31 May 2025
 

 

 

EL SILENCIO EN LA LITURGIA

Padre, Héctor Giovanni Sandoval, Delegado Episcopal para la Liturgia, Arquidiócesis de Ibagué (2011)

 

1.  El redescubrimiento del silencio en la liturgia: la Constitución Sacrosanctum Concilium, tratando de la participación activa de los fieles, destaca la importancia del silencio: “para promover la participación activa se fomentarán las aclamaciones del pueblo, las respuestas, la salmodia, las antífonas, los cantos, y también las acciones o gestos.

Guárdese, además a su debido tiempo, el silencio sagrado” (no. 30). La necesidad y la función del silencio en la celebración litúrgica habían sido afirmadas con frecuencia, en vísperas del concilio la praxis litúrgica más común en uno de sus comentarios afirma: “el silencio es el elemento más descuidado, o incluso sacrificado expresamente en nombre de una participación activa, concebida falsamente en el muy limitado sentido de voz o gesto. Se olvida que por la intensidad con que se vive este silencio se puede medir el grado de capacidad y de preparación de los fieles para la verdadera participación” 

EL LECTOR EN LA HISTORIA DE LA IGLESIA

Padre, Héctor Giovanni Sandoval, Delegado Episcopal para la Liturgia, Arquidiócesis de Ibagué (2011)

 

Los primeros siglos: el lectorado tiene sus orígenes en el inicio mismo del culto cristiano. Siguiendo el modelo de las celebraciones sinagogales, la liturgia de la Palabra tuvo siempre, de una manera u otra, su lugar en el contexto de las asambleas cultuales cristianas. Con todo, el primer testimonio sobre el ministerio del lector no lo tenemos hasta la mitad del siglo II.