. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

XXV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Septiembre 21 de 2025

 Entrada: Hoy el Señor nos enseñará a hacer buen uso del dinero, sin esclavizarnos de él para poder servirle plenamente a nuestro único Dios. Con un corazón desprendido de las cosas de este mundo, dirijamos nuestra mirada a Dios y comencemos esta celebración con un corazón desprendido y generoso.

 Lecturas: El mensaje del Evangelio es radical: nadie puede servir a dos señores, no se puede servir a Dios y al dinero. También por boca del profeta Amós, el Señor denuncia esa idolatría que pone el dinero por encima de la persona. Atentos escuchemos.

 Ofrendas: Nadie puede servir a dos señores. Hoy entreguemos, con el Pan y el Vino, nuestras ofrendas materiales, desprendiéndonos de todo aquello que nos separa de Dios.

 Comunión: Cristo es el Señor de nuestras vidas y por eso ahora nos acercamos a recibirle en la Comunión.

ORACIÓN UNIVERSAL

 Queridos hermanos: al dueño de todo cuanto existe, Dios nuestro Padre, elevemos nuestras súplicas por nosotros y por toda la humanidad, uniéndonos en una sola plegaria y diciendo juntos: Danos un corazón generoso como el tuyo

1.    La voluntad de Dios es que todos los hombres se salven. Pidamos por la Iglesia Universal, para que siga luchando, aún con las adversidades de nuestros tiempos, por llevar esa Buena Nueva de salvación a todos los rincones del planeta. Oremos.

2.    Dios nos pide este día de manera especial que oremos por los que ocupan cargos en nuestra sociedad. Pidamos de manera especial por los gobernantes de nuestro país, para que luchen por procurarnos esa paz que nos permita una vida tranquila y apacible. Oremos.

3.    Dios nos pide ser justos. Pidamos por los oprimidos de nuestra sociedad, especialmente por aquellos que son explotados injustamente, sin tener una voz que se alce para defender sus derechos. Oremos.

4.    Dios nos ha reunido en torno a su banquete. Pidamos para que esa unidad que nos congrega hoy aquí en este templo, la hagamos vida también en nuestros hogares. Oremos.

Padre Dios, acoge los ruegos y las súplicas de tu pueblo, para que guiados por tu Santo Espíritu, vivamos movidos, no por los criterios de este mundo, sino por  los criterios de tu Hijo, que vive y reina contigo, por los siglos de los siglos.

  

XXVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Septiembre 28 de 2025

 Entrada: En este domingo Dios nos llama a examinar nuestra actitud sobre los bienes materiales. Si el cristiano no comparte sus bienes con los necesitados, no es auténtico cristiano. Es duro el evangelio cuando habla de la suerte del rico y del pobre. A veces, la mesa llena, el vestido púrpura y los muchos dividendos impiden la conversión. Pero lo que parece imposible a los ojos de los seres humanos, no es imposible ante Dios. Celebremos acogiendo este mensaje

 Lecturas: Las lecturas de este domingo nos ponen en guardia frente a las riquezas, que endurecen el corazón. El lujo hace olvidar los desastres del pueblo y a la puerta del rico se apaga la vida del pobre Lázaro. Con atención escuchemos.

 Ofrendas: Con el pan y el vino ofrezcamos también al Señor nuestras ofrendas materiales, para que el Señor nos bendiga y nos libre del afán por el dinero.

 Comunión: Cristo es nuestra mayor riqueza y hoy se nos ofrece en su Cuerpo y su Sangre. Acerquémonos con fe y devoción a recibirle.

 ORACIÓN UNIVERSAL

 Queridos hermanos, la Palabra de Dios hoy condena las injusticias. Pidamos la gracia de ser más disponibles para con los pobres y los que más sufren. Unámonos, diciendo: Escucha, Señor, nuestra oración.

 1.    Por la Iglesia, para que, tanto los pastores como los fieles, se sientan cada vez más comprometidos en las iniciativas de caridad a favor de los necesitados. Oremos.

2.    Por los responsables de la vida política y social:  para que promuevan los derechos de los más débiles e indefensos de nuestra sociedad. Oremos.

3.    Por los que más necesidades padecen en este mundo: los huérfanos, las viudas, personas sin hogar y los enfermos terminales, para que Dios tenga piedad y misericordia de ellos y ponga en su camino el auxilio que necesitan. Oremos.

4.    Por los aquí presentes: para que el Señor nos libre del afán de poseer innecesariamente y sepamos invitar a la mesa de nuestra vida a los más pobres y necesitados de nuestra comunidad. Oremos.

 

Padre Dios, acoge los ruegos de tus hijos y, que movidos por la Palabra que hoy nos has ofrecido, seamos imagen viva de tu Hijo, que vive y reina contigo, por los siglos de los siglos.